La alcaldesa señala que es “un documento de análisis y consulta” y que “la ejecución y materialización” corresponde al Ayuntamiento
LA VOZ DE CÓRDOBA | JESÚS CABRERA | 8-11-2017
A la alcaldesa, Isabel Ambrosio, tampoco le ha gustado la pretensión de la comisión de memoria histórica de hacer que su dictamen sea elevado a definitivo sin un pronunciamiento posterior por parte del Pleno, que es quien ha nombrado este órgano. La regidora, quien ha señalado que aún desconoce las conclusiones, ha señalado que éstas “no son de obligado cumplimiento”.
A este respecto, ha recordado que “al igual que con el resto de comisiones que ha creado el Ayuntamiento, son conclusiones que establecen una serie de profesionales y los representantes de los grupos municipales y lo que siempre se hace es tener en consideración esas conclusiones”. Por esto, ha recordado que las conclusiones no pasan de ser “un documento de análisis y consulta” y que “la ejecución y materialización” de las mismas corresponde a la Corporación.
El secretario general del Pleno emitía esta semana un informe solicitado por el PP ante la pretensión de algunos miembros de la comisión de que el documento final quedase tal cual, sin intervención del Ayuntamiento y ante las condiciones en que los comisionados han tenido para acceder al material de trabajo. En dicho informe se señala de forma clara que las conclusiones tienen que ser elevadas a Pleno y que los miembros de la comisión deben tener acceso a los documentos sobre los que se va a debatir.
Una vez conocido este informe, el portavoz del PP, José María Bellido, señaló que el mismo “ayude a ordenar el debate en esta comisión”, a la vez que manifestaba que “los familiares de las víctimas puedan enterrarlas con toda dignidad”, una cuestión que en la comisión va con retraso y que cuenta “con todo el apoyo del PP”. También recordó que el asunto más polémico, como es el cambio de nombres en las calles, “no cuenta con el apoyo de los vecinos”, como es el caso de la calle Cruz Conde o del barrio de Cañero, entre otros.
Ambrosio rechaza que la comisión de Memoria Histórica tenga la última palabra