Muchos somos los que en Sevilla conocemos la historia de este, “quizás el anarquista más viejo de Sevilla”, pero sería una pena que sus vivencias se quedaran sólo entre ese grupo de “privilegiados”. He aquí que me dispongo a contar un poco la vida de Vicente Vives Peñuela, vaquero, jornalero, pintor, etc., y anarquista, oficialmente desde 1934, y de alma desde pequeñito: “en el orfanato y con mi familia es donde empecé con mi rebeldía”.
Conocido con el apodo de “Bryand”, es en la barriada de los carteros de Sevilla donde empieza a completar su formación como miembro de la CNT, culminándose en 1934 como antes he mencionado. Desde ese momento, cárcel, palizas, carencia de trabajo, represión, son palabras que acompañarán en su larga trayectoria vital a Vicente, y una constante: la lucha, la lucha contra las injusticias, la falta de trabajo, los patronos, lo que le llevó a que en los días en los que Queipo de Llano ocupó Sevilla tuviera que deambular de un lugar para otro, como otros muchos represaliados, para poder evitar a falangistas y Guardia Civil.
Cargó a sus espaldas con muchísimas acusaciones, quizás la más llamativa la de la muerte de un guardia llamado “Jiménez”, cosa que él niega rotundamente incluso hoy en día.
Fue testigo directo de lo que supuso la guerra en Sevilla, e incluso critica muchos libros escritos sobre lo que en esos días pasó (la lectura es uno de los preferidos pasatiempos de Vicente). Nos habla de asesinatos sin ningún tipo de juicio, e incluso él es acusado de ser afiliado a la CNT.
La guerra termina y Vicente, como muchos otros, quiere salir de la situación que vive y se le ocurre alistarse a la Legión, siendo destinado a Marruecos. Tras unos años fructíferos en aventuras vuelve a Sevilla, donde actúa en la clandestinidad, trabaja como vaquero y se plantea la necesidad de irse de la ciudad. Vaga por distintas ciudades viajando a pie, por casi toda España trabajando “en lo que salía”.
Aunque tiene un documento de 1950 firmado de puño y letra por Rodolfo Valenzuela (miembro de Falange Española Tradicionalista y de las JONS) que le acredita de buena conducta política-social y moral, Vicente sigue siendo un inconformista y un rebelde, con acciones como la celebración del 1º de Mayo.
En los años 60 se va del país y acaba en Suiza, sufriendo una etapa de exilio que terminará con la caída de la dictadura, lo que le empujará a volver a su tierra, realizando muchos trabajos, como siempre. De esta etapa son las últimas historias de su azarosa vida. Vicente, a sus 86 años aún afiliado a la CGT, y con muchas historias que todavía le quedan por contar y vivir*.
* Vicente Vives falleció en Sevilla el 21 de julio de 2009.