Cáceres. AMECECA: La retirada de la “Cruz de los Caídos”

Asociación MEMORIAL en el CEMENTERIO de CÁCERES (AMECECA)
memorialcaceres@gmail.com www.amececa.es

LA RETIRADA DE LA “CRUZ DE LOS CAÍDOS” DE CÁCERES: UNA APUESTA POR LA MEMORIA DEMOCRÁTICA EN NUESTRA CIUDAD

Dentro de unos meses se cumplirá el 85º aniversario del golpe de estado que al no triunfar en todo el país se transformó en una cruenta guerra civil cuyo final supuso el inicio de la dictadura franquista en toda España. En la ciudad de Cáceres la guarnición militar se sumó al golpe el 19 de julio
y ocupó la localidad sin apenas resistencia (tal y como ha descrito en no pocas ocasiones Julián Chaves Palacios, actual catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Extremadura). Desde entonces, y hasta el 1 de abril de 1939 (fin de la guerra civil), la capital cacereña siempre estuvo lejos de los frentes de batalla y en la retaguardia de la zona que tuvo como máxima autoridad civil y militar al general Francisco Franco.

Durante la guerra civil, los militares golpistas construyeron un complejo marco institucional caracterizado por la total ausencia de principios
democráticos. Buena prueba de ello fue el nombramiento de las nuevas autoridades locales en la capital cacereña, eso sí con la previa destitución del
ayuntamiento democrático que había sido elegido en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931.

Una de las tareas asumidas por los nuevos responsables del ayuntamiento durante esos años fue “la construcción de la memoria franquista en Cáceres”, tal y como ha explicado César Rina Simón, doctor en Historia Contemporánea y actual profesor de la Universidad de Extremadura, en el libro que lleva ese título y cuya lectura recomendamos encarecidamente. Y en Cáceres “la toma” del espacio público fue fundamental para que se asumiera dicha memoria franquista.

El mejor ejemplo de ello fue la construcción de la “Cruz de los Caídos” por parte del ayuntamiento cacereño, inaugurada en mayo de 1938 y que contó para la ocasión con la presencia de Pilar Primo de Rivera, “jefe de la Sección Femenina de Falange Española Tradicionalista de las JONS”.

Este monumento resultó ser uno de los elementos centrales de esta operación política, pues se levantó “en memoria de los cacereños que han ofrendado su vida en la épica lucha por Dios y por España” y ante él “podrían (…) realizarse fiestas, cultos de aniversarios o recuerdos a los Caídos de Cáceres”. No en vano en dicho monumento se colocaron dos placas conmemorativas en las que se podía leer: “A LOS HIJOS DE ESTA CIUDAD QUE DIERON SU VIDA POR ESPAÑA, UNA, GRANDE Y LIBRE” y “18 DE JULIO DE 1936. ¡ARRIBA ESPAÑA! SALUDO A FRANCO”.

Pero esta memoria franquista en Cáceres, de la que forma parte y resulta ser el ejemplo más significativo la “Cruz de los Caídos”, se inserta también en una importante función aleccionadora puesta en marcha inmediatamente por parte de los militares golpistas y que tenía como destinatarios a quienes defendieron la legalidad republicana (que a la larga resultaron ser derrotados). A éstos, y a sus familiares, había que recordarles constantemente quiénes eran los vencedores.

En este sentido no conviene olvidar que la ciudad de Cáceres se convirtió, en gran medida, en el epicentro provincial de la represión franquista tras la
ocupación total de ésta por parte de los golpistas.

Así en nuestra ciudad fue donde más personas afectas al régimen republicano fueron asesinadas en la provincia por piquete militar durante la
guerra civil y la posguerra (467 personas, a las que hay que sumarles otras 60 a las que se les aplicó el bando de guerra -de algunas de estas últimas aún no han aparecido sus cuerpos-). En este mismo tiempo en Cáceres funcionaron dos prisiones (“Cárcel Vieja” y “Cárcel Nueva”) por los que pasaron miles de presos políticos (a falta de estudios definitivos, las cifras manejadas se mueven entre los 4.000 y 5.000) y de ellos, que sepamos, murieron al menos 150 por las malas condiciones en el interior de dichas cárceles. Y a ello hay que añadirle el funcionamiento del campo de concentración de “Los Arenales” y su anexo “la plaza de toros de Cáceres”, por donde pasaron miles de detenidos (aunque las cifras oficiales apuntan que nunca se superaron los 2.500, todo parece indicar que esta cifra es mayor).

Respecto a los represaliados que eran vecinos de Cáceres (la población en nuestra ciudad en 1936 ascendía a unos 28.500 habitantes), los asesinados
superaron los noventa (entre ellos el alcalde elegido democráticamente en abril de 1931 y varios concejales) y cuatro murieron en prisión. Por ahora
desconocemos el número de detenidos residentes en Cáceres que sobrevivieron tras su paso por las dos cárceles aludidas, pero creemos que la cifra puede situarse en una horquilla entre 500 y 700, a los que habría que añadir aquellos que pasaron por el campo de concentración referido.

Por todo lo anterior, los familiares de estos vecinos cacereños asesinados o muertos en prisión y los cacereños supervivientes de la represión franquista (y sus familiares) probablemente pensaron durante la dictadura franquista que la “Cruz de los Caídos” no era un símbolo de su ciudad, algo que no podían expresar públicamente. Y no creemos que tampoco vieran con mucha simpatía la celebración de “cultos de aniversarios o recuerdos a los caídos de Cáceres” que se celebraban años tras años.

La muerte del dictador en noviembre de 1975 supuso un complejo proceso de transición a la democracia en nuestro país y como no, también, en nuestra ciudad. Tras las elecciones generales de junio de 1977, el referendum constitucional de diciembre de 1978 y las elecciones generales de marzo de 1979, las elecciones municipales democráticas se celebraron el 3 de abril de 1979 y ese mismo mes se constituyeron la mayoría de los nuevos ayuntamientos democráticos, entre ellos el de Cáceres.

El 20 de noviembre de ese año 1979 se celebró en Cáceres una manifestación donde se mostraron “pancartas, banderas nacionales, de Fuerza
Nueva, carlistas y de Falange” que terminó en la “Cruz de los Caídos” donde además de depositar flores se escucharon brazo en alto “el himno nacional, la oración por los caídos, el Oriamendi y el Cara al Sol”. Algo parecido ocurrió el 20 de noviembre de 1980 y desconocemos por ahora si celebraciones similares tuvieron lugar en los años posteriores.

En mayo de 1983 tuvieron lugar nuevamente elecciones municipales y a la alcaldía cacereña llegó el socialista Juan Iglesias Marcelo. Fue este regidor quien propuso en el pleno municipal de 13 de enero de 1984 la siguiente moción al pleno municipal:

El Excmo. Ayuntamiento Pleno acuerda suprimir las actuales inscripciones de la Cruz de la Plaza de América, sustituyéndolas por:

1. El actual escudo nacional.

2. Una leyenda con el siguiente texto: <<La Ciudad de Cáceres en memoria de sus
hijos muertos por la Patria>>.

El tratamiento de la moción precisó la celebración de dos plenos (el segundo tuvo lugar el 10 de febrero) y finalmente fue aprobada por el voto de calidad del alcalde pues doce concejales votaron a favor de la propuesta (once del “Grupo Socialista” -PSOE- y uno de Extremadura Unida) y otros doce en contra, al defender que quedaran las inscripciones originales (nueve del “Grupo Popular” – AP-PDP-UL-, dos del “Grupo Independiente” y uno de Extremadura Unida).

Esta iniciativa del alcalde socialista contrastaba con lo que estaba ocurriendo en otras capitales de provincia pues muchas de este tipo de cruces fueron
retiradas en esas fechas o en años inmediatamente posteriores, posiblemente la realidad municipal de aquel momento permita entender esta actuación (de los 25 concejales, 12 eran del PSOE).

Una futura investigación quizás permita conocer hasta que punto este monumento fue “políticamente neutro” o no desde esos momentos hasta finales
de la década de los noventa (algunos siguieron -y siguen- denominándola como Cruz de los Caídos sin entrecomillados), lo que sí tenemos claro es que muchos familiares de los cacereños represaliados continuaban viéndolo como un recuerdo de la dictadura franquista.

Muchos investigadores sitúan en la segunda mitad del año 2000 el inicio del denominado “movimiento de la recuperación de la memoria histórica” y es
durante los años siguientes cuando aparecen en nuestro país un sinnúmero de entidades memorialistas. Estas entidades sociales poco a poco consiguieron que sus demandas llegaran al debate político y que en parte se concretaran, por ejemplo, en diversas iniciativas institucionales a nivel estatal y en algunas comunidades autónomas (la más conocida de ellas es la “Ley 52/2007 de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura”, conocida popularmente como “Ley de Memoria Histórica”).

En Extremadura surgieron diversas entidades memorialistas durante estos mismos años y a nivel institucional destacó la puesta en marcha en 2003 de un convenio de colaboración entre la Junta de Extremadura, las dos diputaciones provinciales y la Universidad de Extremadura para la realización del programa “Recuperación de la Memoria” (conocido como “Proyecto para la Recuperación de la Memoria Histórica” -PREMHEX-) que continúa, con diferentes adaptaciones posteriores, vigente en la actualidad.

Y es en este contexto donde quizás se deba enmarcar la proposición que llevó el concejal del grupo municipal Izquierda Unida-Socialistas Independientes de Extremadura “relativa a propuesta de remodelación de la Plaza de América” a la sesión del pleno municipal de Cáceres del 16 de diciembre de 2004. En esta proposición se solicitaba “que la <<Cruz de los Caídos>> sea trasladada al Cementerio Municipal como lugar adecuado para honrar la memoria de todos lo que cayeron en la pasada contienda civil” y además se planteaba “que se promueva un concurso de ideas para la remodelación de la Plaza de América, donde podría emplazarse un monumento a favor de la paz y contra la barbarie”.

El oportuno debate fue cerrado por el entonces alcalde José María Saponi (Partido Popular) y se adoptó el siguiente acuerdo:

El Excmo. Ayuntamiento Pleno, por unanimidad, acuerda dar su aprobación a la Proposición presentada por el Grupo Municipal de Izquierda Unida-Socialistas Independientes de Extremadura, que queda elevada a acuerdo, en el sentido de que se proceda a su estudio en las Comisiones Informativas correspondientes y se promueva un concurso de ideas para la remodelación de la Plaza de América.

Un acuerdo que por cierto nunca se llevó a cabo.

Debe destacarse que los años posteriores, y a pesar de la entrada en vigor de la antes señalada Ley estatal 52/2007, los diferentes equipos de gobierno del Ayuntamiento de Cáceres no cumplieron la estipulado en dicha ley en relación con los monumentos públicos de simbología franquista ubicados en la ciudad.

Habrá que esperar a 2015 cuando la Asociación Memorial en el Cementerio de Cáceres (AMECECA) comience a plantear de nuevo este asunto públicamente y de una manera continuada en el tiempo. Así, y de cara a las elecciones municipales de mayo de ese año, trasladó a las diferentes candidaturas una serie de propuestas relacionadas con la memoria democrática y entre las que se encontraba la “Retirada de los símbolos franquistas de la ciudad, con especial atención a la denominada <<Cruz de los caídos>>” como elemento de reparación a las víctimas de la represión franquista en Cáceres. Esta misma propuesta fue planteada al nuevo equipo de gobierno municipal (Partido Popular) meses más tarde, insistiendo que de no realizar dicha retirada el Ayuntamiento de Cáceres podría estar incumpliendo la Ley (estatal) 52/2007 de 26 de diciembre.

No debe descartarse que esta y otras actuaciones de AMECECA llevadas a cabo posteriormente fuera uno de los motivos para que desde el Ayuntamiento de Cáceres y por unanimidad se creara en el año 2017 una comisión cuya finalidad fuera “emitir un informe sobre la presencia de símbolos franquistas que aun pudiesen subsistir en la ciudad de Cáceres”. Esta comisión finalizó sus trabajos en enero de 2018 y en el informe emitido quedaba claro que la “Cruz de los Caídos” era un monumento franquista.

De nuevo, y de cara a las elecciones municipales de mayo de 2019, AMECECA volvió a trasladar a las diferentes candidaturas sus propuestas en
torno a la memoria democrática para nuestra ciudad y entre ellas continuaba la “Retirada de símbolos franquistas (de competencia municipal) de la ciudad de Cáceres, con especial atención a la denominada <<Cruz de los caídos>>”. Una reivindicación que planteó al nuevo equipo de gobierno (PSOE) a principios de julio de ese año, donde por otra parte se subrayó que desde el 24 de junio estaba en vigor la “LEY 1/2019, de 21 de enero, de memoria histórica y democrática de Extremadura” por lo que además de la estatal Ley 52/2007 de 26 de diciembre, el Ayuntamiento de Cáceres estaría incumpliendo la citada ley autonómica.

AMECECA continuó planteando esta situación a responsables del equipo de gobierno municipal en los meses siguientes. Además, y en una reunión
mantenida con la Consejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Extremadura a finales de noviembre de 2019 en Cáceres, directivos de
AMECECA solicitaron formalmente que desde dicha Consejería se iniciaran “las gestiones oportunas para la retirada del monumento <<Cruz de caídos>> de Cáceres”.

El año 2020 trajo algunas novedades respecto a lo que había ocurrido en años anteriores y una mayor proyección pública en relación a la retirada de la
“Cruz de los Caídos” de Cáceres pues ahora eran varias instituciones públicas de carácter estatal las que se verían implicadas.

El Gobierno de España, ante una pregunta realizada por el senador Carles Mulet García (designado por las Cortes Valencianas y del Grupo Parlamentario Izquierda Confederal) en diciembre de 2019 sobre la actuación de dicho gobierno respecto al Ayuntamiento de Cáceres al considerar este senador que la existencia de la “Cruz de los Caídos” en la ciudad suponía el incumplimiento de “la ley de memoria histórica”, respondió el 6 de marzo lo siguiente:

(…)
Si el Ayuntamiento de Cáceres no retirase el monumento señalado, el Gobierno requerirá a la Junta de Extremadura para que, en el ejercicio de sus competencias, haga cumplir lo previsto por la Ley y adopte las medidas oportunas que se deriven de la no actuación municipal. En el mismo sentido se actuará con respecto a todos aquellos ayuntamientos que se aparten del cumplimiento de la Ley.

Esta respuesta tuvo un importante seguimiento en los medios de comunicación regionales, dando una nueva dimensión al debate público sobre la
retirada o no de la “Cruz de los Caídos” de Cáceres.

El mismo senador Mulet volvió a plantear varias preguntas al Gobierno de España en relación con este asunto el 9 de marzo, a las que el gobierno de
nuestro país contestó el 19 de mayo:

En relación con la pregunta formulada por Su Señoría, cabe indicar que en conformidad con lo establecido en el artículo 15 de la Ley 52/2007, de 26 de
diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, las Administraciones Públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la guerra civil y de la represión de la dictadura.

En este sentido, cabe señalar que, los días 9 y 10 del pasado mes de marzo, los medios de comunicación recogieron el anuncio del Alcalde de Cáceres de que el Ayuntamiento se daba por interpelado respecto de la necesidad de retirar la Cruz de los Caídos de la plaza de América, y se daría cumplimiento a la referida ley. Ante esta respuesta, considerada “inaudita” por el senador Mulet, al día siguiente planteó al Gobierno de España las siguientes cuestiones:

1. ¿se ha dirigido el Gobierno a este ayuntamiento?, en caso afirmativo, ¿en qué fecha y con qué resultado?, en caso negativo, por qué todavía no?

2. ¿Qué plazo le va a dar el Gobierno al ayuntamiento para actuar?

3. ¿En qué fecha piensa requerir el Gobierno al Gobierno autonómico?

4. ¿Qué ha anunciado el alcalde de Cáceres según el Gobierno?.

A principios de julio el gobierno respondió que:

El Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática próximamente procederá a solicitar información al Ayuntamiento sobre lo actuado y previsiones en relación con lo dispuesto en la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura (artículo 15) y en la Ley 1/2019, de 21 de enero, de memoria histórica y democrática de Extremadura (artículo 25).

La primera respuesta dada por el gobierno al senador Mulet fue la causa de que dos diputados (uno de ellos la diputada de esta formación política en la
provincia cacereña) y la portavoz del Grupo Parlamentario de VOX del Congreso de los Diputados presentaran el 11 de marzo la siguiente “Proposición
no de Ley relativa a la Cruz de los Caídos de la ciudad de Cáceres, para su discusión en la Comisión Constitucional”:

El Congreso de los Diputados declara lo siguiente:

1. El Congreso de los Diputados, como representante del Pueblo español, declara que la Cruz de los Caídos sita en la plaza de América en la Ciudad de Cáceres, no constituye un monumento de odio y enfrentamiento de los españoles, sino de recuerdo de aquellos cacereños que lucharon por España en uno y otro bando, “sin exaltación de los enfrentados”, siendo un símbolo de concordia y un elemento fundamental para la comprensión de la historia de la ciudad.

El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a lo siguiente:

1. A que en ningún caso se dirija a la Junta de Extremadura conminando a la retirada de la Cruz de los Caídos, símbolo de concordia y elemento fundamental para la comprensión de la historia de la ciudad de Cáceres.

Una proposición no de ley que era acompañada de una larga exposición de motivos donde entre otras cosas se puede leer:

Segundo. La Cruz de los Caídos es un símbolo de Cáceres, un monumento que acompaña y ha acompañado a generaciones enteras de cacereños. Es, además de eso, un elemento clave en la vida diaria de la ciudad, esa que no entiende de odios ni de rencores, esa que superó la guerra hace muchos años y que pone en el futuro, y no en el pasado, su esfuerzo y su ilusión.

En la Cruz de los Caídos, construida en 1937, nuestros padres y abuelos jugaban a los aros y a las cuatro esquinas, cuando a su alrededor no había más que un descampado. Hoy, los cacereños quedamos alrededor de ella y la nombramos sin que nadie se sienta molesto ni la relacione con el pasado. Es, simplemente, «la cruz», un punto estratégico de la ciudad, considerado como una zona agradable de continuo tránsito y comercio.

En definitiva, la Cruz de los Caídos está imbricada en el día a día de todos los habitantes de Cáceres, sean de izquierdas o de derechas, con absoluta normalidad y ajena a cualquier prejuicio político.

Tercero. La Constitución de 1978 consagró en España un régimen plenamente democrático y, más importante aún, supuso por fin la reconciliación entre todos los españoles, que se perdonaron mutuamente, olvidaron sus diferencias y se pusieron de acuerdo para construir un proyecto común.

Con ese propósito, la llegada de la democracia trajo consigo la instalación en la Cruz de los Caídos de una placa conmemorativa, presidida por el escudo constitucional, que proclama «La ciudad de Cáceres, en memoria de sus hijos muertos por la Patria». Todos los cacereños, sin distinción de ideologías, religión, ni cualquier otra condición, son honrados y recordados por la Cruz.

Sin embargo, en los últimos años observamos cómo esta voluntad de perdón sincero y mutuo consagrada en la placa ha sido derrotada por una mal llamada memoria histórica que, a través de medios inquisitoriales y bien regada con grandes cantidades de dinero público, busca reabrir las heridas, reescribir la historia a su conveniencia y volver a dividirnos en vencedores y vencidos.

Esta proposición de ley fue debatida en la sesión del 20 de octubre de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, siendo rechazada por
21 votos en contra (PSOE, Unidas Podemos, PNV y otros), 14 a favor (VOX y Partido Popular) y 2 abstenciones (Ciudadanos).

Precisamente unos días más tarde del registro de la Proposición no de Ley por VOX, concretamente el 14 de marzo, la Asociación Memorial del
Cementerio de Cáceres (AMECECA) tenía previsto celebrar su VIII Jornada-Homenaje A todas las víctimas y personas represaliadas por el franquismo en la ciudad de Cáceres. Los organizadores de este evento querían darle en esta ocasión un importante sentido reivindicativo de cara a varias instituciones públicas (Junta de Extremadura y Ayuntamiento de Cáceres) pues estaban constatando un importante retraso en la puesta en marcha de medidas concretas referidas a la memoria democrática (escaso desarrollo de la Ley de memoria histórica y democrática de Extremadura, nula actuación de cara a la antigua prisión provincial de Cáceres o retraso en la retirada de la simbología franquista en la ciudad). Sin embargo, esta jornada-homenaje no pudo celebrarse pues la extraordinaria situación sanitaria conllevó su suspensión.

No obstante, y en relación al tema que aquí nos atañe, AMECECA en los meses siguientes trasladó a diversos miembros del equipo de gobierno municipal la necesidad de retirar, a la mayor brevedad posible, la “Cruz de los Caídos” de Cáceres, pues entendía que el ayuntamiento estaba incumpliendo las dos leyes citadas en este texto.

Por otra parte, desde sectores contrarios a la retirada de este monumento parten diversas iniciativas, destacando la campaña de recogida de firmas por
parte de la Asociación Española de Abogados Cristianos durante el mes de marzo, firmas que se supone han entregado al consistorio.
Y es en este contexto (y en el marco de la pandemia) donde el equipo de gobierno municipal actual ha mantenido una posición de cierta ambigüedad, pues si públicamente ha manifestado su intención de retirar la “Cruz de los Caídos” y trasladarla al cementerio municipal, nunca ha concretado el calendario y las condiciones del traslado.

Esta ambigüedad llevó a varios colectivos sociales y políticos (Extremadura Laica, AMECECA, Podemos, Izquierda Unida, Extremeños, etc.) a realizar una acción pública de carácter reivindicativo el 6 de diciembre (celebración del Día de la Constitución Española) que exigía la retirada de la “Cruz de los Caídos” al ayuntamiento cacereño, lo que supondría el cumplimiento de la legislación vigente (Ley estatal 52/2007 y Ley autonómica 1/2019).
Una actuación que tuvo como respuesta inmediata la creación de un grupo de facebook el 9 de diciembre (“Salvemos la Cruz de los Caídos”) contrario a la retirada de dicho monumento y muy activo en esta red social desde ese momento. Hay que apuntar que las “publicaciones” de este grupo recuerdan, en parte, los argumentos de la exposición de motivos que aparecía en la proposición no de ley presentada por el Grupo Parlamentario de VOX en el Congreso de los Diputados en relación con la “Cruz de los Caídos” de Cáceres.

El inicio del año 2021 parece traer novedades en torno al asunto aquí tratado. En el ayuntamiento los dos concejales no adscritos, y en su día
miembros del grupo municipal de Ciudadanos, han presentado al Pleno del Ayuntamiento de Cáceres del 21 de enero una moción ordinaria “PARA
APOYAR EL MANTENIMIENTO DE LA CRUZ DE LOS CAIDOS DE CÁCERES EN SU EMPLAZAMIENTO ACTUAL”, el contenido concreto no
es otro que el siguiente:

Que el Pleno de este Ayuntamiento apoye de manera institucional el mantenimiento y preservación de la Cruz de los Caídos de Cáceres en su ubicación actual y original, evitando por todos los medios políticos, jurídicos y técnicos que estén a su alcance, su traslado y mantenimiento.

Una moción que tiene como exposición de motivos un post publicado el 7 de enero en el grupo de facebook “Salvemos la Cruz de los Caídos” por una
persona, según estos dos concejales, “muy vinculada a la sociedad civil de Cáceres”. Un texto que, según nuestra opinión, utiliza unas líneas de
argumentación muy similares a las que aparecían en la proposición no de ley presentada por el Grupo Parlamentario de VOX antes citada.
Por su parte AMECECA se ha dirigido al Presidente de la Junta de Extremadura solicitándole que tome, “a la mayor brevedad posible, las medidas
oportunas por parte de la Junta de Extremadura para la retirada de la denominada <<Cruz de los Caídos>> sita en la Plaza de América de la ciudad de Cáceres, tal y como marca la LEY 1/2019, de 21 de enero, de memoria histórica y democrática de Extremadura”.

En definitiva y como conclusión, desde AMECECA creemos que a lo que estamos asistiendo en torno al “asunto de la Cruz de los Caídos de Cáceres”, no es un enfrentamiento entre cacereños sino a un debate entre dos políticas de memoria. Así tenemos a una de ellas que, aunque aparece rodeada de cierto halo de modernidad, se resiste a superar de una vez los restos del franquismo en nuestra ciudad. Y otra, aquella que apuesta por una mirada hacia delante teniendo como eje los principios democráticos, los derechos humanos y las recomendaciones de la ONU respecto a la reparación a las víctimas de la represión franquista.

Y en este debate, los ejemplos concretos que deben servirnos de orientación los tenemos tanto en algunos países de nuestro entorno (Alemania, Italia o
Francia) como en otros más lejanos (Argentina o Chile). Igualmente, las iniciativas llevadas a cabo en otras ciudades tanto de nuestra comunidad como
del resto de nuestro país pueden aportarnos una visión de amplitud ante este asunto.

No cabe duda que la memoria democrática poco a poco se va abriendo camino en nuestra ciudad, pese a la férrea oposición de unos y la ambigüedad
calculada de otros.

No obstante, nunca debemos olvidar que en un sistema democrático, como el nuestro, las leyes se promulgan para ser cumplidas por todos, incluidas las instituciones públicas.

Junta Directiva de AMECECA.
19/01/2021