Nació en San Millán de la Cogolla (Logroño) el 28 de diciembre de 1874.
Maestra y escritora (teatro, poesía, artículos literarios, etc.). La mayor parte de su obra está firmada con el nombre de su marido Gregorio Martínez Sierra, con quien se casó en 1900 y del que se separó en 1922, aunque posteriormente continuó escribiendo con el nombre de aquél.
Se crió en Carabanchel (Madrid) donde su padre era médico en un orfanato. Ejerció de maestra desde 1894 a 1908 y ese magisterio en los barrios populares es lo que la llevará a ingresar en la Agrupación Socialista Madrileña.
En 1918 participó en la fundación de la Unión de Mujeres Españolas y en 1920 asistió, junto a Isabel Oyarzábal, al VIII Congreso de la Alianza Internacional para el Sufragio de la Mujer. Feminista militante, incrementó su actividad política tras la implantación de la Segunda República.
Diputada por Granada en las elecciones de 1933.
Tras la revolución de octubre de 1934 colaboró activamente con el Comité Nacional de Mujeres Antifascistas —presidido por Dolores Ibarruri— que al ser declarado ilegal, se transformó en la Organización Pro Infancia Obrera, bajo la presidencia de Clara Campoamor. Miembro también del Comité Pro-presos de las organizaciones socialistas PSOE, UGT y JSE. Dedica su actividad al auxilio a los presos de octubre a través de la Federación Sindical Internacional.
Al iniciarse la guerra civil fue miembro de la Comisión gubernamental creada para ocuparse de las indemnizaciones a los heridos de guerra. En octubre de 1936 fue destinada como agregada comercial de la Legación de España en Berna. Asistirá a reuniones internacionales de la Federación Sindical Internacional y, en mayo de 1937, será secretaria gubernamental de la delegación española a la XXIII Conferencia de la Oficina Internacional de Trabajo celebrada en Ginebra. En 1938 se hizo cargo del grupo de niños españoles que llegaron a Bélgica invitados por el Partido Obrero Belga.
Exiliada en Francia, pasará en Cagnes-sur-Mer, cerca de Niza, toda la Segunda Guerra Mundial prácticamente ciega por padecer cataratas en los dos ojos. En 1946 preside la Agrupación Socialista de los Alpes Marítimos. Poco después es operada en París recuperando la visión. En 1950 se trasladó a Nueva York y tras pasar por México se asentó definitivamente en Buenos Aires, donde continuó su labor literaria y donde falleció en 1974.
Autora de numerosas obras literarias: Tu eres la Paz, Canción de Cuna y de obras políticas y de memorias: La mujer española ante la República (1931), Una mujer por los caminos de España: recuerdos de propagandista (1952) y Gregorio y yo: medio siglo de colaboración (1953).
[Véase: Antonina RODRIGO GARCÍA. María Lejárraga: una mujer en la sombra. – Madrid: Círculo de Lectores, 1992. – Hay otra edición, Madrid: Vosa, 1994].
Fuente: Segunda República. El Grupo Parlamentario Socialista. Fundación Pablo Iglesias, 2000.