CANTANDO A LOS PRESOS DEL CANAL DESDE LOS PALACIOS-VILLAFRANCA. La memoria no se encierra.

CANTANDO A LOS PRESOS DEL CANAL DESDE LOS PALACIOS-VILLAFRANCA
La memoria no se encierra.
Hoy os vamos a presentar el primer trabajo de una banda nueva que se llama Pirámide. Pero antes de hacerlo vamos a recordar un episodio de la historia sevillana de la posguerra. En la periferia de la ciudad hubo campos de concentración donde se mantuvieron encerrados a muchos presos de la guerra civil; uno de los mayores fue el de Los Merinales, reconvertido después en refugio de familias tras la riada del Tamarguillo de finales de 1961. Cito este porque a mí me toca muy de cerca, pero hubo algunos más, gestionados por el Servicio de Colonias Penitenciarias Militarizadas, que fue el organismo que gestionó también la construcción de la obra faraónica de un gran canal que cruzaba los términos de varios municipios sevillanos, entre ellos Peñaflor, Lora del Río, Villanueva del Río y Minas, Brenes, Carmona, La Rinconada, Alcalá de Guadaira, Dos Hermanas, Los Palacios y Villafranca y Lebrija. Este canal lo construyeron entre unos siete mil presos, en su mayoría andaluces, extremeños y manchegos, que fueron confinados en esos campos de concentración, en 159 kilómetros a lo largo del eje del canal. A finales de 1939 fueron obligados a trabajar en la obra, en unas condiciones de vida absolutamente vejatorias y esclavistas, que duró hasta su terminación en verano de 1960, dejando tras de sí largas jornadas de sol de miles de trabajadores vencidos y obligados a trabajar por nada a cambio. A sus artífices siempre se les ha mantenido en un profundo silencio y si han recibido algún reconocimiento es porque la memoria popular bautizó esta obra con el nombre de el canal de los presos.
Y ese es también el título del disco que os presentamos hoy y de la pieza que lo cierra: El Canal de los Presos. Que comienza describiendo de forma muy lúgubre para qué sirve ahora mismo… El Caná vale pa tó. El Caná… ahora mismo vale pa regá, pa ponerte ciego o pa hacé deporte. Hay gente que coge y se va por la pata del Caná a hacé bicicleta, a corré… o te vas a hacé una rave, ahí a La Muerte al Litro… el Caná… el Caná vale pa tó. En mis recuerdos infantiles también queda otra utilidad del canal en los años 60, la de ir a coger espárragos en sus inmediaciones.
Esta banda, Pirámide, es de Los Palacios, y se presenta diciendo que es un colectivo que busca dar visibilidad a las sensibilidades culturales del Bajo Guadalquivir a través de la experimentación electrónica. A medio camino entre la electrónica intimista influenciada por gente como Thom Yorke, Howling o Four Tet, y las sonoridades locales de mitos del flamenco tales como Pepe Marchena, La Niña de los Peines o Antonio Chacón.
Y no decepcionan, como podéis apreciar en esta pieza anterior, convertida en un abismo profundo, que contrasta con el encanto de las otras tres que componen el disco, más folktrónicas, que inyectan mucha creatividad, y volvemos a su hoja de promo, a la música electrónica moderna y urbana que dota de vida a nuestra cultura, nuestros compases y nuestra historia; la del hammond de Triana, el bajo de La Leyenda del Tiempo o la batería de Omega. Pirámide proyecta nuestra tradición musical hacia nuevos caminos a través de los sintetizadores y las cajas de ritmo.
El disco de El Canal de los Presos, totalmente autogestionado, ha sido grabado y mezclado por Pirámide en La Madriguera y posteriormente masterizado por Cristóbal Romero en Cherry Sounds. La música la interpretan entre los tres componentes de la banda, que son Claudio Maestre, a la voz, sintetizadores y guitarra; músico con un amplio bagaje musical ya que comenzó como cantante de grupos de rock con cierto reconocimiento como Porcelina o Racken y fue nominado a los premios ASECAN del cine andaluz como compositor de la banda sonora del documental Bolingo; Antonio María, que también maneja sintes además de las cajas de ritmo, siempre ligado a la producción de música electrónica y Carvi, una reciente incorporación a Pirámide porque todavía quedaban algunos sintetizadores más para manejar.
Al habla con Antonio, lo primero que se me ocurre preguntarle es si este sentimiento reivindicativo hacia el Bajo Guadalquivir en general y al Canal de los Presos en particular viene de alguna relación directa, familiar, de ellos con estos presos o gente que viviese en esos campos y refugios. «No tenemos familiares directos que estuviesen presos en la obra del canal, pero sí conocemos a mucha gente aquí en Los Palacios cuyos familiares estuvieron viviendo tanto en La Corchuela como en Los Merinales y El Arenoso, que está a solo cinco kilómetros de nuestra casa».
La música de Pirámide es perfecta para distraernos, consolarnos y afianzarnos en esta vida de tanta dependencia de códigos que ha traído este tiempo de agitación, estrés y pánico existencial. Una banda sonora que tiene inevitablemente en nosotros un impacto significativo y que es ideal para navegar por este nuevo mundo, para vivir este tiempo, si dejamos que se filtre voluntariamente a través de nosotros, desde los equipos de sonido que usemos habitualmente. Y aunque haya que escuchar también cada día una ración de desafiantes y edificantes canciones de esperanza, como la que os presentaba anteayer, de Morleys, para mantener a raya a nuestros demonios existenciales, también necesitamos música que nos proporcione un tipo diferente de bálsamo, como la de los ritmos deslizantes, las líneas de sintetizador glacial de Pirámide, que nos acercan tanto a la trascendencia del ambient como a los golpes de house y techno que podrían encajar directamente en una rave. Incluso la música de baile más dura y visceral tiene una cualidad meditativa, que te lleva a un lugar más simple a través de su repetición y su construcción lenta y constante, y es lo que, por encima de todo, nos da la calma escuchando este disco y nos tranquiliza el pánico continuo que está consumiendo al mundo en este momento. La música de este disco de Pirámide proporciona un escape y un suave empujón hacia atrás en la dirección correcta, ofreciendo equilibrio y propósito en un mundo que se está volviendo rápidamente del revés.
La pieza elegida del disco para el videoclip que también lanzan hoy mismo a través de nuestra página, apoyando la salida del EP, es María de las Mercedes, que no tiene los pasajes vocales desgarradores de El Canal de los Presos y se ajusta mucho más a las sonoridades del rave además de adaptarse a tendencias culturales y musicales modernas, como el trap, tanto como a las absolutamente tradicionales, como las de semana santa y las peñas flamencas.
María de las Mercedes es la única de las cuatro canciones que no es totalmente de ellos, porque se trata de la copla de Quintero, León y Quiroga, Romance de la Reina Mercedes, con la música adaptada; y el video ha sido también totalmente autogestionado, como el EP, porque según Antonio, «intentamos tener el mayor control posible de nuestra obra». Sus escenas han sido grabadas en plenas marismas del Guadalquivir, con el añadido de algunas otras de archivo, y con ellas intentan resaltar tanto el ritmo como el significado de la letra.
Un significado sobre el que le pido a Antonio que se extienda, porque ¿qué puede significar hoy la letra de una canción monárquica compuesta en 1948? «Pues precisamente porque nos parece que muy poco ha cambiado en la monarquía en estos setenta años largos que han transcurrido, lo que hemos hecho es coger una letra de aquella época y satirizarla, convirtiéndola en un trap actual. Con respecto a las interpretaciones, podríamos considerar que María de las Mercedes podría ser Sevilla y se habla de las relaciones de Sevilla con Madrid… pero pueden ser muchas otras; sobre todo lo que nos ha interesado es coger la idea de una canción tan antigua y reflexionar sobre la monarquía que sigue existiendo hoy en día».
Cuando Antonio me dice que este disco de El Canal de los Presos es el primero de una serie de tres EPs le pido que me adelante más cosas sobre los que seguirán. «Este disco de cuatro temas en realidad es el primero de una trilogía que iremos lanzando cada dos meses, divididos por las temáticas que tratan. En este hemos querido dar visibilidad a nuestra memoria histórica; el segundo será bastante más intimista y estará relacionado con los secretos de las marismas. Y el tercero será más festivo, con canciones más animadas y electrónicas relacionadas con nuestro lado alternativo y fiestero».
Nos quedamos con ese misterio de los secretos de las marismas y esperamos descubrirlos no solo en el próximo disco, sino también en algún concierto, porque tengo interés en ver cómo se las apañan para llevar su música al directo. «Tirando de loops y mucha sincronización midi entre sintetizadores; por eso tuvimos que fichar a Carvi, porque nos faltaban manos. Pero tendrás que esperar, me temo, porque teníamos varios conciertos previstos antes del confinamiento, que se han perdido y ahora tendremos que empezar a cerrar cosas de nuevo». Pues que no se demoren.