Brenes (Sevilla). Una jornada para la memoria. La VI Jornada de Memoria Democrática 2022 Vega Media del Guadalquivir y EL ANTIFRANQUISMO COMENZO PRONTO.

Una jornada para la memoria. La VI Jornada de Memoria Democrática 2022 Vega Media del Guadalquivir tuvo lugar el pasado sábado 23, en la Sala Blas Infante de Brenes

por Gorka Fernández (Tu Periódico)

«En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado». La voz grave y solemne del periodista José María de la Hera clavaba en infame y doloroso recuerdo a los asistentes en sus sillas. Daba comienzo la VI Jornada de Memoria Democrática 2022 Vega Media del Guadalquivir, una jornada de homenaje a los militantes antifranquistas que, interrumpida por la pandemia, reunía a familiares y amigos de los hombres y mujeres —las olvidadas entre los olvidados— que siguieron lucharon una vez terminada la guerra.

Las cifras de esta y de la posterior represión, puestas negras sobre blanco, son espeluznantes. Medio millón de muertos, 450.000 exiliados, 150.000 represaliados, 270.000 detenidos en espera de juicio.

150.000 ejecuciones sumarias. Campos de concentración. Algunos, de exterminio.

Jorge Barrera, alcalde de Brenes, localidad donde se celebraba la jornada memorialista, daba cuenta de los logros de la Ley de Memoria Democrática, en especial la andaluza, que superaba a la estatal en ambición en algunos temas concretos y que ha traído, ante todo, memoria, reparación y dignidad.

Logros, que avisó, «están en peligro por el acercamiento de la ultraderecha en las próximas elecciones».

Francisca Bejarano, presidenta de la Asociación Pro Memoria Democrática Vega Media del Guadalquivir, organizadora del acto, incidía en este aspecto, «los derechos que se reivindicaban en la República son los mismos que reivindicamos hoy. No podemos olvidar».

Tras las intervenciones iniciales, el silencio volvió a instalarse en la sala Blas Infante para visualizar el documental «Los años amargos de la posguerra» de RTVE (2009), el mismo que enlazamos un párrafo más abajo (https://youtu.be/nIEx-2hjNyc)

Carmen Lara, acompañada a la guitarra por David de Concha, cantó la Soleá de la Serneta, reflejando unos versos que hablan —sin estar compuestos para ello— del ostracismo al que los vencidos fueron sometidos. Tras esta actuación, se dió paso a la conferencia principal, una ponencia de la historiadora María Victoria Fernández Luceño de título «Miseria y represión el primer franquismo», esto es, la primera etapa de la dictadura, entre los años 1939 y 1959, dos décadas de una España devastada, profundamente subdesarrollada. El aparato represor del franquismo comenzó tan pronto como en 1939, recién terminada la guerra a asimilarse a la Alemania Nazi y aún más, a la Italia fascista, de las que copiaría simbología, justificaciones y métodos. Uno de ellos, el campo de concentración, a veces de forma improvisada, rudimentaria y con una absoluta falta de medios.

Por ejemplo, el de la Algaba (construido en terreno de Guillena), Las Arenas, que es exponente de la miseria económica y moral del régimen y cuya cruenta suma de resultados asciende a 144 fallecidos. Cuando se realizaron los trabajos de exhumación en 2021, ninguno de los cuerpos tenía orificios de bala. No habían sido fusilados, sino que murieron de hambre, frío, enfermedad y falta de cuidados.

Fernández Luceño rescató del Archivo Municipal un documento donde se refleja que «el médico del campo, que lo era también del pueblo, informó al alcalde y al gobernador civil de que necesitaba urgentemente medios para los reclusos». Había colchonetas para 100 hombres, se hacinaban 300. Y ninguno tenía jerseys o mantas, sólo cubrían sus cuerpos con los monos de tela de la cárcel, desgastados y raídos. «El delito de estos hombres fue la mendicidad tras la guerra, nunca fueron juzgados, y se les envió a morir». El mismo médico del campo se quejaba a sus superiores de que «no podía atender a los enfermos, a los que se denegaba la hospitalización. El campo mismo carecía hasta de enfermería». El hospital al que se refería el médico era el Hospital de la Sangre, hoy Parlamento de Andalucía.

Los mendigos fueron exterminados, no eran la estampa de la España de la victoria. Afeaban las calles de las ciudades y amenazaban con propagar enfermedades, y se les aplicó una versión bastarda y retorcida de la Ley de Vagos y Maleantes, aprobada en los estertores de la II República y que en origen no sancionaba delitos, sino que intentaba la comisión futura de los mismos. El franquismo la retorció durante toda su historia, primero como elemento de depuración de la sociedad, que tendría que ser hecha a imagen y semejanza del nacionalcatolicismo de esta primera época. Posteriormente, en 1958, incluiría a los homosexuales. En los años 70, rota la alianza entre la Iglesia y el régimen —tras el advenimiento de los curas obreros, cuyo principal propósito fue erradicar la extrema pobreza de los años del hambre— mutó en la Ley de Peligrosidad Social. Posteriormente, se haría entrega de pergaminos de reconocimiento a los familiares de los militantes antifranquistas mencionados en un relato hilado por Ramón Barragán Reina (del que se adjunta el texto íntegro al final del artículo). Durante la lectura de uno de los nombres, un familiar se levantó para corregir un dato que no consideraba correcto, punto sobre el que Barragán se interesaría con él al término del acto, a cuenta de la ayuda recibida en la cárcel por el PCE.

Una entrega efectuada por la presidenta de la asociación, Francisca Bejarano y alguno de los representantes de los municipios, como la alcaldesa de Cantillana, Ángeles García; el alcalde de Brenes, Jorge Barrera; el concejal de Tocina-Los Rosales, José Manuel Vasco; o el concejal de Villaverde del Río, Jesús Sarmiento.

El público hizo notar, durante la entrega de pergaminos a los familiares de los militantes rinconeros que el representante del ayuntamiento de La Rinconada, Antonio Marín, no se encontraba en la sala.

Desde la organización se explicó que el edil rinconero había avisado de que no podría asistir a toda la ceremonia. Ante estas explicaciones, un interviniente dijo no sentirse representado por un ayuntamiento que proclama que es «socialista y republicano y, sin embargo, no puede reservar una tarde para conmemorar a sus luchadores». Esta intervención arrancó un sonoro aplauso entre los asistentes.

Momento mágico el vivido cuando el descendiente más joven de un homenajeado —Miguel Doval Doblado, de Burguillos— recogió el pergamino de las manos de la presidenta de la asociación.

El acto terminó con la doble actuación de Rosario Heredia y Alfonso Porcel, pospuesta por algunas dificultades, seguida del broche final a cargo de Carmen Lara.

Brenes, 23 de abril de 2022

Foto: Canal de los Presos a su paso  por La Rinconada.

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EL ANTIFRANQUISMO COMENZÓ PRONTO

(Resumen del relato sobre los militantes antifranquistas de los años cuarenta)

INTRODUCCIÓN

En 1939 España se convirtió en una gran cárcel y la Dictadura, surgida de la violencia de las armas y de la represión (auténtica limpieza política de clase), llevada a cabo desde 1936, abarcaba ya todo el territorio nacional. En la Vega Media, en la posguerra, un total de 313 hombres y mujeres pasaron por campos de concentración y prisiones: de Alcalá del Río 34, de La Algaba 24, de Brenes 24, de Burguillos 14, de Cantillana 61, de La Rinconada y San José 71, de Tocina-Los Rosales 78 y de Villaverde del Río 7. De ellos 22 murieron en la cárcel.

Son los años de la autarquía, de sobre explotación obrera, escasez y el racionamiento, de hambre para la mayoría, riqueza para unos pocos, entre ellos los terratenientes de la Vega del Guadalquivir, con aumento de la pobreza y las enfermedades. Y también de años de miedo y del silencio sobre todo lo ocurrido, siendo las élites de siempre y los uniformados los que mandan en los pueblos, mientras el régimen franquista se afianzaba en el interior y el exterior.

A pesar de ello, ya en las cárceles de Franco, muchos presos políticos continuaron organizados en sus respectivas organizaciones políticas o sindicales, realizando, entre otras, tareas de resistencia, de apoyo mutuo y de información y propaganda, con carácter clandestino. Y en el exilio, las organizaciones intentaban, una y otra vez la oposición a la Dictadura:

1940: Organizaciones del exilio crearon la ADE. 1942: El PCE organiza la UNE.

1943: Crean la JEL, sin la CNT, ni el PCE.

1944: Organizan la ANFD (PSOE, UGT, CNT-ML, IR, UR, ERC y PRF).

El PCE ingresó en 1946. Funcionó hasta 1947

La represión no cesó. Durante esos años hasta 1951 se produjeron 27 redadas en Sevilla y su provincia, de las cuales en 17 detuvieron a comunistas; en 10 a cenetistas, y en 9 a socialistas (la suma es mayor que el total, porque en algunas redadas detuvieron a miembros de las tres organizaciones o de dos de ellas). En ellas no están contadas las redadas o batidas contra los guerrilleros antifascistas en las sierras o las detenciones de vecinos de la Vega Media acusados de colaboración con ellos tanto en Cantillana como en La Rinconada y condenados a años de cárcel o a muerte.

Uno tras otros los comités formados (provinciales o regionales) de las distintas organizaciones fueron cayendo en continúas redadas policiales, hasta tal punto que el PSOE y la CNT, con sus estructuras organizativas totalmente desmanteladas a finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta, dieron la batalla por perdida, aunque mantuvieron la acción contra la Dictadura en el exterior y una mínima organización, como es el caso de los socialistas sevillanos, aunque desvinculados durante años de su dirección en el exterior. En cambio, el PCE, con tenacidad, después del intento fracasado de invasión por los Pirineos y de la última experiencia unitaria de la ANFD (Alianza Nacional de las Fuerzas Democráticas), continuará la acción clandestina en el interior de España, creando núcleos comunistas en los pueblos y ciudades, introduciendo propaganda (Mundo Obrero y Nuestra Bandera) para mantener viva y activa la lucha antifranquista, así como dirigentes llegados de Francia o de Argelia, a pesar de las continuas desarticulaciones con detenciones, cárcel y ejecuciones, para organizar o reorganizar el partido una y otra vez.

Por ellos, la actividad antifranquista en los pueblos, en los años cuarenta, años más duros de la posguerra española, comenzó pronto, siendo difícil y peligrosa, una acción heroica, pues el aparato represivo de la Dictadura estaba a pleno rendimiento. En la Vega Media, algunos vecinos de sus pueblos, después de estar presos en muchos casos, se sobrepusieron a las desgracias que se estaban viviendo y decidieron luchar pacíficamente por la libertad y la democracia cuando todo lo tenían en contra: formaron la vieja generación. Así, la actividad antifranquista en los años cuarenta comenzó pronto, sin dejar nunca de ser difícil y peligrosa: fue una acción heroica, pues el aparato represivo de la Dictadura estaba a pleno rendimiento, con la constante vigilancia de la Guardia Civil en todos los pueblos. Como digo en mi libro: “Volvían a reunirse, aunque -eso sí- en total clandestinidad, aunque el miedo, producido por la brutal y despiadada represión en todas sus formas posibles, helaba las entrañas y congelaba las ideas, siempre hubo hombres que supieron vencerlo, se sobrepusieron y convivieron con él y no dejaron que los paralizara”. Era el renacer de la esperanza obrera, aunque tuviese un carácter muy minoritario, que poco a poco irá creciendo y extendiéndose.

MILITANTES ANTIFRANQUISTAS POR MUNICIPIOS

Cuadro general por localidades

Alcalá del Río ………………… 4               La Algaba ……………………… 4                              Brenes …………………………… 13

Burguillos………………………. 1               Cantillana ……………………. 14                              El Cerrado de Miura …………. 5

La Rinconada y San José… 19              Tocina-Los Rosales ………… 4                               Villaverde del Río …………… 10

En total 74 hombres que iniciaron, de forma personal y organizadamente, la oposición política al franquismo en la primera década (años cuarenta) de la Dictadura. De ellos, 40 eran comunistas (organizados en el PCE), 24 socialistas (sin vinculación organizativa con el PSOE del exterior), 8 anarquistas (algunos a título personal), 1 republicano (UR) y 1 miembro de las JSU. Lucharon pacíficamente por la libertad y la democracia cuando todo lo tenían en contra.

En Alcalá del Río comienza a organizarse la lucha antifranquista, con la llegada a la localidad de Isidoro Alonso Vázquez (nacido de Almadén de la Plata en 1919) a mediados de los años cuarenta, después de estar tres años retenido en Mahón, y de Cayetano Roca Mirete en 1948, procedente de Almoradí (Alicante), su pueblo natal, al conseguir la libertad condicional con destierro. Ambos conocieron a Francisco Ruiz López, que era natural de Utrera, aunque vecino de Alcalá del Río desde antes de la guerra, y en libertad condicional desde 1943. Los tres formaron la primera organización comunista de la posguerra de Alcalá del Río.

En 1950 Isidoro Alonso fue condenado a 6 meses de arresto mayor por actividades subversivas. En 1960 Isidoro y Francisco Ruiz fueron detenidos nuevamente en la gran redada, que se saldó con la detención de 140 comunistas de diversos pueblos de la Vega y otros cercanos a Sevilla. El PCE estaba organizando el Comité Provincial del Campo. A esa tarea estuvo destinado Alfonso (Julián Grimau). Estuvieron tres años en la Prisión Provincial de Cáceres, junto a otros hombres de la comarca.

En 1948 vuelve a Alcalá del Río José Delgado González, el que fuera Alcalde socialista en 1936, después de años de cárcel y destierro. Mantuvo sus ideales políticos, viéndose asiduamente con otros compañeros y recibiendo y difundiendo El Socialista, la prensa del PSOE.

En La Algaba, Juan Antonio Carbonell Tristán mantuvo el antifranquismo. Nació en La Algaba en 1906. Fue líder de la CNT algabeña. Fue detenido en Córdoba y condenado a 12 años. Trabajó en el Canal de los Presos, hasta 1943. Sería detenido dos veces más: en septiembre de 1947 por actividades de carácter subversivo y en abril de 1948 junto con Juan Domínguez y Manuel García, compañeros cenetistas por propaganda ilegal. Sufrieron torturas, de ellas Juan Antonio no se recuperó y muere en 1957.

Juan Domínguez Herrera había nacido en La Algaba en 1909, afiliado a CNT, fue detenido y enviado en 1939 al Batallón de Trabajadores de Los Barrios (Cádiz) durante 14 meses. Por los golpes recibidos en 1948 quedó inválido de la aguda pleuritis que padeció. Manuel García Domínguez, que fue detenido en abril de 1948, junto con Juan Antonio y con Juan Domínguez, participaba de los mismos ideales que ellos. La causa abierta contra ellos fue sobreseída, pues habían sido los falangistas los responsables de la propaganda.

Otro cenetista fue Antonio Escudero Torres. Nació en 1918. Pasó bastantes días en el cuartel de la Guardia Civil y recibió palizas y otros malos tratos, al sufrir repetidamente detenciones preventivas.

En Brenes, Manuel Algaba Alfonseca (Lepe, 1914) fue quien comenzó a aglutinar a otros breneros dispuestos a la lucha contra el franquismo en el PCE. Detenido en 1937, fue condenado a un total de 15 años. En 1943, obtuvo la libertad condicional. Pasó por las prisiones de Astorga, El Puerto de Santa Maria y Sevilla. En 1960 fue detenido en la gran redada, de los 140 detenidos, siendo condenado a 7 años de reclusión. Estuvo tres años (de 1960 a 1963) en la Prisión de Cáceres, pasando frio y hambre como todos los demás. Con Manuel Algaba colaboró en la lucha antifranquista su hermano Emilio, que en 1947 protagonizó una “remontá”, un abandono colectivo del trabajo, por no estar de acuerdo con el jornal que cobraban, manifestando abiertamente la protesta por las calles de Brenes; Antonio Márquez Navarro, que había pertenecido a la CNT durante la II República y que fue condenado a más de 12 años, estuvo en las cárceles de Sevilla, Ceuta y Toledo; Manuel Gálvez Millán, último Alcalde republicano de Brenes, que fue condenado a muerte, pero le conmutaron la pena por reclusión perpetua, trabajó en el Canal de los Presos; José Algaba Oliver, hermano de Juan Algaba Oliver, que fue presidente de IR en 1935 y concejal en 1936; Antonio Martínez Marcos, natural de Peñarrubia (Málaga), que fue detenido en 1960, al igual que Manuel Algaba y otros, siendo condenado a 6 años de prisión, de los que cumplió tres años en la Prisión de Cáceres; Francisco Noa Márquez, que también fue detenido en 1960 y pasó tres años en la cárcel de Cáceres; Manuel Medina Rivera, ferroviario, afiliado a CNT en los tiempos republicanos, y José Gaona Sánchez (Brenes, 1919). José Gaona y Manuel Medina fueron detenidos en 1960, pero no procesados. El último de esta década que se integrará con 18 años en el PCE fue Ramón Algaba Alfonseca, hermano de Manuel y Emilio. Se encargó de repartir Mundo Obrero en Brenes y otros lugares de la comarca o entregarlos clandestinamente en Brenes.

Además, debemos considerar a Simón Torilo Mojeda, socialista, que en aquellos años tenía contactos con los comunistas breneros y mantuvo siembre sus ideales hasta la democracia, y a Francisco Márquez Navarro, que fue presidente del Sindicato Obrero de la CNT de Brenes. Detenido en 1939 y condenado a reclusión perpetua. Él y su hermano Luis llevaron a cabo una actividad cultural de difusión de ideales anarquistas: “a la revolución por la cultura.”

En Burguillos, Manuel Doval Delgado. Nació en 1909. Fue condenado a 12 años de reclusión, pero en libertad condicional desde 1942. Aunó voluntades en la clandestinidad. En su pueblo, como en todos los pueblos, se escuchaba todas las noches La Pirenaica (Radio España Independiente), la emisora del PCE y llegaba regularmente Mundo Obrero.

En Cantillana. Manuel Ortiz Sánchez logró reunir a otros cantillaneros en la lucha antifranquista. Fue sargento de la Guardia de Asalto (47ª Compañía) durante la República, con destino en Barcelona. Allí fue detenido y juzgado en Consejo de Guerra en mayo de 1941, siendo condenado a reclusión perpetua. Pasó por las cárceles de Barcelona, Albacete, Cádiz, Huesca y Sevilla, terminó en el Canal de los Presos. En 1944, con la libertad condicional, volvió a Cantillana con su familia. Fue entonces cuando forma el primer núcleo del PCE en Cantillana. En él se integraron: Pablo Rodríguez Burgos, que detenido y juzgado lo condenaron a 12 años, trabajó en el Valle de los Caídos; Lorenzo Lozano Espinosa, que perteneció a la CNT durante la República y tras la guerra detenido y condenado a 12 años, estuvo en el Canal de los Presos como esclavo de Franco y en 1944 entró a formar parte del grupo de Manuel Ortiz; Manuel Rodríguez Machuca, que nació en 1914, fue herido al ser ocupada Cantillana por los militares sublevados y tras ser dado de alta volvió al pueblo; Manuel García Naranjo, el cual perteneció a las JJ.SS. y a la UGT y condenado a más de 14 años, pasó por las prisiones de Sevilla y Mérida; José Marroco Carrero, que había pertenecido a la CNT, pero se afilió al PCE durante la guerra, fue detenido en Madrid y condenado a reclusión perpetua, estando en la prisión de Alcalá de Henares hasta 1943; Julián Esteban Reina, que nace en 1921 y tras la guerra colabora con Manuel Ortiz desde el principio, al igual que su hermano Manuel, dedicándose ambos a repartir Mundo Obrero; y Miguel Rodríguez Reina, que nació en 1914 y estuvo preso en Cantillana, cuando la ocupación militar, después huyó y enroló en el Ejército Popular de la República, participando en la batalla del Ebro. Otros comunistas de estos años fueron Manuel Castaño, Amador Filter Barrios y El Calero.

En Sevilla, Arcadio Campos Huerto, que nació en 1916 y durante la República había pertenecido a la UGT y participaba en los carnavales cantillaneros al frente de una murga, fue detenido en diciembre de 1947 junto a otros 12 miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). La policía había encontrado propaganda y pasquines de carácter subversivo.

Fue condenado en 1948 a 15 meses de prisión.

Antonio Mahindo Amezaga, republicano, que en su zapatería se reunían con otros viejos republicanos de la UR. Fue otra forma de mantenerse unidos y sentirse vivos en la situación en la que vivían. Este tipo de tertulias se dieron en distintos lugares y con distintas personas y se mantendrán hasta los años sesenta.

En el término de Cantillana, en El Cerrado de Miura, va a surgir otro núcleo del PCE, al establecerse allí, hacia 1947, Rafael Hernández Jiménez, conocido por José Hernández, que había nacido en Tabernas (Almería). Después de la guerra había sido condenado a 15 años de reclusión. Estuvo unos años en Argentina, pero volvió. También vivió en este lugar Ramón Serena, nacido en Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba), que defendió la República y que después de estar en algunos campos de concentración y cárceles, llegó al Cerrado en 1947.

Las reuniones se celebraban en la choza de Rafael Hernández, en la trastienda de su taberna, donde leía los artículos de Mundo Obrero, cuando les llegaba. Otros comunistas convencidos, que frecuentaban aquellas reuniones, fueron Pascual  y los hermanos José, llamados Narciso, y David, que procedían de la Sierra de Aracena.

En San José de la Rinconada, el Barrio, existe clara evidencia de actividad política organizada a mediados de los años cuarenta. Uno de sus protagonistas fue Manuel Barragán Vera, natural de Berlanga (Badajoz). Fue detenido en agosto de 1946 por haber vendido un boleto de ayuda a Mundo Obrero por una peseta. También fue detenido José López Ríos, el comprador del boleto. Fue condenado a 5 años de cárcel por propaganda ilegal comunista, y José López a 2 años y 5 meses. Manuel fue detenido de nuevo en 1960, en la gran redada que afectó a algunos pueblos de la Vega Media, pero no fue procesado. Otros militantes comunistas que organizaron el antifranquismo fueron: Manuel Luque García, nacido en Málaga, estuvo en prisión en 1944 y llegó al Barrio huyendo de la represión procedente de Jerez de la Frontera; Juan Moreno Pérez, natural de Villanueva de San Juan (Sevilla) en 1918 y en 1936, con 18 años, huyó para defender la República, siendo ya militante del PCE, y al finalizar la guerra estuvo tres años en prisión y otros tres haciendo el servicio militar, como castigo, en 1948 llegó al Barrio, siendo detenido en la redada de 1960; Fernando Ramírez García, que nació en Íllora (Granada) en 1907, vivió durante la República en San José y tras la guerra estuvo en el campo de concentración de La Rinconada, siendo absuelto en el Consejo de Guerra; Juan Bernal Vigal había nacido en Alhaurín el Chico (Málaga) en 1906, pero cuando Málaga fue ocupada por los militares sublevados, huyó hacia Almería con su mujer y dos hijos, participando en la Desbandá, y tras la guerra, se estableció en Churriana (Málaga) hasta que en 1948 llegó con su familia a San José, siendo detenido en 1960, pero no fue procesado; y Manuel González Torres, que había nacido en Benacazón (Sevilla) el año 1915, llegó al Barrio en 1940 y ya era comunista, habiendo participado en la guerrilla antifranquista en la sierra. Otro comunista que volvió tras años de cárcel fue Antonio Galván Pariente, nacido en El Saucejo en 1910, y que en 1936 era vecino de San José y secretario local del PCE. Colaboró con algunos socialistas (Luis y Benjamín Durán Marín) en una actividad arriesgada, muy secreta: la confección de salvoconductos para aquellos que lo necesitaban y para los maquis perseguidos.

Juan Pérez Ollero había sido Presidente del Sindicato de Obreros de la Tierra (UGT) de La Rinconada y concejal socialista en el Ayuntamiento en los años republicanos. Estuvo en el campo de concentración Manuel Pueblo (Valencia) en 1939. Fue detenido en Sevilla a finales de 1941, junto a otras 170 personas comunistas y socialistas y fue condenado a 10 años de prisión en 1942. Salió en 1948. Con él fueron condenadas otras 21 personas y en un juicio posterior a otras 25 a diversas penas entre 1 y 30 años.

Otros viejos socialistas fueron: Cristóbal García Cano, que estuvo preso al finalizar la guerra, mantuvo unidos a sus compañeros durante la Dictadura, viéndose frecuentemente con ellos y en 1979, con las primera elecciones democráticas, será concejal del PSOE del Ayuntamiento de La Rinconada; Joaquín Montoro del Moral, que nació en Huetor-Tájar (Granada), huyó de San José cuando fue ocupado militarmente y estuvo en el frente de Aragón, siendo detenido en Barcelona; Felipe Polo Redondo, que llegó al Barrio e 1944, después de estar en las cárceles de Ocaña, Santa Engracia y Polier; Antonio Gallardo Eslava, nacido en Los Corrales el año 1901, que llegó a estas tierras en 1944, después de haber estado en prisión y condenado en 1941 a 12 años, y en 1950 sufrió un arresto de 8 días, entre el 27 de febrero y el 8 de marzo, junto a sus amigos Antonio Ale González y Basilio Ferrara Escobar, que era portugués.

También, Emilio Cárdenas, zapatero, que un día huyó al saber que la Guardia Civil preguntaba por él y no se supo más de él, aunque parece que murió en los Pirineos, unido al maquis. Antes se reunía frecuentemente con Benjamín y Luis Durán Marín, que nacieron en Fuenteheridos (Huelva) en 1915 y 1908. Benjamín estuvo afiliado a la UGT durante la República, junto a su hermano Luis realizaban una actividad clandestina en los años cuarenta: la obtención de documentación legal para los guerrilleros antifascistas que operaban en las sierras sevillanas y cordobesas para poder salir de España. Luis fue detenido en 1948 y juzgado en 1949 por su implicación en la obtención de un salvoconducto para Manuel Anaya Cantero, guerrillero en las sierras del sur de Sevilla, siendo absuelto. Juan Anaya Cantero, hermano de Manuel Anaya, que había nacido en El Burgos (Málaga) en 1898, fue detenido en de octubre de 1944 a enero de 1945y en 1947 volvió a la cárcel sevillana, durante un año, por dar cobijo a su hermano (miembro de la guerrilla antifascista) huido desde la Sierra Sur y detenido en 1947.

En Tocina, Manuel Gómez Sierra, que nació en Benalúa de Guadix (Granada) el año 1914, fue el hombre capaz de aglutinar a otros en la lucha antifranquista. Fue Secretario local de las Juventudes Libertarias de Tocina y estuvo afiliado a la CNT. Detenido en Alcora (Castellón) en 1939, pasó por varios campos de concentración y terminó en la cárcel de Zaragoza. Condenado a 12 años de prisión y trasladado a Astorga (León) y al CPM Dos Hermanas (campo de la La Corchuela) en 1940. Comenzó la actividad ad antifranquista de forma organizada a partir de la creación de la ANFD. Sus reuniones y contactos con comunistas y socialistas, abarcaban una amplia zona: Tocina, Alcolea, Carmona, la Barriada de San José de la Rinconada y Brenes. Con él, pues se habían conocido en la cárcel, colaboró activamente Baldomero Escorial Menayo, nacido en Don Álvaro (Badajoz) el año 1904, que perteneció a la CNT y que fue detenido en 1938 y condenado a 30 años, pero en 1940 pudo fijar su residencia en Tocina. Estuvo en prisión de nuevo en 1946 durante un mes. Con ellos también colaboró José García, socialista.

Otro socialista de Tocina fue José Palma Salas, que nació el año 1917. Perteneció a la UGT y a las Juventudes Socialistas durante la República; en la guerra se afilió al PCE. Condenado a 12 años de cárcel, consiguió la libertad condicional en 1943. Volverá a ser detenido en la redada policial de 1944, que supuso desarticulación del Comité Regional del PCE y también la detención de socialistas., siendo condenado a dos años de prisión.

En Los Rosales, en 1945, hubo cierta actividad clandestina, que tenía como punto de encuentro el bar “Seis doble”, donde se reunían personas “con antecedentes marxistas”. Según un informe de la Guardia Civil, “hacen manifestaciones contra el Glorioso Movimiento Nacional, aprovechando las partidas de dominó…”

En Villaverde del Río, Baldomero y Manuel González Rodríguez, hijos de Baldomero González Parrilla, el Alcalde socialista, que fue asesinado en agosto de 1936 en Alcalá del Río, junto otros villaverderos. Intentaron la reorganización del PSOE en los años cuarenta, pero por las muchas redadas de esos años en Sevilla desistieron en el empeño, al igual que le ocurrió al PSOE sevillano después de las acciones realizadas por la ANFD contra la Dictadura, en la que participaron republicanos, socialistas, anarquistas y comunistas.

Manuel González era enlace del partido y repartía con su bicicleta El Socialista por los pueblos de la comarca. A partir de 1947 los sentimientos e ideas socialistas quedaron para ser vividos en pequeños grupos y personalmente sin exteriorización por el miedo, que llamaba a la prudencia, y las nulas posibilidades organizativas tras las redadas sufridas en Sevilla por las organizaciones obreras y republicanas.

Entre los socialistas más recordados están:

Cándido González Fernández, Antonio y José García Chaparro, Manuel y Pablo Rivera González, hijos de Miguel Rivera Chaparro, asesinado en agosto de 1936, Antonio el Petaca, que era barbero y tuvo que irse a Tocina, pues nadie entraba en su barbería, José Almansa, que conservará guardado su carné de la UGT, firmado por Baldomero González Parrilla, y Emilio Morán.

Ramón Barragán Reina

Brenes, 23 de abril de 2022

FUENTE:

BARRAGÁN REINA, Ramón. De la clandestinidad a la libertad conquistada. Antifranquismo y lucha obrera en la Vega Media del Guadalquivir. Editorial Círculo Rojo, El Egido-Almería, 2014. Segundo Capítulo: pp. 101-198.