Baleares. La excavación de Sant Ferran se cierra con el hallazgo de tres restos que podrían pertenecer a los fusilados

NOUDIARI.ES | LUCIANA AVERSA

La búsqueda de los cinco formenterenses fusilados en 1937 en el cementerio de Sant Ferran, durante la Guerra Civil, ha terminado con el hallazgo de tres restos que podrían pertenecer a algunos de los represaliados. También se encontraron cuatro proyectiles, uno de ellos completo, acordes con el fusil Mauser Español, el arma que utilizaba el ejército en esos años.

Los resultados de los trabajos de excavación y exhumación que comenzaron el pasado 29 de noviembre fueron presentados este miércoles en el Consell de Formentera por la directora de la excavación, la antropóloga forense Almudena García-Rubio, y por el arqueólogo Juanjo Marí Casanova.

A la presentación también asistieron la consellera balear de Cultura, Fanny Tur, y el presidente, Jaume Ferrer, que anunciaron que en el cementerio se instalará un monolito para homenajear a los cinco fusilados.

Según ha explicado García-Rubio, los restos se hallaron en el osario. Después de tres días de excavación sin resultados, con seis catas en el interior del cementerio, donde aparecieron enterramientos ordinarios, y otras cinco realizadas en el exterior, donde se hallaron los proyectiles, el equipo conformado también por Glenda Graziani, Paqui Carmona, Pau Sureda, Sergi Moreno y Nicholas Márquez-Grant, decidió registrar el osario siguiendo un testimonio que explicaba que los restos de los fusilados habían sido trasladados para dejar espacio en el cementerio para nuevos enterramientos.

En el osario, un espacio de tres metros de largo por 1,20 ancho, y lleno con huesos hasta 50 centímetros de alto, se hallaron dos restos de cráneo con un orificio cada uno, con forma regular, acorde con los de un proyectil de arma de fuego.  Son agujeros “perimortem”, según ha detallado la antropóloga, lo que significa que están asociados con el momento de la muerte, y que no son posteriores.

El tercer resto es un húmero que presenta una fractura también propia de arma de fuego. Según los técnicos, los restos presentan los mismos síntomas que los encontrados en otras fosas de la Guerra Civil.

Los sondeos en el interior del cementerio se llevaron a cabo en los dos lugares donde la tradición popular indicaba que se encontrarían los cuerpos enterrados. Los sondeos exteriores también se hicieron en base a testimonios que los ubicaban fuera del camposanto.

En el perímetro exterior se hallaron los cuatro proyectiles con un detector de metales, que también podría haber dado con un quinto proyectil incrustado en el muro exterior del cementerio donde fueron fusilados, en un orificio que ahora está tapado con cemento.

Con estos hallazgos toma fuerza el relato de que los cinco fusilados en algún momento se habrían transportados al osario para dedicar la parte del cementerio que ocupaban a nuevos enterramientos, como se acostumbra a hacer con los restos más antiguos.

Pruebas de ADN

García-Rubio ha avanzado que para confirmar si los restos pertenecen a algunos de los represaliados se cotejarán con muestras de ADN de los familiares. Las cinco familias han accedido a colaborar para realizar la comprobación genética, cuyos resultados se podrían conocer entre dos y cuatro meses

También se están vaciando los registros de defunciones del cementerio de Sant Ferran para constatar que no ha habido otros muertos por disparos.

La antropóloga ha señalado que aunque los hallazgos pueden ser “decepcionantes” para las familias, porque no se han podido restituir los cuerpos, si se confirma que estos restos pertenecen a los represaliados “se cierra el círculo” porque se puede saber lo que pasó y confirmar que están en el cementerio.

Precisamente, antes de la presentación, se celebró una reunión con los familiares para explicarles los resultados.

Según ha afirmado Luis Ruiz, presidente del Fórum per la Memòria de Eivissa y Formentera, fue encuentro que se vivió con “mucha emoción” y “agradecimiento” por parte de los 25 familiares que asistieron a la reunión.

Ruiz ha valorado de forma muy positiva el resultado de esta primera búsqueda de una fosa de la Guerra Civil en las Pitiusas, porque con el hallazgo de los proyectiles y de los restos, “se ha podido recuperar todo el relato de lo que pasó desde aquel 1 de marzo de 1937”.

La excavación de Sant Ferran se cierra con el hallazgo de tres restos que podrían pertenecer a los fusilados