María Santos Ramírez

El Gastor
Cádiz
Romero, Fernando y Zambrana, Pepa

María Santos Ramírez, la Menacha, nació en El Gastor (Cádiz) en 1882 y vivía con su marido, José Bermúdez Torreño, en la calle Zahara. Sus vecinos de derechas la veían entrar y salir con frecuencia de la Casa del Pueblo, pero no sabían a ciencia cierta a qué organización pertenecía. Uno de ellos decía que era de las mujeres con ideas más avanzadas del pueblo. Su hija Ana Bermúdez Santos era compañera del guardia municipal José Mesa Menacho y estaba afiliada a la CNT; otra hija llamada María era pareja de Domingo Sánchez Alcázar, a quien conocían en el pueblo por los apodos Martino y Tejeringuero. Decían que las mujeres estuvieron el 20 de julio de 1936 en el saqueo de la iglesia y que formaron parte del grupo –una treintena– que recorrió las calles del pueblo animando a los hombres para luchar contra los fascistas y defender la República.

La tragedia familiar comenzó el 23 de julio. Según María Santos, ese día mataron a un «sobrino» suyo; es posible que se estuviese refiriendo a Andrés, un muchacho huérfano de diecinueve años que ella había criado y a quien mataron los rebeldes en la calle Jabonería. No sabemos si fue también ese mismo día u otro posterior cuando José estaba en la plaza y una bala le rozó la cabeza. Toda la familia se refugió en El Jaral, pero María Santos bajó a El Gastor el día 24 para ver el cadáver del muchacho, que estaba expuesto en el ayuntamiento, y cuando salía del pueblo se encaró con la madre de un guardia civil diciéndole que su hijo era un verdugo. Durante las semanas siguientes continuaron refugiados en el campo y en las huertas de Montecorto, donde Domingo se unió al grupo de milicianos que capitaneaba Rafael (a) El Rubio y que hasta finales de septiembre operó en el entorno de El Gastor.

Cuando los rebeldes ocuparon la zona toda la familia huyó hacia la serranía rondeña y pasó por San Pedro Alcántara, donde María Santos y Ana Bermúdez estuvieron refugiadas con sus esposos e hijos en la colonia El Ángel. Después continuaron hacia Levante y Cataluña. Residieron en Jesús y María y en Valls, y fueron acogidos por una familia de Tortosa (Tarragona), donde Ana dio a luz una niña. Durante la huida perdieron a José Mesa: según su compañera, no sabían nada de él desde antes de la ocupación de Barcelona. Cruzaron la frontera cuando el ejército franquista ocupó la región y estuvieron en un campo de refugiados en Francia.

Domingo y María Bermúdez se quedaron en Francia, pero María Santos, Ana y los hijos de ésta regresaron del exilio. Se presentaron a las autoridades españolas en Figueras y las dos mujeres ingresaron el 25 de octubre de 1939 en la cárcel de El Gastor, desde donde las trasladaron a la Prisión del Partido de El Puerto de Santa María.

María Santos, fue juzgada el 15 de abril de 1940 y la condenaron a 15 años. Desde El Puerto la trasladaron sucesivamente a la Prisión Provincial de Cádiz (17-3-1940), Prisión Provincial de Barcelona (4-6-1940), Prisión Central de Mujeres de Gerona (24-7-1940) y Prisión de Mujeres de Málaga (5-8-1941). Estando en la cárcel malagueña, entre noviembre de 1942 y enero de 1943, se acogió al régimen de redención de penas y durante 49 días trabajó en labores de limpieza. El 8 de enero de ese año fue trasladada a la Prisión del Partido de Jerez de la Frontera. Ya había cumplido los sesenta años y a los tres meses de llegar comenzó a tramitarse el expediente de libertad condicional. Salió de la cárcel a finales de junio y regresó a El Gastor, donde volvió a vivir con su esposo e hijos. En las cartas que durante los meses siguientes remitió periódicamente al director de la cárcel jerezana indicaba que, siguiendo las instrucciones que le dieron al liberarla, no salía a trabajar fuera de casa y se dedicaba exclusivamente a las faenas domésticas.

Ana Bermúdez fue condenada a 8 años de reclusión y continuó presa con las niñas en El Puerto. La familia recuerda que cada día las sacaban al patio a cantar el Cara al Sol, pero como las chiquillas no mantenían los brazos alzados las dejaban encerradas en la celda sin salir. En junio de 1941 le concedieron la libertad condicional con destierro, una de sus hijas fue entregada a una familia de El Puerto y ella se estableció en Jesús y María con Isabel Valle Torreño (a) Coroneta. Cuando regresó tuvo que luchar para recuperar la custodia de la hija, pues la familia que la recibió no quería devolverla. En 1944 residía en El Gastor en régimen de libertad vigilada.

Fuentes

  • Archivo del Tribunal Militar Territorial Segundo (Sevilla), Sumarísimos, leg. 1.165, doc. 29.997 y leg. 1.171, doc. 30.081.
  • Archivo del Juzgado de Paz de Algodonales, «Junta Local de Libertad Vigilada de El Gastor».
  • Archivo Histórico Provincial de Cádiz, Prisión de Partido de Jerez, caja 24514, expte. 29.
  • Fernando Romero y Pepa Zambrana: Del rojo al negro. República, guerra civil y represión en El Gastor 1931-1936. Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía, Sevilla, 2010.