Nacido en Santa María de Sando (Salamanca) en 1897, hijo de Germán y Vicenta. Ingresó en el Magisterio del Protectorado por oposición de 1923, siendo destinado en 1929 a las Escuelas de la Alianza Israelita de Tánger, donde ejerció también en el Seminario Rabínico, figurando en el Escalafón de la zona de aquel año como maestro en comisión de servicio. Después del golpe, la República lo confirmó en su cargo y durante toda la guerra dirigió la sección de niños del Grupo Escolar «Manuel Bartolomé Cossío». Durante el período que duró el conflicto, Ulpiano Ballesteros se afilió a Izquierda Republicana sin el desempeño de cargos directivos.
En cuanto a su depuración por las comisiones franquistas, dos acusaciones recayeron sobre él: una, la de ser contrario al Movimiento por haber sido el presidente de la Casa España de Tánger, colaborar con periódicos republicanos y trabajar en el Grupo Escolar español; y otra, la de ser masón, lo que se afirmó por verlo en ambientes que solían ser frecuentados por masones, aunque nunca se pudo probar que perteneciera a la logia Morayta de Tánger. Por ello fue dado de baja en el Escalafón y separado definitivamente del servicio por el alto comisario el 16 de marzo de 1937, quien lo multó además con 300.000 pesetas por «traidor a la Patria». También la Comisión de Depuración de Funcionarios Civiles de Tetuán propuso su bajo y separación del servicio el 4 de junio de 1938.
En abril de 1939, y por decisión del Consulado franquista en Tánger, fue expulsado de la zona internacional, por lo que Ulpiano Ballesteros huyó y se refugió en Casablanca. Desde allí el maestro se dirigió por escrito al cónsul de Casablanca solicitando su aprobación para poder regresar a Tánger, comprometiéndose a que no prestaría su colaboración profesional «en cualquiera de las formas que pudiera revestir a ninguna institución docente extranjera en Tánger». Sin embargo, y pese a que el Consulado español en Casablanca y la Alta Comisaría de España en Marruecos no mostraron inconveniente a su regreso a la ciudad internacional, Manuel Amieva, cónsul franquista de Tánger, continuó negándole la entrada. Éste último le recomendó a Ballesteros, mediante escrito a la Alta Comisaría, con fecha de 8 de agosto de 1940, que se trasladase a España, ya que en Tánger no podría trabajar y no dispondría de medios para subsistir, pudiendo ser depurado en la península y reintegrarse en «la vida nacional».
Hasta noviembre de 1941 no volvió a España y se instaló en Madrid. Allí fue detenido en su domicilio el 24 de junio de 1943 por la Brigada Político-Social de la Dirección General de Seguridad, y puesto a disposición del Juzgado de Represión de la Masonería y el Comunismo del Norte de África, sito en Ceuta, pasando posteriormente al Tribunal nacional para el mismo efecto. El 24 de febrero de 1944 su caso fue sobreseído provisionalmente por falta de pruebas de su filiación a la masonería; haciéndolo de manera definitiva el 23 de enero de 1960, al no poderse demostrar la supuesta pertenencia a la logia Morayta.
En 1949, Ulpiano Ballesteros solicitó su reingreso en el servicio, lo que le fue denegado en 1950; no fue rehabilitado hasta ocho años después, pero aún con la sanción de inhabilitación para cargos directivos y de confianza durante cinco años.
Fuente: María Isabel García Lafuente: La depuración de la enseñanza y del cuerpo docente en el norte de África a partir del 17 de julio de 1936: Protectorado español de Marruecos, Ceuta y Melilla, y su alcance en Tánger, Protectorado francés de Marruecos y Argelia colonial. Tesis doctoral, Universidad de Sevilla, 2019. Accesible en https://idus.us.es/handle/11441/88934.