Un librero anarquista en Ceuta
Desde muy temprana hora se podía ver por el paseo del Rebellin, la figura de un personaje muy clásico en aquella Ceuta de los años treinta, se llamaba Miguel D´lom, de pequeña estatura, siempre vestido de blanco y con una gran barba, ya canosa. Tirando de su modesto puesto ambulante se instalaba frente al bar Kin, donde también se le podía ver en acaloradas tertulias, mientras dejaba a su ayudante al cargo de la “librería”.
En su afán por elevar el nivel cultural de Ceuta creó junto a otros compañeros cenetistas una Escuela Racionalista en la barriada San José (en lo que después fué el Bar California), su primer pedido con material, no pudieron disfrutarlo, al llegar a la ciudad se había iniciado la Guerra Civil y quedaron todos los libros y material escolar requisado. Junto a el, en este Ateneo Racionalista, se podía ver a José Ríos Soto destacados miembros de la Federación Anarquista Ibérica FAI. fué el último secretario del Ateneo Racionalista y empleado de Tejidos “El Siglo”. También, Pedro Vera Sánchez, Antonio Bernabé Calvo, era un joven maestro o Antonio Pedraza Palomo, estudiante de magisterio y practicante.
Miguel D´lom ofrecía libros en pleno Rebellin, de corte naturista y libertario, su clara militancia anarquista avalaban los títulos que mostraba a los viandantes. Siempre se le podía ver a la cabeza de las reivindicaciones obreras y manifestaciones organizadas por la CNT. Tras el golpe de 1936, en la madrugada del 17 de agosto, fué ejecutado y su cuerpo apareció junto a ocho compañeros más en el depósito del cementerio de Santa Catalina de Ceuta.
El librero Miguel D´lom, a las generaciones actuales pocos les dirá, no era famoso, no era ni un autor, ni crítico, ni editor. Era simplemente un librero. Eso sí, un gran librero a pesar de ser pequeño. Un cuerpo pequeño para una gran pasión por el libro, por la lectura libertaria. Era una de esas librerías como tantas en tantas ciudades, donde durante mucho tiempo la trastienda (su casa) era más importante que el puesto ambulante. Su librería ocupó un papel fundamental en la lucha cotidiana de los ceutíes de aquellos años. En un catalogo que editó este modesto librero ceutí, he podido leer algunos títulos que ofrecía: ” A la juventud” por Miguel D´lom. “Una paz de bandidos” por Lenin, “Mujeres y soldados rojos”, “tribunal revolucionario”, “Guardias rojos contra cosacos” por Luisa Brejand, entre otros. Y como nota al pie del catalogo escribe: ” Muy pronto se pondrán a la venta otros folletos (de los que tanta falta hace en éstas tierras) de grandes mentalidades y muy conocidos en el mundo científico y de las letras que serán una cuestión analítica contra el espiritismo”.
Repartía unas hojitas junto con sus libros de temas libertarios, en una de ellas terminaba: “Junto a por el porvenir, y todos esos poseedores de una voluntad y de testículos gritaran conmigo, ¡Atrás los cobardes y farsantes! que nosotros sabemos caminar cara a la luz del sol. La anarquía es nuestro todo, a ella vamos y la conquistaremos con brazo y cerebro, ébrios de amor y arrojo como el macho embriagado conquista a su amada, con fuerza en la mente y miel en los labios. ¡Revolucionarios, hermanos del ideal vamos por la Anarquía!”. Concluye con su particular ideario.
Detenido en las primeras horas del 17 de Julio de 1936
El librero Miguel D´Lom, fue ejecutado en la madrugada del 17 de agosto de 1936, junto a ocho compañeros cenetistas. El capitulo de la represión es la primera y fundamental página negra de nuestra historia local contemporánea, y desde una doble perspectiva, por su crueldad y su desconocimiento. La represión desencadenada fue tan intensa y extendida que no sólo la sufrieron los que habían defendido la legalidad democrática con su labor política y sindical, también cayó la misma sobre aquellos que eran simplemente más abiertos, los incrédulos por cualquier motivo, los que habían destacado en empresas culturales y actividades públicas, o simplemente, aquellos denunciados por rencillas personales, odios y deudas, de los que se nutrieron las cárceles ceutíes y zona del Protectorado Español en Marruecos.
Tras la proclamación del estado de guerra, Ceuta se convierte en una ciudad llena de miedos y recelos; desde la misma madrugada del 18 de julio las fuerzas sublevadas, con la ayuda de patrullas de falangistas, comienzan las detenciones selectivas y asaltos a las sedes de los sindicatos y partidos políticos. El Comandante General y Jefe de la Circunscripción Occidental, Teniente Coronel Román Gautier Atienza, el 18 de julio de 1936 de julio, emite un duro comunicado: ” El que desobedezca las prescripciones de los bandos publicados anteriormente, será pasado por las armas, sin previo juicio sumarísimo”.
Los listados con las detenciones de políticos y sindicalistas debían estar realizados desde bastantes días anteriores al golpe, ya que, en la madrugada del 18 de julio y en pocas horas se comienzan a encarcelar a los principales personajes de la vida política y sindical ceutí. Un número importante logró huir fuera de la ciudad, bien a Tánger, Gibraltar o a las costas malagueñas, pero los que confiaron, en el Gobierno en pocas horas fueron detenidos y tras pasar primeramente por la comisaría, donde pueden estar varios días sufriendo duros interrogatorios eran trasladados, en espera del consejo de guerra, a uno de los tres centros penitenciarios habilitados en la ciudad. Los militares y algunos civiles a la fortaleza-prisión militar del Monte Hacho y el resto a la Prisión de García Aldave o también llamada “Posición A”, las mujeres al fortín de la barriada del Sarchal, antigua cárcel de la ciudad. Es difícil cuantificar el número exacto de detenidos en los tres centros penitenciarios, pero, según unas declaraciones de un alto jefe militar, son cerca de 2000. El 1 de septiembre de 1940 se cerro la Prisión de García Aldave y todos los presos fueron llevados a la Fortaleza del Monte Hacho.
El nuevo poder establecido violentó numerosos principios básicos del derecho. Se aplicaría la ley de forma retroactiva. Se les imputaba a los defensores de la legislación establecida el delito de “adhesión a la rebelión”, cuando habían sido los sublevados los que habían violentado el orden constitucional en vigor. Esta alteración de cual es el verdadero poder legítimo y quién es el verdadero rebelde, implicó un cambio de papeles. Quien el 17 de julio de 1936 era leal al gobierno de la República, pasó a ser, en la madrugada del 18 de julio, culpable de un delito de rebelión. Se catalogaban como delitos aquellos que previamente no existían en el Código y se les aplicaban durísimas penas por ser afiliados a partidos políticos que habían estado en la legalidad. El nuevo aparato jurídico que se crea se articula, en primer lugar, a través de los consejos de guerra de los Tribunales de Justicia Militar y, en segundo, por los Tribunales Regionales de Responsabilidades Políticas creado el 9 de febrero de 1939, que remataban la tarea represiva esto fue el fin a cualquier espejismo por parte de los republicanos benevolentes de que los sublevados quisieran llegar a algún compromiso que no fuese el apartamiento total de los vencidos, esta alteración jurídica estuvo vigente hasta el 13 de abril de 1945.
Los compañeros del librero Miguel D´Lom, ejecutados
Los ejecutados junto al librero Miguel D´Lom son, el periodista Joaquín Estévez Suárez, este dirigió varios diarios locales durante la Republica cómo el semanario editado por José Viñas Vinuesa “Renovación” en 1933 o “El Soviet” en julio de 1936 órgano de difusión del Partido Comunista de Ceuta. Otro de los ejecutados fue el dirigente Tomás Casado Sánchez, éste era secretario de la sección de pesca de la CNT. También el maestro nacional Ángel Grande Pérez que fue presidente del Partido Acción Republicana de Manuel Azaña y promotor en la ciudad de la fusión de todos los partidos de izquierda, dando lugar en abril de 1933 al Partido Izquierda Republicana, su hijo el Sargento de Regulares nº 3 Godofredo Grande, fue ejecutado el 4 de agosto de 1936. Desde la ciudad costero de Arcila en el Protectorado Español, fue trasladado a Ceuta Cristóbal de Lora Castañeda miembro destacado del Partido Radical-Socialista y fundador de la Logia Tetuaní “Oriente”, la sublevación le sorprendió siendo Interventor General de la zona Larache-Arcila y tras resistir durante unas horas y transmitir a los centros oficiales de la Zona varios comunicados del Gobierno de la República con mensajes de no secundar la sublevación fue detenido y conducido a la Fortaleza-Prisión del Monte Hacho. Los tres últimos ejecutados de esa saca fueron los anarcosindicalistas Diego López Sánchez, Antonio Postigo Martínez y el líder Pedro Vera Sánchez éste represento a los sindicalistas de la CNT en el congreso que celebro la Confederación en Zaragoza en mayo de 1936, era un sindicalista mas que de acción de convicción con una gran oratoria. Fundó la Escuela Racionalista en la Barriada de San José y otra en su casa.