Canarias. Treinta víctimas del franquismo continúan «desaparecidas» en la Isla

DIARIO DE AVISOS | DAVID SANZ | LA PALMA | 2-10-2016

La Palma fue pionera en lo que se ha dado en llamar la memoria histórica, con la primera exhumación de víctimas del franquismo en 1994, cuando se hallaron en Fuencaliente los cadáveres de cinco personas. Cerca de donde se produjo ese hallazgo, en 2006, hace ahora diez años, encontraron, en dos excavaciones, los restos de otras ocho personas, que inicialmente se pensaba que correspondían todos ellos al conocido como grupo de los 13 de Fuencaliente. El tesón de algunos familiares de las víctimas y el testimonio de un vecino de Montes de Luna, Melo Pérez Díaz, fueron claves para dar con el lugar del enterramiento.

En esa categoría que se denomina desaparecidos, un eufemismo que engloba a las personas asesinadas fuera del aparato judicial y enterradas clandestinamente durante la represión franquista, en La Palma se contabilizan a 44 hombres, según el estudio realizado en su momento por la Asociación de la Memoria Histórica. Por lo tanto, los restos de una treintena de palmeros, 31 para ser más exactos, militantes de izquierda o sencillamente colaboradores de los alzados, continúan sepultados en los montes de la Isla sin identificar.

El descubrimiento de estos cuerpos hace una década, además de permitir dar una digna sepultura a las víctimas y sosiego a las familias, arrojó luz, no solo por el descubrimiento en sí, sino porque permitió al equipo de Arqueocanarias, que realizó la excavación, reproducir de alguna forma cómo se produjeron los asesinatos, demostrando la crueldad con la que actuaron los represores.

“A unos los mataron antes de tirarlos a la fosa y a otros los colocaron dentro, los hicieron arrodillarse y allí los mataron con tiros mortales en la cabeza”. Así describía la directora de la excavación la ejecución en una entrevista publicada por este periódico cuando realizaban los trabajos.

Pero también arrojó algo de confusión en la investigación porque a medida que se iban haciendo los análisis de ADN no se identificaban exactamente con los llamados 13 de Fuencaliente, un grupo de alzados, como se conocía a los militantes de izquierdas que se ocultaron en los monte con la llegada a La Palma de los golpistas, formado por dirigentes de la Federación de Trabajadores y otras personas que hacían la función de avituallamiento, que eran del pueblo de Puntallana. De hecho, incluso algún caso ha terminado en los juzgados porque se cree que la identificación realizada en la década de los noventa, cuando no se hacían las pruebas de ADN, no es correcta y allí se podrían encontrar los restos de una persona que sí pertenecía al grupo de los 13.

Sobre las tres decenas de personas que permanecen desaparecidas, el estudio realizado por la Asociación de la Memoria Histórica censó hasta 51 posibles localizaciones de las fosas, ubicadas principalmente en los municipios de Fuencaliente, Garafía, Mazo y Barlovento.

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