Concha González: “En Pico Reja aparecieron 1.786 víctimas. No sabemos qué habrá en la fosa en Monumento”

Una de las arqueólogas que participó en el trabajo de exhumación de Pico Reja se sienta junto al monumento de la fosa común para reflexionar sobre el proceso arqueológico, la memoria y los derechos humanos

Concha Pico Reja
Concha González frente al Monumento de Pico Reja. Mario Daza Delgado
Mario Daza Delgado ( 13 feb 2024 06:00

La arqueóloga Concha González García se sienta en el poyete del monumento de Pico Reja. A su izquierda, una hilera de fotos de represaliados reposa sobre el borde de cemento que rodea a un árbol joven y ligeramente encorvado. Rostros congelados en el tiempo, sus dueños enterrados tanto en la fosa sobre la que descansan las fotos como en la fosa Monumento, a unos 100 metros de distancia y a otros muchos metros, lejos, en fosas de otras provincias. Rostros distintos, lugares diferentes, pero entierros similares. A su derecha, a unos pocos pasos, el monolito de cemento más cercano. Una estructura de más de dos metros de altura que alberga los restos mortales de las víctimas. Tres cajas por cada nicho, tres personas por loseta, para un total de 1.786 almas extinguidas que descansan, ahora, repartidas en los tres tetraedros grises.

El trabajo de González contribuyó a que los restos de las victimas pasasen de reposar a dos metros de profundidad a formar parte de la memoria democrática, a plena luz del sol. A lo largo de la conversación, queda claro que la preparación previa propia de una entrevista sirve de poco en este caso. González habla con cordialidad, pero sin tapujos y con la convicción de alguien que cree fervientemente en una causa: la de los derechos humanos. La grabadora le presenta la oportunidad de hablar por las víctimas y por sus huesos. La toma sin pensarlo dos veces. La arqueóloga comienza diciendo:

Empecemos por el monumento. Las personas que están aquí ­‑señala hacia las fotos en blanco y negro- no tienen por qué estar enterradas en Pico Reja. Encontramos fotos aéreas de Sevilla de un piloto alemán. Fotos de diciembre del 36. En ellas se ve el cementerio, y en él se pueden ver dos manchas negras enormes. Una de ellas es Pico Reja y la otra es la fosa de Monumento, ahí atrás. Hay mucha gente que se piensa que, como su familiar fue asesinado en julio del 36 o noviembre del 37, deben de estar allí. Yo no lo sé, no hay manera de saberlo porque además nos han desmantelado la Oficina de la Memoria. En cualquier caso, dimos permiso a cualquiera que quisiera poner fotos de sus familiares represaliados a ponerlas aquí. La mayoría son represaliados enterrados en Pico Reja, pero otros son de otros pueblos o provincias.

Es importante dignificar a las víctimas, aunque no sé si se le podrá poner nombre a la mayor parte. Los huesos llevan allí 80 años y en condiciones regulares. Lo que es verdad es que el monumento también sirve para evitar algo que no queríamos que pasase: que estuviesen en un almacén esperando una prueba de ADN. En el momento en que se identifique a una víctima, se romperá uno de los cubículos y el familiar decidirá qué es lo que quiere hacer con ella: si se queda aquí o le dan un entierro privado o la incineran. Es una forma, además, de dignificar y de que perviva el espacio, porque nunca se plantearon, supongo, convertir esto en un lugar de memoria. Lo que es el monumento en sí a mí me gusta. Es de un arquitecto vasco vinculado a Aranzadi. Es sobrio. Yo me alegro de que no tenga parafernalia eclesiástica, arcos y cosas así.

La arqueóloga mira hacia los dos monolitos grises más lejanos, considerándolos. Mantienen silencio bajo su mirada. Cientos de metros por encima de sus cabezas, un Boeing rumbo a alguna parte les sobrevuela, impasible, y el sonido de sus motores interrumpe la conversación brevemente. Pasado el ruido, González explica que no es la primera vez que en España se hace un ejercicio de memoria. Acabada la guerra, el franquismo se preocupó de sus víctimas a nivel estatal. Para los mandos militares muertos, un mausoleo. Para los soldados, un nicho. El franquismo inscribió a sus muertos. Hoy en día, según explica González, hay víctimas del franquismo, exhumadas e identificadas que no gozan de esta justicia. Las repercusiones de un acto tan simple son muchas. Entre otras consecuencias, es prácticamente imposible mover propiedades de personas no declaradas muertas

Ha habido casos en los que la cabeza estaba intacta, pero con los huesos de haberle dado una paliza. No sé si sería un preso o un delincuente, pero tenía los huesos destrozados a palos. Eso para mí es otra víctima”

Tengo entendido que aquí no los mataban, aquí es donde se dejaba el cuerpo.

Efectivamente. Es más, esta es una de las fosas más pobres en restos materiales. Venían aquí completamente desvalijados. Por no haber, apenas hay balas ni casquillos. Lo que si hemos encontrado alguna vez es un cráneo con una bala dentro del cerebro saponificado. Alguna otra vez también hemos encontrado restos balísticos de armas privadas. Un chico al que le dispararon boca abajo, en el trasero, con una posta gorda. No solo se utilizaron las armas típicas reglamentarias. Alguna vez hemos encontrado algún colgante o una insignia. Si que hemos encontrado alguna dentadura de oro, se ve que eso lo respetaron. En otros lugares no, donde pasaron las tropas de choque, por ejemplo. Aquí no hemos podido identificar a nadie que no sea por ADN. Y ya veremos el tema del ADN como termina, con suerte, bien.

Un objeto que encontramos que dio mucho revuelo fue un botón del Nodo, de un funcionario del ayuntamiento de Sevilla. Un chico joven de unos 18 años, según los antropólogos. Este estaba dentro de un ataúd. La mayoría de las víctimas están sin ataúd, tiradas de cualquier manera, pero tiradas en proceso, para aprovechar el espacio y boca abajo, como signo de castigo. Imagino que algunos de sus asesinos agradecerían enterrarlos boca abajo porque esto de aquí -se toca la cara con la mano- se queda desfigurado al estallar los huesos después del tiro de ejecución, que no de “gracia”.

¿Cómo comienza la exhumación de Pico Reja?

Proyecto arduo. Mucha gente empujó para que ocurriese. El movimiento memorialista, la gente de la Gavidia además de otras instituciones supranacionales que son las que más han dado la alarma.  Sin Europa habría sido “no, no y no”, pero las leyes supranacionales influencian el marco general, dando paso a leyes de memoria a nivel estatal y autonómicas y, junto a las manifestaciones, se consiguió un compromiso de 1,2 millones de euros con el ayuntamiento de Sevilla. Luego se tuvieron que aportar más porque en Pico Reja se esperaban unas 800 personas. Como hemos hablado, en el libro del cementerio simplemente venían partidas con el nombre en blanco. 20 nombres en blanco un día, 40 nombres en blanco otro. A partir de ahí se pudo hacer un recuento. Aparecieron 1786 represaliados. No sabemos los que nos encontraremos en la fosa de Monumento. Probablemente más, teniendo en cuenta que es aún más grande que Pico Reja.

Las exhumaciones no le han interesado a nadie. Ha faltado pedagogía. Las élites han actuado para taparse, independientemente del partido. Aquí no se desmontó el franquismo. El franquismo se acostó dictadura y se levantó democracia

Concha González guarda silencio unos pocos segundos. A unos 100 metros, la fosa de Monumento parece ejercer el efecto opuesto al que los monolitos de Pico Reja ejercen sobre el aire. Pico Reja es sólido y quieto. Una catedral de cemento al aire libre, en silencio, reposando. Caminar sobre Monumento encoje el estómago. Caminas sobre la lápida de una tumba de proporciones inimaginables. Sus contenidos un misterio a medias. No es tanto “qué”, sino quién y cuántos. Para la arqueóloga, también es una cuestión de “cómo”. La pausa termina y continúa diciendo:

Pico Reja se pensaba que era una fosa que se hizo en 1925, pero hemos encontrados cuerpos de represaliados al fondo de la fosa, inaugurándola. Se empieza a matar y se empiezan a enterrar los cuerpos aquí de cualquier manera. Nuestro trabajo tiene que ser muy minucioso, porque hay que examinar si hay algún tratamiento traumático peri mortem, ósea, ocurrido alrededor de la muerte. Primero cabeza, ver que no tenía ningún tiro, extremidades superiores, inferiores… Ha habido casos en los que la cabeza estaba intacta, pero con los huesos de haberle dado una paliza. No sé si sería un preso o un delincuente, pero tenía los huesos destrozados a palos. Eso para mí es otra víctima.

Ha sido un trabajo dificultado, además, porque, a diferencia de otras fosas, cavadas expresamente para represaliados, Pico Reja continuó albergando a otras personas. Muertos por enfermedad, hambre, en hospitales, abortos espontáneos, todos aquí. Aquí se vaciaban también los nichos. Se abría un boquete y se echaban los huesos. Si se encontraba un ataúd, se quitaba, y si había un represaliado, pues daba igual. En total en esta fosa se han tocado los huesos de 10.000 personas, contando los restos de los osarios. Después se removían, incluso con tejido todavía, en mi opinión de forma intencionada. Estos restos removidos se pueden llegar a confundir con un osario, pero no lo son, para empezar porque los osarios no contienen los huesos pequeños. -se agarra la falange del índice como demostración- mientras que los restos que nos encontramos removidos, sí.

Es necesaria una labor de conservación, hay archivos a los que la gente no tiene acceso y se están pudriendo. Hay que dar facilidad a los historiadores, además de promover testimonios orales que se están perdiendo

Hemos encontrado grupos de 20 represaliados de los que solo 5 estaban completos y el resto removidos. De los que están completos haces la prueba de ADN, pero ¿y de los removidos? Es imposible hacerles la prueba a todos y cada uno de los huesos, se la hacemos a uno y los identificamos. Hay gente que, si se identifica a un familiar suyo, solo va a recibir un hueso de él, al que hemos podido realizarle la prueba, normalmente el fémur. Pero, al menos, que quede constancia de que estaba aquí. El trabajo científico ha sido encomiable y eso que no hemos tenido a un juez de línea. Aquí no se ha interesado nadie. Vaya, la iglesia ni ha venido.

¿Qué es lo que cree que ha faltado?

Ha faltado pedagogía. Las élites han actuado para taparse, independientemente del partido. Aquí no se desmontó el franquismo. El franquismo se acostó dictadura y se levantó democracia. Les da miedo que la gente empiece a reclamar cosas, no les gusta que les toquen el bolsillo. Por ejemplo, Paqui Maqueda está reclamando una casa. Una casa humilde que le quitaron a su abuela… y ahí está la casa con otra gente. Algún tipo de compensación debería tener. Tampoco puedes tener en este país tantas fosas comunes…bueno, las pocas que quedan porque muchas están destruidas. Les pasa una carretera por lo alto, porque no se les da importancia y se abandonan…por falta de respeto o por otros intereses. Se han perdido muchas por especular con el suelo de los cementerios. Es un suelo caro y, en más de un caso, nos hemos encontrado que, aun sabiendo que ahí había una fosa, se ha vendido el suelo para construir mausoleos y nichos.

Si pudiese forzar a las administraciones a tomar una medida en este aspecto, en el ámbito de la memoria, ¿cuál tomaría?

¿Una sola?

Una sola.

Abriría todos los archivos y empezaría un trabajo de conservación. Hay muchos a los que la gente no tiene acceso y están pudriéndose. Dar facilidad a los historiadores para que consigan documentación. La documentación es fundamental. Además de los testimonios orales, que se están perdiendo. Los abuelos de los pueblos que saben que hay una fosa en algún sitio y lo dicen. En Higuera de la Sierra estuvimos buscando a un grupo de represaliados de Zufre, 15 mujeres y 6 hombres, asesinados en el 37 por pura violencia vicaria. No los encontramos, pero, sí que encontramos a habitantes de Higuera de la Sierra. 20 o 21. Es curioso, la gente que nos venía a decir “ay, a ver si los encontráis” hablaban en voz baja. Automáticamente susurraban. Otros decían que “aquí no ha pasado na” pero no era verdad, obviamente.

En Andalucía hay 45.000 personas que fueron asesinadas por pensar de manera distinta a los que tenían las pistolas. Se tiene que saber

Creo que hoy en día parte de la ciudadanía ve a las fuerzas franquistas como un brote violento, desordenado y caótico. Sin embargo, a otros movimientos fascistas, como al nazismo, siempre se les ha visto como sistemáticos y ordenados.

Nos han vendido que los asesinatos han sido todos porque un hermano le había quitado la novia al otro y resulta que estaban uno en un bando y el otro en otro, pero de eso nada.  Eso no fue lo que motivó la represión, porque la represión fue política. Fue un esfuerzo a conciencia de descabezar a la República. Fueron a por los alcaldes, a por los concejales y a por la gente de la reforma agraria. De estos últimos se aseguraron de que no quedase ni uno.

Ha pasado una democracia entera desde que murió Franco y los partidos de izquierda, por lo general, no han querido tocar el tema de la memoria. Ahora ha llegado el nuevo ayuntamiento de Sevilla y han desmantelado la oficina de la memoria. Puedes llamar, te van a coger el teléfono y te van a decir a la cara que siguen funcionando, pero no es verdad. Un referente de recogida de ADN al que ahora la gente no puede acudir. Si dan conmigo puedo redirigirles a Granada desde donde les mandan una prueba para hacérsela en su propia casa.

Algunas personas argumentan que la memoria no es tan importante como otras cosas que necesitan dinero, como la sanidad o la educación. ¿Qué consecuencias tiene no exhumar una fosa como Pico Reja?

No podemos comparar esto con la arqueología que puede ser un cementerio romano, aunque el proceso y el estudio de ambos sea parecido. Esto es algo más. Esto es recuperar la dignidad de personas a las que mataron por sus ideas. ¿Se negarían a dar dinero para sacar a los asesinados durante el genocidio bosnio? ¿Para las fosas comunes latinoamericanas? ¿Para los asesinados por los Jemeres Rojos? Entonces, ¿por qué negar los derechos humanos en tu propio país? En Andalucía hay 45.000 personas que fueron asesinadas por pensar de manera distinta a los que tenían las pistolas. Se tiene que saber. Se tienen que dignificar para evitar que pueda volver a ocurrir.

Este capítulo hay que cerrarlo. Tampoco es tanto dinero. Podría estar acabado en 8-10 años, de hecho, hay un informe hecho por Aranzadi que considera que la exhumación de las fosas que quedan tardaría menos de 10 años y, sin embargo, la respuesta siempre es una negación sistemática. Negándose a quitar la cruz del Valle de los Caídos. ¿Cuánto hemos tardado en sacar a Queipo de Llano de la Macarena? El fascismo es una ideología que se alimenta de un pasado falsamente glorioso y quieren vendernos eso, borrando todo lo que no les convenga. Por eso celebramos la conquista de América, porque se revalorizó con Franco, y por eso mismo, ahora Abascal se pone el casco de los Tercios.

https://www.elsaltodiario.com/memoria-historica/concha-arqueologa-pico-reja-victimas-fosa-monumento

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