De las fosas al callejero: las asignaturas pendientes de la memoria histórica

La Asociación para la recuperación de la Memoria Histórica cree que la exhumación de Franco debe ser “solo el comienzo”

22.10.2019 | actualización 17:26 horas / Por JESSICA MARTÍN

La Ley de Memoria Histórica cumplirá doce años en diciembre con uno de los deberes hechos: la exhumación del dictador Francisco Franco. Sin embargo, todavía son muchas las cuentas pendientes que España tiene con dicha ley, como abrir las fosas en las que siguen hacinadas miles de víctimas de la Guerra Civil, borrar del callejero las más de mil calles que siguen estando dedicadas al régimen, ilegalizar las fundaciones fascistas, investigar el patrimonio de los Franco o arrebatarle las medallas al expolicía franquista ‘Billy el Niño’.

Por esa razón, por todo lo que queda por hacer, los familiares de víctimas del franquismo han recibido la noticia de la exhumación de Franco con una sensación “agridulce”, explica a RTVE.es el portavoz de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Bonifacio Sánchez: “Es una sensación no tanto de triunfo como de que por fin se hace algo de justicia. Bien está que salga Franco, pero no nos podemos quedar ahí, debe ser el comienzo de algo”.

Una vez que se hayan traslado los restos del dictador a Mingorrubio, sería necesario, a juicio de Sánchez, “resignificar” el Valle de los Caídos y convertirlo en un lugar “para la memoria democrática” en el que se explique “lo que significó la dictadura, en qué consistió el trabajo esclavo y qué papel jugaron tanto la Iglesia como los represores” que llevaron a Cuelgamuros a los desaparecidos. 

Abrir fosas comunes

Precisamente, localizar a los 114.000 desaparecidos que, según la citada asociación, continúan en fosas comunes de toda España es otra de las tareas pendientes.

“La política de búsqueda de desaparecidos de la Guerra Civil Española y el franquismo debe ser tarea primordial del Estado”, rezaba un cartel compartido en Twitter por Pedro Sánchez en 2017, pero su propuesta ha quedado varada en el terreno de la voluntad y, de momento, no se ha hecho efectiva.

En los últimos 19 años se habrían abierto solo 740 fosas, de las que se han recuperado los cuerpos de 9.000 víctimas de la guerra y la dictadura, según la investigación liderada por el arqueólogo forense Francisco Echeverría. Más de 2.500 fosas comunes siguen sin abrirse y los restos de todas esas víctimas continúan en tierra de nadie.

La fosa común más grande del país es el Valle de los Caídos, donde yacen los restos de 33.833 personas –más de 12.400 sin identificar- y España sigue siendo el primer país de la Unión Europea en número de desapariciones forzadas y el segundo de todo el mundo, después de Camboya, donde hay más de 20.000 fosas comunes que fueron localizadas tras el genocidio en el que perdieron la vida más de un millón y medio de personas.

Revisar las calles y los monumentos

También está pendiente, recuerda Bonifacio Sánchez, acabar con la “simbología franquista”, lo que pasa por renombrar las calles que adquirieron una nomenclatura ligada al franquismo con el fin de que todos los ciudadanos tuviesen muy presente el triunfo de los sublevados.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) detectó y comunicó el pasado mes de febrero que “destacadas figuras del franquismo dan nombre todavía a 1.171 calles y plazas españolas repartidas entre más de 637 municipios“, así como también hay otros “19 en los que también pudieran quedar otros vestigios de exaltación de la Guerra Civil u homenaje al franquismo”. Y añadió que las comunidades autónomas con más municipios en los que quedan vestigios franquistas son, con diferencia, Castilla y León, con cerca de 260, y Castilla-La Mancha, con 125.

El último paso para cambiar las cifras se dio también en febrero de este año, cuando el Ministerio de Justicia solicitó a 656 ayuntamientos, entre ellos el de Madrid capital, que retirasen los vestigios franquistas que permanezcan en sus espacios públicos.

Lejos de acatar la petición del Ministerio de Justicia, algunos ayuntamientos han decidido revertir en los últimos meses los cambios ya realizados en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Es el caso, por ejemplo, de Córdoba, donde el nuevo gobierno municipal de PP y Ciudadanos aprobó en junio de este año volver a la nomenclatura que tenían algunas calles antes de la llegada de PSOE e IU.

Por otro lado, según el INE, a 1 de enero, se mantenían los nombres de los municipios Guadiana del Caudillo, en Badajoz, y Llanos del Caudillo, en Ciudad Real.

A lo largo de la geografía española también hay numerosos monumentos cargados de simbología franquista, como el Monolito a Mola en Alcocer, en homenaje a Emilio Mola, uno de los cabecillas del golpe de Estado que inició la Guerra Civil española, o el Arco de la Victoria, en Madrid.

Exhumar a otros generales

La exhumación de Franco podría allanar el camino para que se tomen decisiones similares respecto a los restos de otros generales franquistas.

En Andalucía este mismo mes de octubre asociaciones en defensa de la memoria histórica han reactivado la petición de exhumar los restos de Queipo de Llano, que continúan en la Basílica de la Macarena de Sevilla. Sin embargo, la Junta ha adelantado que ese traslado no está entre sus prioridades y tanto el PP como Ciudadanos han descartado abrir el debate.

Además, en la cripta del Alcázar de Toledo sigue enterrado el general franquista José Moscardó, junto con Jaime Milans de Bosch , jefe de la intentona golpista del 23-F.

Ilegalizar las fundaciones y juzgar a los represores

“Habría también que incluir en el Código Penal la apología del franquismo y algunos otros delitos que hoy se están cometiendo impunemente”, añade el portavoz de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que señala la Fundación Francisco Franco como ejemplo de apología. 

Para ilegalizar esa y otras fundaciones que inciten al odio o a la violencia contra las víctimas de la Guerra Civil sería necesario que el Gobierno llevase a cabo la prometida reforma integral de la ley de Memoria Histórica.

Por otro lado, Bonifacio Sánchez recuerda que quedan vivos 17 represores que están siendo buscados por la Justicia universal desde Argentina y que “están protegidos” en España, y pone de ejemplo al exministro franquista Rodolfo Martín Villa o al exinspector de la brigada político-social del franquismo Antonio González Pacheco, más conocido como ‘Billy el Niño’. Este último tiene hasta quince querellas por torturas, pero la mayor parte de ellas han sido rechazadas o archivadas al considerarse prescritos los presuntos delitos.

Además de gozar de impunidad, ‘Billy el Niño’ mantiene sus condecoraciones policiales -que hacen aumentar su pensión- porque, según el Ministerio del Interior, no está regulada la posibilidad de retirar esas medallas a policías.

Investigar el patrimonio de los Franco

Investigar el patrimonio de los familiares del dictador español se suma a la lista de obligaciones que, según Bonifacio Sánchez, tiene España con la memoria histórica. Sobre la mesa está ya la lucha por el pazo de Meirás, que volverá a enfrentar al Gobierno con la familia tras la batalla judicial que han protagonizado en el episodio de la exhumación.

La Abogacía del Estado presentó en julio en los juzgados de A Coruña una demanda contra los herederos por esa propiedad, que fue residencia de verano del dictador, al entender que la compra en 1941 fue “simulada y fraudulenta”.

“También queda que las empresas que se lucraron con el trabajo esclavo, empresas grandes que todavía cotizan en el IBEX 35, den cuentas, como han hecho en Alemania, a las víctimas por el patrimonio que consiguieron”, agrega Sánchez.

Finalmente, y precisando que hay más asuntos pendientes de los señalados, el portavoz de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica considera que hay una tarea imprescindible que se debe llevar a cabo en España: “que todo esto aparezca en los libros de texto, que sea una verdad oficial”.

http://www.rtve.es/noticias/20191022/fosas-callejero-asignaturas-pendientes-memoria-historica/1981983.shtml