Dolores Vimes Domínguez

Constantina
Sevilla
Del Río Sánchez, Ángel

Constantina, Sevilla, 1911 – Sevilla, 2007

Creció en el seno de una familia anarquista en la sierra Norte de Sevilla. Como ella misma decía, «Yo soy anarquista hasta los huesos. Me he criado así, mi padre me hizo así y a mi hermano igual. Pertenezco al sindicato desde antes de la República. Mi padre [Juan Vimes Durán] fue uno de los que creó la Sociedad Obrera en Constantina y ha estado presos varias veces con Primo de Rivera y con la República, en el bienio negro que estuvo en el Penal del Puerto de Santa María. Mi marido también era de la CNT».

Su padre y hermano combatieron en las columnas Andalucía-Extremadura y Espartacus durante la guerra civil y fueron fusilados en Madrid una vez caída la ciudad en manos de los franquistas, pero pudo salvar con su firme actitud la vida de su compañero, José Teyssiere, que se enfrentaba a una pena de muerte. Dolores consiguió los avales precisos a última hora.

Teyssiere, después de pasar por la cárcel de Sevilla fue destinado al campo de concentración de La Corchuela, donde más de mil presos políticos trabajaban como esclavos en la construcción del Canal del Bajo Guadalquivir, conocido como Canal de los Presos. Dolores nunca faltó, una vez por semana, los días fijados para la comunicación, a la cita con su compañero en el campo de la Corchuela, ubicado a unos ocho kilómetros de Dos Hermanas. Hasta allí se desplazaba con su pequeño hijo en brazos en autobús y a pie desde el sevillano barrio de San Julián donde vivía. Le llevaba el alimento vital para la supervivencia de los presos esclavos, vestido e información. En el mismo campo de la Corchuela contrajo matrimonio religioso con su compañero en 1942, en una pura acción teatral, para poder cobrar unas míseras pesetas con las que poder alimentar a sus hijos. Dolores no pudo evitar que les cambiaran en el registro, sin su permiso, los nombres libertarios que tenían sus hijos por otros del santoral cristiano. Pero si evitó, con su férrea actitud, que una institución eclesiástica les arrebatase a sus hijos con el argumento de que una «mujer de rojo», que además está preso, no podría sacarlos adelante.

El 28 de diciembre de 1942 José Teyssiere logró evadirse del campo de concentración y, tras pasar algunos días escondido en casa de compañeros, Dolores se lo llevó a la suya, a una choza en el barrio de los Carteros donde logró mantenerlo oculto durante cinco años hasta que su situación fue «normalizada». A pesar de tantas adversidades, Dolores sacó adelante a la familia, cultivando la cultura y la memoria de sus raíces.

En las postrimerías de su vida fue una animosa militante de la memoria que donó con generosidad su testimonio de vida y participó con su presencia física en multitud de actos de reconocimiento a las víctimas del fascismo y a los presos del Canal. Siempre se mantuvo ligada al ideario libertario con el que había crecido y con el que se había hecho persona con un enorme sentido de la dignidad humana, y siempre supo transmitir con entusiasmo su pasión por la vida.