Almería. Inician las obras en San José para hallar restos de represaliados

La Junta estima que pueden dar con los cadáveres de hasta 40 personas en las cinco fosas que los arqueólogos comenzarán a abrir hoy

  • Ideal.es/ JAVIER GARCÍA MARTÍN / ALMERÍA / 19 noviembre 201401:29

Torcuato Ortega Martínez llegó a la alcaldía republicana de Gádor en 1938 mientras el país se desangraba en medio de la Guerra Civil y Almería sufría sus más mortíferas consecuencias. El final de la contienda y la represión posterior colocó el nombre de este edil en la larga lista de desaparecidos que los años sepultaron en el más ominoso de los olvidos. Frente a las tapias del cementerio de San José, que aún conservan las huellas de los fusilamientos de aquella época, su hijo Paco recuerda el momento en el que los guardiaciviles se lo llevaron: «yo tenía nueve años, él estaba en el municipio hablando con sus compañeros y me lo quitaron de la mano», señala emocionado.

Setenta años después de su desaparición, expertos arqueólogos buscan a partir de hoy sus restos y los de cuatro decenas más de represaliados en cinco fosas repartidas por el subsuelo del camposanto. Sin embargo, Paco cree que «será un milagro» encontrar a su padre. Otros familiares, como los de Martín Márquez o Juan López Úbeda, se mostraron ayer más optimistas y deseosos de «hacer justicia de lo injusto» ante el director general de Memoria Democrática de la Junta, Luis Naranjo, quien celebró en el cementerio el comienzo de las exhumaciones. «Este es un acto histórico», anunció.

Naranjo, que volvió a pedir la «colaboración municipal» al Gobierno de Rodríguez-Comendador tras las desavenencias surgidas entre las administraciones a cuenta de la memoria histórica, explicó que, cuando aparezcan las primeras «evidencias de fusilamiento», comunicarán al juzgado competente los hechos para que se defina ante la investigación de «delitos que desde el punto de vista internacional no han prescrito».

«Dos esqueletos al día»

Las obras deben comenzar hoy mismo según las previsiones del equipo técnico, compuesto por media docena de personas que, durante las próximas tres o cuatro semanas trabajarán en el camposanto de la capital. «Calculamos sacar dos esqueletos al día», señaló el arqueólogo que dirige las obras, Juan Luis Castro.

El experto, que mostró a la prensa los emplazamientos de las cinco fosas sobre las que se va a trabajar -aunque hay otras en el cementerio- celebró que las circunstancias actuales permitirán su fácil apertura «en la mayoría de los casos», donde se prevé encontrar restos de personas de «entre 30 y 40 años de edad». Una vez exhumados y en el caso de que la Justicia no limite las excavaciones, los cuerpos serán sometidos a estudios antropológicos forenses y pruebas de ADN para determinar su identidad. Este proceso demorará la entrega de los restos a los familiares, quienes, ayer, reclamaban al unísono poder enterrar a sus muertos y cerrar el proceso de duelo que, a juicio de Naranjo, «nunca debió comenzar».