Santiago Cea Flores

Montijo
Badajoz

Presidente de la Agrupación Local de Montijo del Partido Radical Socialista

Nació en Salamanca el 20 de Abril de 1893, hijo de Eusebio Cea y Enriqueta Flores, era el menor de cinco hermanos. De familia acomodada, pudo cursar estudios en el extranjero. Se licenció en Farmacia en la Universidad de la Sorbonne en París. Ya en España se casó el día 9 de Mayo de 1.923 con María Ferrer y Ferrer. El matrimonio se estableció en un principio en Trujillo donde nacieron sus dos primeros hijos, trasladándose posteriormente a Montijo, donde fue nombrado Farmacéutico titular del Ayuntamiento en el pleno celebrado con fecha 11 de Abril de 1925. Tenía su domicilio en la Plaza de García Piñero, donde también regentaba su farmacia. En esta localidad nacieron el resto de sus hijos.

Hombre de gran corazón, no conocía horarios para las familias más necesitadas, su farmacia siempre estaba abierta para las clases más desfavorecidas, no cobraba las medicinas a las familias necesitadas por lo que era muy querido por las clases populares.

En el plano intelectual y cultural, en una época en la que las oligarquías locales, terratenientes y clases altas de la sociedad, no se preocupaban por la cultura de las clases populares, Santiago forma parte de una generación de jóvenes liberales que contribuyeron a crear una clase dirigente de mentalidad más abierta, más progresista. Así, a mediados de la II República existía en Montijo un ambiente propicio para que estas personas pertenecientes a organizaciones de izquierdas ideas en el proyecto de formar una sociedad de recreo alternativo al Casino, dominado por la oligarquía local, de esta forma nacería en el año 1933 el Círculo Recreativo Republicano (del que Santiago fue su primer Presidente). “El Republicano” tenía un carácter apolítico, existía el derecho de admisión con lo cual se cerraban las puertas a los derechistas.

Santiago donó al Círculo Recreativo muchos de sus libros para que las clases más humildes pudieran aprender, en muchos casos, a leer y a escribir, en otros a obtener un mayor nivel cultural (los partidos republicanos preferían un pueblo más culto para que fuese menos dominable por esas clases sociales a las que lo único que les interesaba era que fuesen cuanto más analfabetos mejor).

En el plano político fue Presidente Local del Partido Radical Socialista (luego denominado Izquierda Republicana), tuvo gran influencia en los círculos políticos de la villa, durante la II República fue Presidente de la Sociedad Local de Obreros y Empleados Municipales. La gran sintonía con los otros grupos de izquierdas y la amistad que le unía al alcalde socialista Miguel Merino Rodríguez, hacia posible que pudiera celebrar actos en la Casa del Pueblo.

El 5 de Abril de 1932 la agrupación local del Partido Radical Socialista celebró un acto “de Afirmación Republicana”, en el cual Santiago dio las gracias a los dirigentes del PSOE por la amable cesión de los salones de la Casa del Pueblo.

El 18 de Julio de 1936 comenzó el levantamiento militar contra la República, las organizaciones integrantes del Frente Popular ordenaron que se formasen en todos los pueblos y ciudades Comités Revolucionarios o de Defensa que se encargarían del mantenimiento del Orden Público. En Montijo se puso en funcionamiento este Comité el 19 de Julio, integrado por 15 dirigentes de izquierdas, Santiago fue su presidente hasta la entrada de las fuerzas del general Yagüe el 13 de Agosto. Trabajando en estrecha coordinación con el Ayuntamiento, la primera medida llevada a cabo fue el internamiento en el convento de las Clarisas de las personas adictas al levantamiento para que no pudieran organizar en el pueblo ninguna rebelión a favor de los militares sublevados, entre estas personas estaban el Párroco y el Presbítero (que nunca perdonaron a los milicianos que entraran en la iglesia para detenerlos).

El 13 de Agosto de 1936, con la entrada de las tropas del General Yagüe en Montijo, Santiago y otros dirigentes de izquierdas (Miguel Merino el alcalde socialista, Iluminado y Luis Núñez del PCE…) se refugiaron en el campo, en la denominada Ribera de la Alcazaba, pues intuían que sus vidas podían correr peligro si se quedaban en el pueblo. El 15 de Agosto, el alcalde del “nuevo régimen impuesto por la fuerza” hizo público un bando en el que se decía que los huidos que no hubiesen cometido delitos de sangre podían volver al pueblo sin temer ninguna represalia. Santiago y los otros dirigentes al ser padres de varios hijos cada uno, volvieron a Montijo confiados en el bando del alcalde pero inmediatamente fueron detenidos y encarcelados en la Casa del Navegante, en condiciones inhumanas, el reducido espacio donde estaban hacinados les impedía incluso acostarse para descansar.

Los cerebros de la represión en Montijo, sin formulismos legales ni juicios de ningún tipo, eligieron un día simbólico para comenzar los asesinatos de “los rojos”: el 28 de agosto, es decir, el día en que la Virgen de Barbaño es trasladada desde su ermita a la parroquia. Con ello se pretendía dar una imagen de “Santa Cruzada del Alzamiento Nacional contra los sin Dios”, con la llegada de la Virgen al pueblo se organizó una manifestación patriótico-religiosa que recorrió las principales calles, acompañada por las milicias de Falange, terminando con una misa de campaña en la fachada del Ayuntamiento. Al final sacaron a los presos que se encontraban en la cárcel para que pidiesen perdón por sus gravísimos pecados.

En la madrugada del 29 de Agosto de 1936 fueron llevados a las tapias del cementerio los primeros 14 dirigentes de Izquierda montijanos para ser asesinados, testigos presenciales vieron cómo los sacaban de la Casa del Navegante atados de dos en dos y los introducían en un camión. Santiago que siempre mantuvo una gran entereza insultaba al pelotón llamándoles “asesinos, criminales…”. Al cabo de un rato se escuchó la descarga de los fusiles en la lejanía, sembrando el pánico en los habitantes de Montijo. Una vez fusilados fueron tirados en una fosa común. Santiago de 43 años dejaba viuda (María) y 6 hijos (María, Rosario, Santiago, Manuel, Julia y Enrique); los dos más pequeños, Julia (mi madre) todavía no había cumplido los 3 años y su hermano Enrique tenía meses, el resto de los hermanos tenían entre 5 y 12 años. Pero aquí no terminaría el sufrimiento de la familia Cea Ferrer, después de tener que malvender la farmacia, trasladarse fuera de Montijo por las presiones que recibieron y de que el “nuevo régimen” incautara las cuentas de Santiago, el 16 de Febrero de 1943 el Juez Municipal de Montijo solicitó al Alcalde la relación de bienes que figurasen a su nombre para adjuntarlo al “SUMARIO DE RESPONSABILIDADES SOBRE EXPEDIENTE QUE SE TRAMITABA CONTRA ÉL”.

A finales de la década de los 70 restablecida ya la Democracia, una comisión organizada entre otros por Bartolomé Gómez, con el respaldo de las fuerzas de izquierdas del Ayuntamiento de Montijo, construyó un Panteón en el Cementerio con aportaciones de familiares de los fusilados (en carta fechada el 12 de Febrero de 1980 se solicita a la familia Cea Ferrer donativo para la terminación del Panteón). En 1981 una vez finalizada la construcción y abiertas las fosas donde tiraron a los fusilados, se procedió al entierro de sus restos cerrando el Monolito con mármoles que llevaban inscritos los nombres de las 91 víctimas de esta barbarie en Montijo y con el epitafio:

VIVIERON Y MURIERON CON DIGNIDAD ENTREGADOS A SUS IDEALES

Era mi abuelo y me siento muy orgulloso de ÉL, de su planteamiento de vida y sus ideales.

Fuentes

  • Elaboración propia con aportaciones de la familia Cea Ferrer.
  • Archivo Municipal de Montijo (Antonia Gómez Quintana Archivera-Bibliotecaria)
  • Juan Carlos Molano Grajera: Masones y republicanos en Montijo (1808-1936). Autor-editor, 1991.
  • Juan Carlos Molano Grajera: Miguel Merino Rodríguez. Dirigente obrero y alcalde de Montijo (1893-1936). Diputación Provincial de Badajoz, 2003.
  • Cien años de cultura en Montijo. Agrupación de Montijo del Partido Comunista de España (PCE), 1978.
Todos (...) los Nombres_