Daniel Ortega Martínez fue el tercer hijo del matrimonio formado por Anastasio Juan Ortega Garandar, maestro nacido en Sevilla, y Vicenta Martínez San Martín, natural de Fuentecén (Burgos). Nació el 3 de enero de 1898 en Fuentecén debido a que la madre y su hermano Carlos Felipe se trasladaron desde Finisterre (La Coruña) donde trabajaba el padre de maestro, al pueblo de su familia unas semanas antes del parto por la precaria situación económica que padecían. Su hermano mayor, Florencio, nació en Leciñena (Zaragoza), Carlos Felipe en Finisterre, y Vicente, el siguiente hermano, nacerá en Villarejo del Valle (Ávila). Así que el nacimiento de Daniel en tierras burgalesas fue circunstancial y azaroso.
Su infancia fue muy dura, como él reconoció en una de sus cartas en prisión. De hecho, responsabilizaba su carácter seco, serio, retraído y escéptico, aunque con una gran generosidad y cariñoso, a esta etapa dolorosa de su vida. Se crió un tiempo con su abuela Petra en el pueblo, separado de su familia. Perdió a su madre Vicenta a los tres años de edad, y también su hermano Carlos Felipe murió de meningitis cuando Daniel tenía seis años. Su segunda madre, Lucía Peña, falleció en el parto de su cuarto hermano que tampoco sobreviviría. Tenía Daniel en ese momento 9 años de edad. Y todo eso con temporadas en el pueblo de su abuela y con su padre recorriendo la geografía española de colegio en colegio y no cobrando en algunos de ellos.
Daniel Ortega acabó la enseñanza primaria en Olivares (Sevilla), en cuyo pueblo vivió la alegría de tener una nueva madre, Concepción Gil-Bermejo, y comenzó a estudiar para maestro en el Instituto General y Técnico de «San Isidoro» de Sevilla en enseñanza no oficial. Era el mes de septiembre del año 1912, con cerca de quince años. Como al padre lo destinaron a Chiclana de la Frontera, siguió sus estudios en el Instituto de «Santa María del Rosario» en Cádiz en 1914, también en enseñanza libre, y al año siguiente siguió sus estudios de magisterio ya en la Escuela Normal de la calle Valdeíñigo de Cádiz, abandonando los estudios de bachillerato por cambiar los planes de estudios.
En 1916, de nuevo siguiendo a su padre en sus traslados de colegios, se marchó a Almería, donde continuó sus estudios de Magisterio, y al año siguiente se fue a Pinto (Madrid) donde acabará la carrera y le expedirán el título de Magisterio en julio de 1918 en la Universidad Central de Madrid. Tenía cumplidos los 20 años de edad.
Tras unos meses trabajando de maestro en Algeciras, volverá a Madrid en 1919 y se decidirá a terminar los estudios de bachillerato, que comenzó en Sevilla y abandonó en Cádiz, matriculándose en el célebre Instituto «Cardenal Cisneros», que pertenecía a la Universidad Central de Madrid. Al finalizar el curso ya era bachiller y al poco tiempo ingresó en el servicio militar en el Regimiento de Ingenieros Telegrafistas de El Pardo (Madrid).
En este periodo de su vida en Madrid es cuando Daniel Ortega se hace comunista y pronto se convierte en una figura importante dentro del PCE. Es muy probable que primero contactara con la Juventudes Socialistas que eran muy activas dentro de la Universidad. Y que siguiera la evolución propia de esa Federación de las Juventudes Socialistas que en su V Congreso en diciembre de 1919 ya se adhiere a la III Internacional o Internacional Comunista, y que el 15 de abril de 1920 celebró una Asamblea Nacional en Madrid en el que la mayoría de los delegados acordaron fundar el Partido Comunista Español.
El único documento que he podido encontrar hace referencia a que en julio de 1920 Daniel Ortega está en el ejército y que ya su padre dice que tiene «ideas avanzadas y especiales que le podrían perjudicar», por lo que deduzco que se refiere a que ya fuera socialista de izquierda o «tercerista», partidario de la Tercera Internacional o Internacional Comunista, o más bien sea uno de los que conformaron el PC Español.
Daniel Ortega estuvo en el ejército hasta 1922, según nos cuenta en una de sus cartas, así que todas las escisiones y formaciones de las organizaciones socialistas para formar el PCOE y posteriormente unirse al PC Español y constituir definitivamente el PCE en noviembre de 1921, los viviría con relativa lejanía. No sabemos si, ya licenciado como soldado, asistiría al primer Congreso del PCE celebrado en Madrid en marzo de 1922.
El siguiente dato es proporcionado por Juan Andrade en 1966, quien afirma que en el II Congreso del PCE celebrado en julio de 1923 Daniel Ortega, con su nombre de guerra usado en la clandestinidad de «Carlos Romero», fue elegido vocal de la Comisión Nacional del partido, o lo que era lo mismo, del Comité Central, cuyo Secretario general fue César Rodríguez González, cofundador del PCOE en 1921. Por tanto, el Daniel Ortega que llega a Cádiz al acabar el verano de 1923 ya es un cuadro dirigente de un PCE que empezaba a crecer poco a poco en diferentes territorios, abriéndose paso entre la militancia socialista y anarquista.
Al llegar a Cádiz se domicilia con su familia en el piso segundo de la Plaza de San Juan de Dios, nº 12 y se matricula de 1º de alemán en la Escuela de Comercio, obteniendo un sobresaliente. Antes de acabar el año, convalida muchas asignaturas de su bachiller y se matriculó en la Facultad de Medicina.
No conocemos nada de su militancia comunista en esos años, pero es evidente que contactará de alguna forma con Francisco Rendón, relojero que tenía su tienda y vivienda en la calle Pelota en la misma acera que donde vivía Daniel. Y tanto Francisco como su hija Milagros serán comunistas activos y con cargos de responsabilidad en los años siguientes.
Tampoco sabemos si su incursión en el mundo del trabajo será por necesidad, por convicción ideológica (como así parece por la lectura de su correspondencia de la cárcel) o como medio de acercarse a los trabajadores y hacer la necesaria labor de proselitismo. El caso es que, como Daniel escribió desde la cárcel, en aquellos años, a la vez que estudiaba Medicina, estuvo trabajando en un taller de mecánica de coches especializado en los radiadores y así se pudo costear sus estudios.
Daniel conoció a María Luisa Rendón a través de su familia, es de suponer. Y esto no ocurre hasta 1925, según escribió la propia María Luisa. La explicación puede estar en que ella estuvo en un sanatorio de Chiclana algún tiempo cuando murió su segunda madre, y de hecho no está empadronada ni en 1923 ni en 1924 con su familia en la calle Pelota. Ella tenía 16 años, matriculada en la Escuela de Artes y Oficios, y Daniel tenía 27 años y matriculado en 3º de Medicina. Ambos iniciarán una relación sentimental que solo el golpe de estado de los generales franquistas pudieron truncar.
El 16 de enero de 1927, el recién licenciado en Medicina Daniel Ortega Martínez se trasladó a El Puerto de Santa María para establecerse como médico. En el Diario de Cádiz del día 18 de enero aparece una nota de sociedad donde le dan la bienvenida a este joven y brillante médico, pero es paradójico y significativo que ese mismo día 16 por la noche Daniel fuera detenido en el bar La Lucha junto a otros seis compañeros más («comunistas» todos ellos, decía la guardia civil), entre ellos el futuro dirigente comunista portuense e histórico sindicalista de la sociedad obrera de panaderos Juan Gandulla.
sa fue la presentación «en sociedad» de Daniel Ortega. Que a El Puerto llegaba un médico comunista, y no un comunista cualquiera, lo supieron pronto las autoridades y las clases pudientes de la ciudad. Era un máximo dirigente dispuesto a fundar aquí el partido y organizar a los obreros en torno a sus ideas.
Se estableció en la calle San Bartolomé nº 15. Y allí se fue a vivir con María Luisa Rendón, con quien se casaría en Cádiz el 28 de junio de 1928. La única foto de los dos juntos es del viaje de novios que hicieron a Barcelona pasando por Sevilla y Madrid. Once meses más tarde, el 10 de mayo de 1929, tendrían a su primer hijo, Danielín, que fue registrado por su padre en el Juzgado de El Puerto. También de esta época es la única fotografía que disponemos de Daniel Ortega en El Puerto. Se encuentra sentado en su casa de la calle San Bartolomé y sujeta a su hijo por encima de la cabeza.
Mucho más conocida es su vida militante en El Puerto antes, durante y después de la proclamación de la Segunda República en abril de 1931. Conferencias, mítines, fundación del Partido Comunista y del Socorro Rojo Internacional (de ayuda a los presos políticos), asistencia a reuniones de la Sociedad de oficios varios, etc. En las elecciones de abril de 1931 participa como cabeza de lista de la candidatura denominada «Bloque obrero-campesino», y como tal subirá al balcón del ayuntamiento y dirigirá unas palabras a la multitud que abarrotaba la Plaza Peral esa tarde del 14 de abril. Como dirigente provincial del PCE también participará en actos en Cádiz y otros lugares de la provincia. Asistió a encuentros a nivel de Andalucía y por fin en el IV Congreso del PCE celebrado en Sevilla en 1932 es elegido otra vez miembro del Comité Central.
Desde siempre abogó por la unidad de los trabajadores y por la participación de las mujeres en la actividad sindical y política en El Puerto. Numerosas octavillas y llamamientos de esos años van dirigidas a las trabajadoras, a las obreras, a las mujeres revolucionarias, etc., haciendo visible su papel en la lucha por defender los derechos laborales y a que se sintieran que formaban parte de la misma clase obrera. Colaboró en la revista de ideología comunista «El proletario» en 1933 (editada en El Puerto) y en el semanario obrero y socialista de El Puerto «Trabajo!» a partir de 1935 y hasta su incorporación en las labores de diputado.
También es conocida su elección por el comité electoral del Frente Popular de Izquierdas (así se denominó en Cádiz) para ir en las listas al Congreso de diputados en las elecciones de febrero de 1936. Sus numerosos mítines por muchos pueblos de la provincia y cómo finalmente resultó elegido como diputado por Cádiz. El primer diputado comunista de la provincia de Cádiz.
El golpe militar de los generales Mola, Franco y Queipo de Llano le sorprende viajando en tren de Madrid a El Puerto, y en la estación de Baeza se da la vuelta y regresa a Madrid donde se pone a disposición de la minoría parlamentaria comunista de la que formaba parte. Tras un breve periodo de tiempo es designado por el Partido Comunista como uno de los fundadores del Quinto Regimiento que será elemento importante para la defensa de Madrid en aquel verano de 1936. Siendo comandante del Quinto Regimiento de Milicias, al mando de Enrique Castro, comandante en jefe, se encargará de la logística y de la intendencia, siendo de los comandantes imprescindibles y de gran reputación por su disciplina, profesionalidad y entrega.
Cuando se formó el Ejército Popular de la República a principios de 1937 fue nombrado jefe de servicio del Estado Mayor del Ejército de Madrid con grado de comandante primero y después de teniente coronel. Su función será la de máximo responsable de la Intendencia, Transporte, Armamento y Sanidad, elementos cruciales para la organización de los cuerpos de ejército donde se integró. Aunque el gobierno de la república se trasladó a Valencia, Daniel Ortega se quedará en Madrid hasta el final de la guerra, si bien lo compaginó con su militancia comunista y con su labor de diputado, asistiendo a Plenos ampliados del Comité Central y a sesiones especiales de las Cortes.
Tras el golpe militar que encabezó el coronel republicano Segismundo Casado en marzo de 1939, es detenido por fuerzas golpistas en el Estado Mayor de este coronel, donde servía en ese momento. Es encarcelado y trasladado a Valencia. Allí pasaría a manos de los franquistas cuando tomaron Valencia a finales de mes y anunciaron acto seguido el final de la guerra y la derrota del Ejército de la República. Tras unos meses en la cárcel de San Miguel de los Reyes (Valencia) es trasladado a la Cárcel de Yeserías en Madrid donde se le instruye un nuevo consejo de guerra.
Estando en la cárcel de Valencia comienza una relación epistolar con sus dos hijos, que estaban viviendo con los tutores en Cádiz, y a través de éstos con su mujer María Luisa que se encontraba presa en la cárcel de partido de El Puerto. Es la primera comunicación de Daniel con la familia desde el 18 de julio de 1936.
Tras un breve periodo de tiempo en la cárcel de El Cisne, también en Madrid, Daniel será trasladado en el verano de 1940 a la prisión provincial de Cádiz (Cárcel Real) donde ya había estado su suegro Francisco y su cuñada Milagros antes de ser fusilados en agosto del 36, y su mujer María Luisa en dos ocasiones.
Se da la circunstancia de que cuando llega a Cádiz, María Luisa ya no está en El Puerto pues había sido trasladada a las prisiones de Barcelona y poco después de Gerona. Y ahora será Daniel quien pueda ver a sus dos hijos después de varios años de ausencia.
Pero la suerte estaba echada. Daniel Ortega y el resto de dirigentes comunistas que detuvieron en Madrid en marzo de 1939 solo esperaban la orden del Caudillo Franco para ser sentenciados a pena de muerte y que se cumpliera la sentencia. Se cumplió la teoría de que todos ellos seguían vivos por un pacto secreto entre Franco y Hitler por el que respetarían la vida de los dirigentes comunistas a cambio de que los soviéticos respetarían también otros espías importantes nazis en su poder. El 21 de junio de 1941, sin previa declaración de guerra y rompiendo el pacto de no agresión de agosto de 1939, comienza la Operación Barbarroja y el ejército nazi invade la URSS. Franco quedó con las manos libres y comenzó el exterminio de sus presos comunistas más importantes. El 3 de julio de 1941, en las tapias del cementerio de la Almudena de Madrid fueron fusilados Ascanio, Girón, y hasta un total de doce dirigentes comunistas. Daniel sabría que el turno le llegaría de un momento a otro. Y así fue.
A las seis de la mañana del 6 de agosto de 1941 Daniel Ortega Martínez fue fusilado por un pelotón de seis guardias civiles del Tercio Costa en el Castillo de San Sebastián. Antes, estando en «capilla», escribió las últimas cartas a sus seres queridos, a los tutores de sus hijos, a sus hijos Danielín y Juanito, y a su mujer María Luisa Rendón.
En septiembre de 1999, sus dos hijos y las dos hijas del segundo matrimonio de María Luisa, Juana y Marisa Romero Rendón, exhumaron e incineraron los restos de Daniel Ortega y de Milagros Rendón. Posteriormente, se montaron en el Vaporcito del Puerto y esparcieron sus cenizas en medio de la Bahía. Ese fue el final de Daniel Ortega Martínez, el médico comunista que revolucionó El Puerto.
Bibliografía
Manuel Almisas Albéndiz: Daniel Ortega Martínez, el médico comunista que revolucionó El Puerto. El Puerto de Santa María, El Boletín, 2016.