«A los descendientes se nos habló poco del exilio de nuestros padres»

Vladimir Nuñez, hijo de uno de aquellos niños de la guerra, recuerda que se les exigía mucho en los estudios, especialmente en el aprendizaje del idioma

DIARIO VASCO | A. E. | EIBAR | 7-10-2017

Vladimir Nuñez, hijo de un niño de la guerra, que partió un día de Gallarta hacia Bélgica, presentó un estudio junto al historiador Philippe Dejaive, en el que señalaba que «el motor que motivó la huida era el miedo a la guerra». En su intervención daba cuenta de la solidaridad de los vecinos de Marchin y subrayaba cómo les ayudaban a pasear. «Nunca se sintieron extranjeros. Hubo familias que los utilizaron como mano de obra fácil pero fueron una minoría». Vladimir reconocía que «mi padre me comentó muy poco del sufrimiento que tuvo que experimentar en su salida. Era un tema que se llegó a hablar muy poco. Sí recuerdo que a mí, en los estudios, como descendiente de vascos, se me exigió mucho, especialmente en el aprendizaje correcto de los idiomas».

En el propio acto, los regidores del Ayuntamiento tolosarra se reunieron con Cristina García, hija del ‘niño de la guerra’ Fernando Vitoria. Cristina señalaba, muy ilusionada, que había estado «varias veces en Tolosa. Mi padre era un ‘niño de guerra’ que se radicó en Marchin. Tengo un hijo que tiene una tienda de productos biológicos justo enfrente de la central nuclear que tenemos a las afueras de la ciudad». Olatz Peon destacó que «las experiencias narradas por ciudadanos de Tolosa, acogidos en Bélgica, nos señalan que fueron años en los que la ciudadanía belga se comportó con ellos de manera humanitaria».

Recuperar la memoria

Por su parte Miguel de los Toyos mostró un listado de todos los eibarreses acogidos en Marchin. Tres hermanas: Amparo, Consuelo y Mercedes Barrera Baldivieso, nacidas en 1923, 1926 y 1933 partieron un día de Eibar hacia un nuevo destino. A ellas se les unieron Ascensión Ruiz (1909), Javier Echeverria Eguren (1928), Lazera Echeverria Gaudia (1869), María Teresa Echeverria Ruiz (1936), Pepita Eguren Aldazabal (1906), Máximo Ruiz (1869), Aurora Ruiz Echeverria (1907) y Juanita Ruiz Echeverria (1898).

Desde el Ayuntamiento de Eibar se ha llevado a cabo una amplia labor relacionada con la situación padecida por los ‘niños de la guerra’ eibarreses, recogida en once testimonios de personas mayores que huyeron de la guerra, así como, con la celebración de actos de reconocimiento a los supervivientes, junto a una exposición urbana.

El Ayuntamiento de Tolosa, por su parte, ha realizado diversos trabajos en relación con la memoria histórica y los derechos humanos. A la recopilación de datos de los niños de la guerra se ha sumado una extensa labor dedicada a investigar lo sucedido en la segunda mitad del franquismo, que recoge lo acaecido en el municipio entre 1945 y 1979. El objetivo de dicho estudio será recuperar la memoria histórica de quienes vivieron aquellos años.

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