Manuel Calatrava Segura

Níjar
Almería

Manuel Calatrava Segura nace en Níjar, Almería, el 10 de septiembre de 1905. A muy temprana edad marchó con su familia a África. Sus padres eran cocineros y él aprendió a amar este oficio desde muy pequeño.

En 1929, y una vez en España de nuevo, trabajó como cocinero en el barco “Juan Sebastián Elcano”, en el que dio la vuelta al mundo.

Al volver a Almería contrae matrimonio ese mismo año, y en 1930 y 1932 nacen su hija Consuelo y su hijo Manuel. Por aquellos años y durante la guerra civil trabajó como cocinero en el hospital, y funda el sindicato de cocineros y camareros, ya que era un hombre de talante progresista, que halló en la República una oportunidad de justicia social para la clase obrera y una promesa de avance en libertades individuales y sociales.

En cuanto Franco toma Almería, es detenido y condenado a pena de muerte, que le fue conmutada después por 30 años de reclusión. Estuvo preso en el penal de Sanabria, y en Galicia trabajando como cocinero y enfermero. Toda su vida recordaría después la dureza de las condiciones de vida de los presos políticos en los penales, el frío, el hambre y la muerte que fueron como otros compañeros más para aquellos hombres que habían combatido, como él, desde ámbitos políticos, sociales o del ejército, por una sociedad más justa e igualitaria.

Sale en libertad en noviembre de 1944. Marcha desterrado a Tarragona, ya que desde 1940 su esposa e hijos también habían ido a vivir a Cataluña, en concreto a Barcelona, huyendo de una Almería donde no encontraban trabajo ni estabilidad por ser familia de un “rojo”.

Comienza a trabajar de nuevo como cocinero en distintos organismos de Tarragona, mientras que su esposa trabaja sin descanso y sus hijos son internados en oscuros centros de acogida para hijos de represaliados políticos.

Temeroso de que el régimen le detuviera de nuevo, cansado de la cárcel y el destierro, y decepcionado por la perpetuación del franquismo, en 1949 cruza los Pirineos con su familia, a pie, y huye de una España que le ha arrebatado la esperanza.

Desde Francia se embarcan a Bolivia y al fin llegan a Uruguay, país que le había impresionado en 1929 por su talante acogedor, progresista y democrático. Allí trabajó como cocinero, llegando a crear su propio negocio, un restaurante.

Manuel murió en Uruguay el 3 de julio de 1986, lejos de su tierra de origen, aunque agradecido a su nuevo país de adopción, donde aún vive Consuelo, su hija.

Dejó a sus hijos y nietos un legado de tolerancia y tenacidad que los golpistas de Franco no lograron arrebatarle jamás.