Luis Abad Carretero

Ceuta
Ceuta
García Lafuente, María Isabel

Nació en Ohanes (Almería) en 1895 y era licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid, iniciando su carrera docente como profesor en el Colegio de Huérfanos. Posteriormente trabajaría como profesor ayudante en el Instituto Escuela desde 1928 a 1931. En 1932 obtuvo por oposición plaza de catedrático numerario en el Instituto Nacional de Segunda Enseñanza de Zafra y el 20 de octubre de ese mismo año pasó al Instituto Hispano-Marroquí de Ceuta. Fue un señalado discípulo de Ortega y Gasset y destacó en el estudio de los últimos conocimientos y metodologías de psicología individual que se practicaban en Europa para intentar aplicarlos en sus clases. Su preocupación por mejorar la calidad de su trabajo como docente y filósofo se puede ver en su informe Concepto y metodología de la Enseñanza de la Filosofía en la Segunda Enseñanza, redactado en 1931. Participó activamente en charlas y conferencias públicas con reflexiones sobre la realidad y el tiempo que le tocó vivir y mantuvo siempre una alta conciencia política que no fue ajena a la situación de Ceuta y del Protectorado. En esas conferencias dejó patente su visión del momento político de forma realista y moderada, pero firme y combativa. Su conciencia política le llevó a militar destacadamente en Acción Republicana y después en Izquierda Republicana, de la que fue su fundador. Cabe recordar también que estuvo pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios para realizar el curso 1933-34 en la Facultad de Psicología de la Universidad de Zúrich. En enero de 1936 contrajo matrimonio con la joven tocóloga Antonia Castillo Gómez, (Ceuta, 27 de noviembre de 1907) mujer sobresaliente que se había licenciado en medicina con 20 años y era muy conocida en la ciudad, donde ejercía su plaza de tocóloga y médica de la beneficencia municipal atendiendo a mujeres sin recursos.

Cuando se produjo el golpe militar Luis consiguió salvar su vida escapando a Tánger. Poco después de su huida fue expedientado y separado de la enseñanza. El 24 de noviembre de 1936, a propuesta del Rectorado de la Universidad de Sevilla fue suspendido indefinidamente de empleo y sueldo. La sanción la ratificó la Junta Técnica del Estado el 24 de junio de 1937 separándolo definitivamente del servicio y dándole de baja en el Escalafón. Pero no bastó el cese y la expulsión de la docencia: en 1938 se le instruyó un expediente de incautación de todos sus bienes, el cual no fue sobreseído hasta el 9 de abril de 1945; también se le instruyó un expediente de Responsabilidades Políticas, que lo sancionó con una multa de 25.000 pesetas. Desde la ciudad internacional Luis Abad viajó a España donde permaneció durante la guerra colaborando con la República y dando clases en el Instituto de Almería.

En marzo de 1939, cuando la guerra llegó a su final, tuvo que huir de nuevo apresuradamente, esta vez hasta Orán desde el puerto de Alicante en el barco Stanbrook. En la ciudad argelina fue recluido en el campo de concentración de Boghari, del que salió en 1940, gracias a que las autoridades francesas liberaron a varios cientos de prisioneros para disminuir el gasto público de su mantenimiento. La dureza de este campo, como los de Carnot, Molière y otros, ya quedó reflejada en los informes que elaboraron las misiones internacionales que los visitaron. Durante diez años sobrevivió dando clases de español, inglés y de matemáticas, además de pintar, afición que le acompañó toda su vida y en la que también destacó. El 10 de octubre de 1947 fue autorizado por el Gobierno de la República española en el exilio desde París, para ejercer como maestro en los cursos de Lengua Española y de Geografía e Historia de España organizados por la FETE de Orán para los hijos de los refugiados españoles.

En 1950 se trasladó a París, donde vivió cuatro años, trabajando también como profesor de español. Finalmente, Luis emprendió rumbo a México en 1953 donde participó en exposiciones de pintura, dio clases particulares, escribió artículos y en 1956 fue nombrado profesor titular de la cátedra de Psicología de la Universidad Autónoma de México. Pero este país fue, sobre todo, el lugar donde después de diecisiete años pudo reencontrarse, al fin, con su mujer, a la que no había visto desde su huida de Ceuta en 1936. Antonia, que por su relación con su marido había sido acusada de «ser simpatizante de la política de izquierda» o de «no ser de confianza del Movimiento Nacional», tuvo que abandonar Ceuta forzosamente y trasladarse a Madrid, para marchar después a Burgos donde, como en Ceuta, fue la primera mujer en figurar en el Colegio de Médicos de la ciudad. Después de pasar por Nueva York y Buenos Aires, el 29 de enero de 1946 partió rumbo a México, donde pudo se encontró con Luis. En su nueva vida como exiliados, ambos destacaron en sus respectivos trabajos con una gran labor intelectual y científica, acompañada de numerosos trabajos y publicaciones.

No retornaron a España hasta 1966. Se instalaron definitivamente en Gádor y en 1971 murió Antonia para, pocos meses después, en noviembre, seguirle Luis. Hoy sus nombres rotulan dos calles en Ceuta y Almería, respectivamente.

Fuente: María Isabel García Lafuente: La depuración de la enseñanza y del cuerpo docente en el Norte de África a partir del 17 de julio de 1936: Protectorado español de Marruecos, Ceuta y Melilla, y su alcance en Tánger, Protectorado francés de Marruecos y Argelia colonial. Tesis doctoral, Universidad de Sevilla, 2019. Accesible en https://idus.us.es/handle/11441/88934.