Natural de Las Navas de la Concepción (Sevilla), nacido el 3 de enero de 1908, hijo de Manuel Muñoz Mateo y Rosario Fernández Cárdenas, era obrero zapatero de profesión, trabajaba en el taller de José Gutiérrez Fernández, vivía en el n.º 15 de la calle Ramón Calderón y estaba afiliado a la UGT desde su constitución en la localidad, tras la llegada de la República en 1931.
Detenido por primera vez a comienzos de junio de 1933 en el transcurso de la huelga que los trabajadores de la comarca habían convocado aquel verano, el día 25 de dicho mes ingresó en la cárcel de Cazalla. A comienzos de julio, el Juzgado de Instrucción de Cazalla de la Sierra lo procesaría en el Sumario 1/33 por «coacciones y amenazas», al tiempo que ordenaba su ingreso en la Prisión Provincial de Sevilla. En la vista celebrada por la Audiencia Territorial el 29 de julio resultó condenado a 2 años, 4 meses y 1 día de prisión. El 10 de octubre fue trasladado al Penal Central de Ocaña (Toledo), establecimiento asignado por el aparato judicial para cumplimiento de la pena. Cumplida esta, a finales de octubre de 1935 salió en libertad.
El golpe militar del 18 de julio de 1936 le cogió, como a tantos otros, trabajando en las faenas propias de la temporada, siega, descorche, etc. Ante el llamamiento efectuado por el Comité de Defensa de la localidad, no dudó en ponerse al servicio de este formando parte de una de las patrullas encargadas de la requisa de armas a los derechistas del pueblo. Horas antes de que las tropas golpistas ocupasen Las Navas abandonó el pueblo junto a un grupo de jóvenes dirigiendo sus pasos hacia Extremadura, ingresando días más tarde en las Milicias Republicanas que se estaban organizando en Castuera para hacer frente al avance de las columnas rebeldes de Castejón y Asencio.
En marzo de 1938, con la remodelación del ejército republicano quedó incorporado a una compañía de artillería del 13 Cuerpo de Ejército con destino en el frente de Levante, unidad en la que permaneció hasta el final de la guerra, hecho que le cogió en la ciudad de Valencia, donde fue hecho prisionero por las tropas franquistas. En el campo de concentración instalado en la plaza de toros de dicha ciudad permaneció hasta finales de abril de 1939, fecha en que fue pasaportado para Las Navas con la obligación de presentarse a su llegada ante el comandante de puesto de la Guardia Civil de la localidad —cargo que en aquellos entonces ocupaba el cabo 1.º Francisco Capilla Martínez—, lo que efectuó el 4 de mayo de ese mismo año. Tras prestar declaración ante el referido cabo, al día siguiente sería trasladado al Campo de Clasificación de Prisioneros de La Rinconada (Sevilla).
Procesado por el Juzgado Militar n.º 66 en la Causa 4078/39, un consejo de guerra celebrado en Sevilla el 13 de julio de 1943 lo condenaría a 14 años de reclusión. En la Prisión Provincial de Sevilla permaneció hasta finales de octubre de ese mismo año, fecha en que salió en libertad condicional con destierro en Madrid. Tras regresar a su pueblo en 1944, a finales del mes de enero de dicho año fue nuevamente detenido acusado de agredir a un guardia municipal de la localidad, de resultas de lo cual pasaría otro año en prisión.
En 1947, después de actuar varios meses como enlace de la guerrilla de Palanco, ante el temor a ser detenido, se incorporaría a la misma, siendo posteriormente destinado a la del jefe del 150 Batallón, Godoy del Pueblo. Tres años después, el 26 de abril de 1950, una patrulla de la Guardia Civil le dio muerte en terrenos de la finca «Eras del Serrano» del término de Constantina.*
* Todos los datos del presente trabajo han sido extraídos del Archivo del Tribunal Militar Territorial 2.º de Sevilla, Causa 260/51 (leg. 804, doc. 11403).
