Manuel Claro Jiménez

Paterna del Campo
Huelva
Ramírez Copeiro del Villar, Jesús

Manuel Claro Jiménez, Rubio Clarilla, nació en Paterna del Campo (Huelva), el 19 de noviembre de 1905. Este obrero del campo y socialista se refugió en la Pata del Caballo y se unió a sus paisanos Antonio del Valle y Manuel Medrano, resistiendo durante un año las batidas de Falange. Alcanzó las líneas republicanas y combatió en el Ebro. Estuvo después de carabinero en los Pirineos con la misión de pasar de contrabando armas y municiones para sostener al ejército republicano. En Barcelona conoció a Adoración Castillo Castillo, una joven de Azuaga (Badajoz), con la que se casó por lo civil el 28 de abril de 1938 en Prullans (Lérida). Yo nací el 31 de enero de 1939 en Puigcerdá —comenta su hijo Manuel— y a los tres días pasamos a Francia. A mi madre y a mí nos enviaron a un hogar de campaña para mujeres y bebés, en Orleáns, al sur de París y mi padre fue al campo de Argelès-sur-Mer. En 1940 Manuel Claro trabajó en un viñedo para un viticultor de Yonne, en la región de Borgoña, logrando que su esposa y su hijo se reunieran con él.

En 1942 los soldados alemanes y las milicias de Pétain buscaban a los republicanos españoles para enviarlos a trabajar a Alemania, así que la familia Claro huyó a Pimelles, una aldea en la región de Morvan. Un agricultor francés contrató a mi madre para cuidar vacas y a mi padre como leñador y carbonero —continúa su hijo Manuel— y vivimos en su granja. En ese año nació mi hermano Rafael.

Manuel Claro se unió a la Resistencia, al maquis de Morvan y actuó en esta región del centro de Francia, de colinas boscosas y granjas aisladas, con numerosos escondrijos, de caminos estrechos y en mal estado, ideal para emboscadas. La zona ofrecía un refugio seguro a la guerrilla y reunía las condiciones idóneas para expulsar al ocupante alemán. Los FFI utilizaban fusiles ametralladores y granadas de mano, armamento lanzado en paracaídas por los aliados, previa cita con Radio Londres y lo mismo atacaban patrullas alemanas que a los franceses de Vichy.  Mi padre era un tipo duro —finaliza Manuel— y su misión era clara: atacar, matar y retirarse. Me acuerdo de la entrada de los FFI liberando nuestra aldea y de la gran fiesta que hubo durante tres días. Al acabar la guerra el matrimonio residió cerca de París, pero acabó divorciado y Manuel Claro se fue a vivir con su hijo mayor a París. A Paterna volvió un par de veces y nunca dejó de ser español. Falleció en la capital francesa, el 20 de junio de 1989.

Fuentes:

  • Manuel Claro Castillo (hijo, residente en Francia).
  • Jesús Ramírez Copeiro del Villar: En tierra extraña. El exilio republicano onubense. Autor-editor, 2011.