El Ayuntamiento aprueba un plan de Memoria Histórica que se verá completado en seis meses. Esperanza Aguirre cree que no servirá para “erradicar el odio”, y ve en esta proposición del PSOE “sectarismo y revanchismo”.
Público / ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL / 22/12/2015
MADRID.—Madrid borrará por fin los vestigios de la dictadura franquista de sus calles y plazas. El pleno del Ayuntamiento de la capital ha aprobado este martes el Plan Integral de Memoria de Madrid, redactado por el PSOE, para retirar de forma inmediata cinco placas y monolitos que honran a personas vinculadas con la dictadura, como la lápida a los Caídos de Chamartín de La Rosa (Duque de Pastrana) o la de José García Vara, fundador de la Central Obrera Nacional Sindicalista (plaza de Duque de Pastrana).
En esencia, el plan quiere garantizar la aplicación de la Ley de Memoria Histórica aprobada en 2007 por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, y persigue también la retirada de insignias y placas que exalten la sublevación militar o que homenajeen a golpistas e implicados en delitos de lesa humanidad. La concejal de Cultura, Celia Mayer, ha explicado ante el pleno que afectará a 16 distritos, y en los pasillos del Consistorio ha apuntado que el cambio de cada placa nominativa es de 54 euros, que asumirán las respectivas Juntas de Distrito.
Sin embargo, y mientras Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos han dado su respaldo a este plan, el PP en el Ayuntamiento, liderado por Esperanza Aguirre, ha votado en contra de esta propuesta porque a su juicio no sirve para “erradicar el odio”.
Aguirre cree que el PSOE está olvidando “el espíritu de conciliación de la transición”, y aprecia “odio y revanchismo” en la propuesta, que no tiene “el espíritu del Ayuntamiento de Tierno Galván”. El motivo es que el pleno ha rechazado la enmienda del PP, que pedía explícitamente la inclusión de un párrafo que reconociese a las víctimas no sólo de la persecución y violencia de la Guerra Civil sino también aquellos que lo fueron “por razones políticas, ideológicas o de creencia religiosa”. Sin embargo, como explicaba Mayer, esta mención ya se incluye en el título de la Ley de Memoria Histórica, y por tanto también en la proposición.
Por su parte, la concejal de Ciudadanos Sofía Miranda, que también ha respaldado este plan, intervenía en el pleno para criticar que se siga utilizando la Memoria Histórica como “arma arrojadiza”. “Es una obligación moral cerrar heridas. Ya vale una España de bandos”, zanjaba, cosechando los aplausos del PP y de sus compañeros de partido.
Acabar con la “desmemoria, dejación e impunidad”
La concejal de Cultura se ha comprometido a traer al pleno en un plazo de cuatro meses una declaración institucional de condena al franquismo y de reconocimiento a las víctimas de la dictadura.
Mayer recordaba en su intervención los más de 144.000 desaparecidos durante 40 años de represión franquista, y defendía ejecutar estos cambios nominativos cuanto antes, para poner fin a una situación de “desmemoria, dejación e impunidad”.
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