Vicente Vives Peñuela

Palomares del Río
Sevilla

Había nacido el 16 de febrero de 1921 en Palomares del Río (Sevilla). Sus padres se llamaban José Vives y Antonia Peñuela.

Nacido en una familia campesina, creció hasta los nueve años en el Hospital Psiquiátrico de Sevilla donde su padre trabajaba como enfermero. Luego fue enviado a un colegio de religiosos salesianos del barrio del Retiro de Sevilla, pero fue expulsado por rebelde después de haber escrito en la puerta de los baños una pintada denostando a los curas.

Entró como aprendiz de barbero y como repartidor de leche de vaquerías afincadas en la zona norte sevillana. A raíz de la proclamación de la II República española frecuentó el Centro Obrero «La Cooperativa» del barrio sevillano de Los Carteros, donde completó su formación social y participó en las luchas llevadas a cabo por los jornaleros. Buen orador, es en esta época cuando fue bautizado con el seudónimo de Briand, en honor al político francés y fogoso orador Aristide Briand.

Tras haber participado en el incendio de maquinaria agrícola, fue enviado a un correccional.

Inscrito en la «lista negra» de la patronal local, emigró a Madrid un tiempo.

En 1934 se afilió a la Sección de Pintores de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) de Sevilla, participando activamente en las luchas contra el desempleo y tuvo que subsistir vendiendo la prensa obrera.

A raíz del golpe militar fascista de julio de 1936, fue detenido por la Guardia Civil acusado de haber participado en la muerte de Jiménez, guarda jurado de las huertas de la zona norte del barrio de Macarena, pero, al ser menor, fue liberado después de ser apaleado. Vivió como pudo de pequeños robos y, huyó de la miseria, sin éxito. Pasó a Portugal por Huelva.

A finales de la guerra civil, con 18 años, se alistó en la Legión Española, pero se negó a inscribirse en la División Azul y luchar con los nazis contra la URSS.

Después de servir entre 1940 y 1946 en el norte de Marruecos, regresó a Sevilla, donde estableció contactos con antiguos militantes de la CNT y del Partido Comunista de España (PCE); esta militancia le trajo algunos disgustos y se vio obligado a abandonar la ciudad.

Viajó a pie y en tren sin billete y trabajó en pequeños trabajos (obras de carreteras y vías férreas, pantanos, vaquerías, tareas agrícolas, etc.) por toda la Península, siempre enfrentado a las autoridades, como por ejemplo en Xàtiva (la Costera, País Valencià), donde fue acusado de haber puesto una bomba que no llegó a explotar en un tren; o en una obra en el pantano de Guardo (Palencia, Castilla), donde participó en un paro del trabajo con ocasión del «Primero de Mayo» que implicó su despido inmediato y su expulsión del pueblo.

En 1960 regresó a Sevilla y entra a trabajar en una vaquería del barrio de la Cartuja, pero, acusado de «comunista», emigró, primero, a Suiza, y, después, a Luxemburgo y Alemania, donde trabajó en diversas profesiones (jardinero, obrero, vaquero, etc.) y participó en manifestaciones antifranquistas con los grupos de exiliados y de inmigrantes.

En esta etapa de emigrante le siguió su compañera, inseparable desde casi la infancia, ya que pertenecía a la familia con la que se crio. Después de la muerte del dictador Francisco Franco, regresó a Sevilla y reanudó su trabajo de vendedor de leche.

Posteriormente fue contratado como empleado por una distribuidora y editorial de libros.

En estos años participó en las luchas sociales en los barrios sevillanos y se afilió a la CNT reconstituida. Con la escisión confederal, formó parte de la Confederación General del Trabajo (CGT).

Participó en diferentes estudios históricos sobre la historia del movimiento obrero sevillano y en el estudio sobre el trabajo forzado de los presos en el Canal del Guadalquivir. Fue uno de los primeros sevillanos en pedir la rehabilitación de los miles de obreros asesinados durante la dictadura.

El 16 de septiembre de 2006 la Federación Provincial de Sevilla de la CGT le rinde un homenaje. Vicente Vives Peñuela murió el 19 de julio de 2009 en su domicilio de Sevilla.