Periodistas represaliados en Cádiz

Introducción

La bahía de Cádiz cuenta con un inmenso historial en lo que a prensa se refiere (1). El auge económico propiciado por el comercio con las Indias occidentales serviría de caldo de cultivo para que, llegado el momento, las gacetas informativas se publicaran como en cualquier ciudad importante del país.

El siglo XIX y su convulsa historia económica, social y política no hará sino afianzar aun más esta tendencia. Por poner un ejemplo, las circunstancias vividas durante el asedio francés y la celebración de las Cortes en la ciudad -la cual aprobó la libertad de prensa-, llevó a cabo el florecimiento de periódicos y publicaciones varias totalmente distintas hasta ese momento. Hablamos de gacetas de carácter político, ideológico o polémico. Con la llegada de Fernando VII este camino se cortará de raíz, a excepción de publicaciones económicas o culturales, para continuarse con el Trienio Liberal. A la vuelta del Absolutismo borbónico en 1823 pocos fueron los titulares que resistieron.

La época del reinado de Isabel II sirve de nuevo de acicate para la prensa y el periodismo gaditano. Además, los diferentes partidos políticos que empiezan a surgir se darán cuenta más pronto que tarde, de la inmensa utilidad, de llevar las ideas al ciudadano que tenía un periódico. Conforme avanza la segunda mitad del siglo XIX evolucionarán contenidos y formas de la prensa. No debemos olvidar las publicaciones obreras que surgen ya en tiempos del Sexenio Democrático y que en nuestra provincia tiene ejemplos muy significativos.

La convulsa vida política, cultural y social española de principios de siglo XX, hará que a pesar de la crisis por la pérdida de las últimas colonias, la prensa gaditana se mantenga con un número considerable de publicaciones. Sobre todo si tenemos en cuenta en la capital de provincias en la que se había convertido.

El golpe de Estado del 18 de Julio de 1936 cortó prácticamente de raíz esa tradición periodística que rubricó Cádiz y su bahía durante casi dos siglos atrás. El sistema totalitario franquista sabía de lo importante del llamado “Cuarto Poder”. Así de forma rápida desde el gobierno de Burgos, y en paralelo a otras leyes y órdenes represivas, el 22 de abril de 1938 aparece la Ley de Prensa con la cual los medios de comunicación pasaron a manos del Estado. Esto hizo que a partir de ese momento los periodistas -o las personas que habían trabajado en el medio- empezaran a ser investigadas. En muchos casos el régimen de terror impuesto a raiz del 18 de julio, ya se había tomado la vigilancia y persecución de los mismos por su cuenta.

La pequeña obra que tiene entre sus manos está inacabada. Cumple el objetivo de homenajear (2) a aquellas personas que durante su vida dedicaron, si no de forma total, parte de la misma a enriquecer la prensa gaditana de tan larga tradición.

La Asociación de la Prensa de Cádiz (3) está llevando a cabo el proyecto “Periodistas gaditanos víctimas de represión en la Guerra Civil y el primer franquismo” a través de la Doctora Concha Langa. De esta manera para este homenaje nos hemos valido de un estudio previo (4) de la historiadora. Dicha investigación parte de la base de datos de nombres que existe en la APC, así como de las distintas publicaciones que se han venido desarrollando en los últimos años sobre la guerra civil y la represión franquista en la provincia gaditana (5).

De esta manera y partiendo como decíamos de una lista confeccionada por la profesora Langa Nuño, nos dispusimos a sumergirnos en la misma para entrar de lleno en la vida de los represaliados. Así decidimos ampliar la bibliografía de carácter más particular, así como realizar una serie de entrevistas orales. Este segundo hecho no ha sido nada fácil. Hay que tener en cuenta que para éstas investigaciones el tiempo corre en nuestra contra. Cuantos más días pasan se va perdiendo información no traspasada a veces de padres a hijos. La política de miedo y terror del franquismo hizo bien los deberes. Así nos hemos encontrado algunos casos, que a pesar de saber y admitir quienes eran sus familiares pasados, sabían poco más que el nombre “porque nunca me han contado nada”, “en la familia no hablábamos de ese hecho”… Pero a esta dificultad se le unió otra más. Como pasó en otros gremios, aquellos que pudieron salvar la vida, se vieron en la obligación de exiliarse o fueron castigados con el destierro. Este hecho hizo que nuestra investigación se ampliara del marco de la bahía de Cádiz. Así hemos encontrado en algunos casos descendientes de represaliados ya no sólo en otros puntos de la provincia de Cádiz, sino mucho más allá de las fronteras andaluzas.

Como ya explicara Concha Langa en el trabajo antes citado, al igual que en otros muchos sitios la profesionalización del periodismo en Cádiz estaba aun por llegar. A pesar de los directores, redactores, tipógrafos o fotógrafos, la mayoría de los que escribían y colaboraban6 en la prensa gaditana tenían otras ocupaciones principales. Las inquietudes culturales, políticas o sociales hacían el resto.

Antes de dejar abierta la puerta, nos gustaría agradecer a todos aquellos que han hecho posible esta pequeña aportación al estudio de los periodistas represaliados. En primer lugar al presidente de la APC, Fernando Santiago, por creer en nosotros para la realización de este trabajo. A la profesora Concha Langa por sus indicaciones. De seguro sabrá llevar la finalización del proyecto a buen puerto. A todo el personal de la APC que en este tiempo nos ha ayudado en todo aquello que solicitamos.

También a nuestros colegas historiadores que siempre han respondido de forma generosa a nuestras llamadas: Diego Caro, Paco Herrera, Manolo Santander, Jesús Núñez, Mercedes Rodríguez (Memoria Histórica Rota), Amelia Márquez, Pepe Pizarro y José Luis Gutiérrez Molina.

Y como no podía ser de otra forma, nuestro más sincero agradecimiento a todos y todas aquellos y aquellas, hombres y mujeres, familiares de los periodistas de Cádiz represaliados. Gracias por brindarnos un gesto de amabilidad, simpatía y generosidad, porque sumergiéndonos en sus vidas, sólo así lograremos aprender los geniales y únicos que fueron cada uno de ellos.

Notas

(1) Ramos Santana et al. Prensa Gaditana 1763-1936. Diputación Provincial de Cádiz. Cádiz, 1987.

(2) De cara a hacerla más cercana y divulgativa hemos decidido suprimir las notas al pie de página de las biografías de los represaliados. La información dada en ellas provienen de las obras reseñadas al final, así como de las entrevistas realizadas a los familiares también expuestos al final. Las nota al pie existentes son las que creíamos eran aclaratorias para el lector.

(3) A partir de ahora APC.

(4) Langa Nuño, Concepción. “La Represión de Periodistas en la Guerra y la Inmediata Posguerra. El Caso de Cádiz” en Historia y Memoria. Congreso Internacional Historia y Memoria. Universidad de Granada. Editorial Universidad de Almería, 2007.

(5) Y que para la ciudad de Cádiz tiene su mejor ejemplo en la tesis doctoral de Alicia Domínguez publicada en 2005 con el título El verano que trajo un largo invierno.

(6) Incluso muchos de ellos eran asociados de la APC.

(Para leer el libro completo descarga el fichero asociado)

Adjuntos