Eladio López Alegría

Badajoz

Primer de la II República en Badajoz

Francisco Eladio Máximo López Alegría, nació en Cáceres el día 15 de Septiembre de 1881. Su padre Eladio López Rubio, era abogado y fiscal en la capital cacereña, y “uno de los periodistas más conocidos de la época”. La familia de Eladio López Alegría, por parte paterna procede toda y por varias generaciones de la localidad cacereña de Garrovillas de Alconétar, donde el abuelo Bernardo López Nacarino, ejerció a mediados del siglo XIX, primero de secretario del Ayuntamiento y luego, desde 1872 y hasta su jubilación, de notario. Fue sustituido por su hijo Adrián López Rubio, en la notaría de Garrovillas. Otro de sus tíos Manuel López Rubio, licenciado en derecho, ejerció como archivero del Ministerio de Justicia. Su madre, Joaquina Alegría Vicente, procede de una familia de conocidos libreros y bibliotecarios salmantinos de la época.

Corría el año 1883, un 15 de septiembre, Eladio contaba dos años de edad cuando, según cuentan los “ecos de sociedad” que insertaban los periódicos en sus crónicas locales, “Eladio López Rubio, nuevo notario, toma posesión de su cargo en la ciudad de Badajoz, e instala su despacho en la calle San Agustín, nº 11”.

Como digo llega de Cáceres, y con él su mujer y sus cuatro hijos. El menor, Eladio, se llamaba como su padre; aunque en su partida de nacimiento le anteponían un Francisco, y un Máximo después de Eladio, en recuerdo seguramente de algunos antepasados, siempre le llamaron Eladio simplemente. Instalaron su residencia familiar en la calle Arias Montano, conocida popularmente como la calle de la Sal. En los últimos años del siglo XIX, su padre mandó construir una casa en la calle Meléndez Valdés, conocida entonces como Granado, en el entonces número 26.

La vida de Eladio transcurre normalmente. Al paso de los años vinieron al mundo tres hermanos más, hasta sumar siete. Estudia el bachillerato en el Instituto de Enseñanzas Medias de Badajoz y llega la edad de marchar a la Universidad, pues Eladio quiere seguir la tradición familiar, la carrera de su padre, de sus tíos, de su abuelo, quiere licenciase en derecho. Así lo hace por la Universidad de Salamanca, en los primeros años del siglo XX.

Se casó en Talavera de la Reina con Leticia Álvarez, toledana de Los Navalmorales a la que conoció en Figueira da Foz (Portugal). Tuvieron seis hijos: Eladio –padre del astronauta Miguel López Alegría–, Leticia –mi madre–, Antonia y Mª Luisa; hubo dos hijas más que murieron muy pequeñas. Diez nietos, dieciséis biznietos y dos tataranietos, todos vivos y a los que lógicamente no conoció. Cuando murió ejercía su profesión de abogado, corredor de comercio y secretario de la Cámara Urbana de Badajoz.

En un momento de su vida profesional ejerce como fiscal de la Audiencia de Badajoz, y es durante el ejercicio de esta actividad judicial, cuando tenemos un primer detalle de su talante: por los años veinte, abandona la Fiscalía por motivos de conciencia, según atestiguaba su mujer, cuando contaba, que cierto día llegó a casa procedente de la Audiencia diciendo: “abandono la carrera fiscal, pues mi conciencia no me permite acusar con arreglo a las leyes injustas que tenemos”. Eran tiempos de la dictadura de Primo de Rivera. Y así fue, dejó la fiscalía y se dedicó al derecho mercantil, se hizo corredor de comercio.

Provenía de familia de larga tradición republicana según él mismo afirma en su discurso de toma de posesión de la Alcaldía de Badajoz: “soy republicano de toda la vida por tradición y por convicción y con esta idea moriré”.

Recientemente ha llegado a mis manos un bastón de mando (¿de alcalde?), que le perteneció. En su empuñadura hay una inscripción que reza: “República Española. Constitución de 1869. Badajoz 5 de Agosto de 1883”. Recordar que esta fecha se produjo aquel famoso pronunciamiento republicano de algunos militares la Asociación Republicana Militar, que trataba de restaurar la Constitución de 1869.

Tenía casi cincuenta años cuando entra en la política activa. Desde su nacimiento su vida había estado presidida políticamente por la monarquía o la dictadura de Primo de Rivera, parece que los alicientes que vislumbró para entrar en política no se dieron hasta la convocatoria de elecciones libres en las municipales de 1931.

Durante el transcurso del primer tercio del siglo veinte, en el renacer de los partidos políticos, los republicanos habían tratado de reorganizarse, partiendo de lo se que llamaba Alianza Republicana, cuyo núcleo central estaba formado por el Partido Radical, creado por Alejandro Lerroux en 1908, y el grupo de Acción Republicana creado por Manuel Azaña en 1907. Del Partido Radical se desgaja un grupo que considera que el partido de Lerroux, es demasiado proclive a los pactos y entendimientos con los monárquicos, además de otras cuestiones ideológicas y actitudes de su líder y fundan el Partido Republicano Radical Socialista. En Badajoz, este movimiento de escisión transcurrió en paralelo al nacional. Eladio López Alegría, fue uno de los fundadores del Partido Republicano Radical Socialista.

El 20 de febrero de 1931, el gobierno del almirante Aznar, convoca elecciones municipales para el 12 de abril. En general concurrieron dos grandes coaliciones, la de los partidos que querían mantener la forma del Estado como Monarquía, y aquellos que tenían como su ideal más importante la instauración de la República, no sólo como forma de Estado sino también como concepción política en cuanto a derechos y libertades. Las elecciones dieron en 46 capitales de provincia el triunfo a los republicanos.

En Badajoz ocurrió otro tanto, las dos grandes coaliciones se presentaron a las elecciones municipales. Dentro de la Conjunción Republicano-Socialista y concretamente con los republicanos concurrió el mencionado Partido Republicano Radical Socialista y como miembro fundador del mismo: Eladio López Alegría. Los resultados arrojaron una mayoría de veinte (diez republicanos y diez socialistas) concejales por la Conjunción Republicano Socialista, por trece de las candidaturas monárquicas. El 16 de abril, las actas de constitución del nuevo consistorio dicen: “Por aclamación o unanimidad de votos de los señores Concejales presentes, se designa Alcalde-Presidente de este Ayuntamiento a Don Francisco Eladio López Alegría.

En junio de ese mismo año fue candidato a Cortes Constituyentes por la Conjunción. El día diez de agosto, presenta su dimisión como alcalde. La llamada Conjunción Republicano-Socialista, que concurrió a las elecciones con tanto éxito, debido sobre todo –todo hay que decirlo– a la aportación del PSOE, sufrió un quebranto importante. Los socialistas se negaron a formar parte en el equipo de gobierno, motivo por el cual se vio en la necesidad de presentar la dimisión, bajo el pretexto de su estado de salud, y con él todo el equipo de gobierno, republicanos y socialistas.

Fue un periodo corto pero muy intenso en la Alcaldía, pues se vivieron momentos difíciles ante las expectativas levantadas por la República, especialmente entre en las clases populares, que se vieron frustradas por diferentes motivos, especialmente económicos. Tras su dimisión de la Alcaldía, continuó de concejal hasta el día de su asesinato.

Continuó compaginando su actividad particular de profesional de la abogacía, corredor de comercio y secretario de la Cámara Urbana, con algunos nombramientos políticos. Fue nombrado Presidente de los Jurados Mixtos de Artes Blancas, según reza la sentencia del Tribunal de Responsabilidades Políticas, aunque desconozco la fecha. En abril de 1933 fue nombrado presidente de la Junta para la Reforma Agraria en Badajoz, por el ministro de Agricultura del Gobierno de la República, a la sazón Marcelino Domingo, compañero del Partido Republicano Radical Socialista, supongo que hasta septiembre del mismo año treinta y tres, en que se formó el gobierno de coalición de la CEDA con el Partido Radical (el otro, el de derecha, el de Larroux), presidido por éste. En junio de 1936, un mes antes del golpe franquista fue nombrado Presidente de los Jurados Mixtos Agrarios.

El 18 de Julio de 1936, se produce el golpe del general Franco, sublevando las tropas de África contra el Gobierno de la República legalmente constituido. Menos de un mes tardan las mencionadas tropas al mando del teniente coronel Yagüe en asediar y tomar la ciudad de Badajoz, cosa que ocurrió el 14 de Agosto. Empieza la represión contra todos los hombres y mujeres que de una manera u otra habían defendido el orden constitucional, unos con las armas otros con la palabra, todos en su actitud de defensa de la libertad, la igualdad, y los valores republicanos que en suma había elegido el pueblo, en elecciones libres.

Muchos de los compañeros y correligionarios del ex alcalde López Alegría, le aconsejaron que se marchara con ellos a un exilio temporal, hasta que pasaran aquellos peligrosos primeros momentos, días o… meses. Para algunos fueron años, muchos años. Para otros para siempre…murieron en el exilio. No era ese el carácter de Eladio López Alegría, no pensó ni por un momento abandonar su tierra, su país y sobre todo su familia. “Nada tengo que temer pues nada punible he cometido”, fueron sus palabras. Permaneció en su casa, discretamente oculto en los bajos de la vivienda, donde había un sótano.

El día 15 de septiembre de 1936, marchó a su despacho de la Cámara Urbana, de donde fue secuestrado violentamente, fue hecho preso y fusilado al día siguiente en la tristemente famosa pared del cementerio de San Juan de Badajoz.

El 9 de febrero de 1939, el bando franquista dicta una ley, llamada de “Responsabilidades Políticas”; con arreglo a la mencionada ley, el Tribunal de Responsabilidades Políticas en Cáceres, presidido por el teniente coronel Francisco Dávila García y actuando de vocales Enrique Moreno Albarrán y Ángel Mancha Godoy, dicta la siguiente sentencia:

En la ciudad de Cáceres a dieciséis de enero de mil novecientos cuarenta.

Visto por este tribunal Regional de Responsabilidades Políticas, el expediente numero sesenta y siete de mil novecientos treinta y ocho, instruido por el juzgado de Badajoz designado como especial por la Comisión Provincial de incautación de Bienes contra Don ELADIO LOPEZ ALEGRIA, vecino de Badajoz de cincuenta y cinco años de edad, casado, abogado y Corredor de Comercio, siendo ponente el Juez de Primera Instancia e instrucción don Enrique Moreno Albarran”.

En el primer RESULTANDO dice:

…que habiendo sido compromisario en las elecciones para Presidente de la República y Alcalde de aquella Capital con el Frente Popular. A partir de la iniciación del Movimiento no consta que tuviese actuación ni ninguna índole y se significase en nada, coincidiendo tanto los testigos que han depuesto como los informes facilitados por autoridades y demás organismos que preceptivamente vienen obligados a facilitarlos, que no obstante el carácter izquierdista del inculpado, les pareció siempre un hombre digno, de una conducta intachable personalmente…”.

Después de otros RESULTANDOS Y CONSIDERANDOS, el fallo dice:

FALLAMOS, que debemos sancionar y sancionamos al inculpado ya fallecido D. ELADIO LOPEZ ALEGRIA, vecino de Badajoz a que satisfaga al Estado, por vía de indemnización como responsable político a la cantidad de TRES MIL pesetas, que se harán efectivas con cargo a su caudal hereditario de la forma y expresiones prevenidas por el articulo quince de la Ley de Responsabilidades Políticas.

Trágica y cruel ironía, que después de su fusilamiento fuera condenado a tres mil pesetas de multa que tuvieron que pagar su mujer e hijos. No era suficiente con haberlo asesinado.

Si trágica, cruel, injusta y represiva al máximo fue la actuación del régimen franquista, como hemos visto anteriormente, no le fue a la zaga la actuación del Colegio de Abogados, encabezado por su decano. En la sesión del día 13 de Enero de 1937, un grupo de colegiados, unos hechos presos otros huidos y otros asesinados, fueron expulsados del Colegio. Resaltar del discurso del decano, plagado de citas elogiosas hacia el “Glorioso Alzamiento Nacional” cuando dice “que las defunciones –asesinatos diría yo–, fueran producidas por la aplicación, fría, inexorable y justa de la ley”, cuando fue juzgado como hemos visto más de tres años después de su asesinato.

El 25 de Abril de 1987 en una junta general del Colegio de Abogados, y gracias a una propuesta del abogado pacense don José Luis Galache, senador del PSOE en aquellas fechas, y haciéndola suya el decano don Antonio García Galán, se rehabilita a los abogados asesinados y expulsados del Colegio en Enero de 1937.Los profesionales del derecho estuvieron a la altura.

El pasado día 15 de Agosto de 2009, se le rindió, por primera vez en setenta y siete años, en el cementerio de Badajoz, un homenaje en su recuerdo, gracias al PSOE.