José Moreno Marfil nació en el año 1910, hijo de José Moreno García y Magdalena Marfil Pérez. La familia tenía tierras y un molino de aceite alquilado, por lo que su situación económica era bastante holgada. Además de esto, su padre comenzó a trabajar como corresponsal del Banco Español de Crédito en el año 1927.
José tenía dos hermanos más, Antonio y Francisco. Estudió primaria en Vélez-Málaga con el profesor Solano y, aunque no hizo estudios superiores, se destacó por su inteligencia. Esto le incentivó para que, más tarde, su padre lo colocara también en el Banco, viajando constantemente por toda la vertiente oriental de la Comarca de la Axarquía, desde Periana a Nerja. Llegada la República, se casó con Mercedes Benítez Muñoz, con la cual tendría una hija llamada como la madre. Ambos, marido y mujer, se trasladan al domicilio de la calle de En medio nº 17.
Su carrera política fue bastante efímera. Con sólo 25 años se presentó para las candidaturas municipales de febrero de 1936, representando al partido de Unión Republicana. Pese a las indicaciones del padre que le advertían de que no se metiera en política, José lo hizo apoyado por los compañeros del Banco quienes deseaban resguardarse las espaldas ante el radicalismo preponderante. Fue elegido concejal del Frente Popular, como miembro de las comisiones de personal, obras públicas, festejos y abasto del Ayuntamiento de Vélez.
Con la guerra, perteneció al Comité de Abastecimiento, nombrado el 25 de julio. Persona de sentimientos bondadosos, gracias a su intervención, salvó muchas vidas, entre ellas se encontraban las de Antonio Fa, interventor del banco donde trabajaba, Enrique Montoro Martín, ex alcalde radical, y otros más. Más tarde, huye con su familia a la zona republicana tras caer Vélez el 8 de febrero de 1937, y se hospeda en el Repelló, municipio de Sueca (Valencia) hasta el final del conflicto. Pese a todas las oportunidades que tuvo de cruzar la frontera con Francia, coger un barco en Valencia, y haciendo caso omiso a las constantes súplicas de su padre, decide regresar a su ciudad natal, pues pensaba que él nada malo había hecho, sino salvar vidas.
Pero el día 28 de abril de 1939, nada más bajar del tren, José es prendido y llevado a la cárcel. Se le abre un atestado con el consiguiendo proceso sumarial. El 1 de junio es sentenciado a muerte sin una sola prueba material de su supuesta culpabilidad en los sucesos que siguieron al estallido de la guerra. Muchos a los que salvó le dieron la espalda. El 12 de diciembre fue fusilado en el cementerio de Vélez. Aquel día, ya al amanecer, algunos individuos, que habían intentado declarar a favor de él, le dan el pésame a su padre y le dicen que, bajo influencia de ellos, habían podido conseguir que su cadáver tuviera la oportunidad de ser enterrado decentemente, y no en una fosa común. No obstante, rechaza la oferta, contestándoles que si no habían podido hacer nada por su hijo, que fuera enterrado con sus compañeros, para evitar agradecerles nada.
Fuente: http://velezmalaga-siglo21.blogspot.com