Doña Mencía, Córdoba, 1910 – Gusen, 1941
Miembro de una extensa familia campesina de izquierdas compuesta por una docena de hermanos, aunque no todos lograron sobrevivir a una época marcada por los rigores de la injusticia, que se cebaba con violenta contundencia entre la población campesina andaluza. Las hambres, las enfermedades, la represión… eran componenda habitual en sus vidas y, así, no era nada excepcional que una mujer pudiera parir doce hijos pero sólo sacara adelante a siete u ocho en el mejor de los casos.
Este era el contexto de Pedro que pronto se asocia al Centro Obrero local que articulaba a la población trabajadora menciana bajo unos objetivos y aspiraciones que por entonces parecían posibles: la reforma agraria. Con el golpe fascista de julio de 1936 el Ayuntamiento del Frente Popular crea un comité para la salvaguarda de las instituciones democráticas e impide que se desencadene la violencia, no produciéndose víctimas en ninguno de los bandos. Las noticias de la cruel represión que se estaba llevando a cabo en la vecina localidad de Baena provoca un verdadero éxodo de familias obreras mencianas temerosas de su extensión: más de seiscientas personas abandonan el pueblo camino de Castro del Río unos, y de Jaén, otros. Doña Mencía es tomada por un grupo de guardias y falangistas el primero de septiembre para dar comienzo con una política de terror que recae, sobre todo, entre la población jornalera y pequeño campesina, estimándose en cuarenta el número de víctimas asesinadas.
El éxodo de mencianos, lleva a Pedro en compañía de otros jóvenes, entre los que se encontraba su hermano Marcelo y su cuñado Juan Caballero Moreno, a un viaje sin retorno. Belchite, Teruel, el Ebro… son algunos de los frentes por donde pasaron como combatientes republicanos hasta cruzar la frontera francesa camino del exilio en 1939. Como destino: el campo de concentración de Barcarès. La invasión nazi se consumó de modo precipitado y, mientras Marcelo y Juan pudieron escapar en compañía de unos soldados franceses en una épica huida con tiros sobre las espaldas, para vivir clandestinamente durante los años de la Segunda Guerra Mundial, Pedro fue apresado y conducido al campo de prisioneros de guerra o Stalag XI-A (Altengrabow). De allí es deportado al campo de exterminio de Mauthausen con el número de matrícula 4427 un 26 de abril de 1941 en compañía de 467 republicanos españoles. El 28 de noviembre del mismo año es trasladado al campo anexo de Gusen para morir el mismo día de fin de año de 1941 cuando contaba con 31 años.