El forense Etxeberria dice que detrás exhumaciones «no hay ánimo de revancha»

El antropólogo defiende que se “están cerrando las heridas abiertas” por la Guerra Civil, aunque políticos digan que “no hay que tocarlo”

Noticias de Navarra | EFE | Salamanca | 28-2-2016

El antropólogo forense Francisco Etxeberría ha asegurado que detrás de las exhumaciones de restos de fosas comunes “no hay ánimo de revancha” y se “están cerrando las heridas abiertas” por la guerra civil española, aunque algunos políticos digan que eso “no hay que tocarlo”.

En una entrevista con la Agencia Efe con motivo de su participación en una charla organizada por la Asociación Salamanca Memoria y Justicia, Etxeberría ha calificado de “equivocada” la discusión de aquellos que discrepan entre que si la denominada memoria histórica abre o cierra heridas.

“En los quince años que llevamos exhumando cadáveres en distintos municipios españoles lo que ha ocurrido es que se han cerrado heridas. La gente se ha relacionado de un modo muy distinto de lo que dicen los políticos”, ha remarcado el también profesor de la Universidad del País Vasco.

Etxeberría se ha mostrado convencido de que quienes creen que detrás de esto -en alusión a las exhumaciones- puede haber un ánimo de revancha “no es así” y lo que más le asombra es que “mientras algunos partidos políticos dicen que esto no hay que tocarlo, sus afiliados e incluso alcaldes y concejales” les “están ayudando”.

Ha recordado que las exhumaciones “han existido siempre” desde la dictadura y que en la década de 1980 se llevaron a cabo algunas aunque “sin apoyo técnico, ni institucional”.

A partir de ese germen, en el año 2000 -ha relatado- surgió el movimiento cívico de la Memoria Histórica que reivindica algunas cuestiones de “una injusticia no bien resuelta y ahí era necesario la implicación de técnicos y de personas cualificadas”.

Desde ese momento, Etxeberría ha explicado que se han exhumado “8.500 esqueletos en 350 fosas comunes en toda España”, lo que supone cerca del 10 por ciento.

El antropólogo forense se ha lamentado de que no se van a encontrar todas las fosas, y ha observado que “no hay que crearse falsas expectativas”.

Ha expresado su convencimiento de que las exhumaciones se pueden hacer “técnica y humanamente si se quiere” y, en su opinión, sirven “como mínimo” para “reparar a algunas familias que tienen a sus desaparecidos en lugares desconocidos”.

“La simple existencia de fosas comunes clandestinas en nuestros términos municipales debería exigir que hubiera una protección, una preocupación y llegado el caso, si así lo piden los familiares, la exhumación”, ha reflexionado.

Sobre la Ley de la Memoria Histórica de 2007, la ha calificado de “oportuna” y de ella ha dicho que “estuvo bien” porque, sobre todo, “se resolvió una cuestión que hasta entonces era un problema: el acceso a la documentación en los archivos”.

En ese aspecto “funciona correctamente y fue un avance”, pero en lo que concierne a las exhumaciones “no existe un liderazgo institucional”.

De ahí, que haya reclamado “una tutela que diera garantías y que pusiera los medios para llevar a cabo estas tareas”, dado que las exhumaciones que se están haciendo en España se realizan porque “lo piden las familias con el apoyo de técnicos o porque hay asociaciones de la memoria histórica”.

En este sentido, ha considerado que sería “pertinente” la implicación institucional “primero desde los ayuntamientos” y después de “todos los que sean autoridad en este país”.

La Ley de la Memoria Histórica “está bien, pero es insuficiente. No hay una política pública de memoria histórica en España”, ha concluido.

A su entender, esta circunstancia se debe a la existencia de un “complejo de culpabilidad tanto de algunos políticos como de las universidades e incluso de los profesionales académicos” y a que lo desconocido que “da miedo porque toca ese pasado reciente trágico”.

En cuanto a los documentos que desde 2006 han salido del Archivo de la Guerra Civil, hoy Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH) con sede en Salamanca a la Generalitat de Cataluña, el investigador se ha mostrado favorable a que los legajos estén en esta comunidad autónoma porque “allí fueron requisados”.

“La reivindicación es pertinente, pero se ha producido un enredo enorme”, ha concluido.

http://www.noticiasdenavarra.com/2016/02/28/sociedad/el-forense-etxeberria-dice-que-detras-exhumaciones-no-hay-animo-de-revancha

 

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«El éxito del franquismo es que aún nos da miedo hablar de los desaparecidos»

Francisco Etxebarría es antropólogo forense y profesor de la Universidad del País Vasco. Ha participado en las exhumaciones de las fosas comunes desde el año 2000.

La Crónica de Salamanca | Lira Félix | 27-2-2016

Buscamos vida en las exhumaciones, porque alrededor de esa fosa hay hijos, nietos,… Así de contundente y expresiva se muestra Mª Luisa Vicente, presidenta de la Asociación Salamanca Memoria y Justicia en el salón de actos de la Facultad de Geografía e Historia, donde Francisco Etxebarría, antropólogo forense vasco impartió una conferencia. “Los huesos hablan y cuentan lo que sucedió”, puntualiza Vicente.

Mª Luisa Vicente no está sola en la tarima del salón de actos, junto a ella el antropólogo forense y profesor de la Universidad del País Vasco, profesional que ha participado en las exhumaciones científicas llevadas a cabo desde el año 2000. Desde entonces, se han exhumado más de 350 fosas en toda España y se han identificado a más de 8.000 personas asesinadas entre 1936 y 1939, pero esto “sólo acaba de comenzar, porque es imparable y porque hay más de 100.000 personas desaparecidas. Además, de que los partidos políticos ya llevan el tema de Memoria Histórica en sus programas. Recordar, vendrán a hacerse la foto a alguna exhumación”, apunta Etxebarría Gabilondo.

España ostenta el doloroso puesto de ser el segundo país donde más desaparecidos hay en el mundo, tras Camboya. Etxebarría deja una cosa clara: “Dejémonos de eufemismos, el régimen anterior fue una dictadura y el 23F fue un golpe de Estado, no un intento, porque entraron en el Congreso de los Diputados”. Al igual que señala que los muertos que están en las fosas, “casi no se enteraron de que había una guerra, porque muchos de ellos fueron asesinados en el 36”.

Etxebarría es partidario de que la Memoria Histórica se asiente sobre los Derechos Humanos y sobre ello se comience a trabajar a través de la justicia, la historia, la política,… Más que nada, porque asegura que es por “cuestión política por lo que antes no se pudo exhumar ninguna fosa. Todas las víctimas tienen derecho a la memoria y los demos tenemos el de deber de memoria, como decía Reyes Mates”.

Aunque como el mismo reconoce, hubo exhumaciones, incluso antes de morir Franco. De hecho, una de las más importantes fue en la década de los cincuenta, cuando Franco ordenó exhumar los muertos nacionales que habían asesinado los republicanos, “unos 30.000 cuerpos que descansan, junto a algunos republicanos, porque consideraron eran pocos muertos, en el Valle de los Caídos, para enfado de las familias de los republicanos”.

Pero, poco después de morir Franco hubo otras exhumaciones, las que llevaron a cabo esposas e hijos que sabían dónde estaban enterrados sus familiares y con pico y pala desenterraron a sus muertos, porque no entendían dónde estaba el problema para desenterrar a sus familiares. Durante este periodo, donde hubo gobiernos socialistas, no se hizo nada. Salvo estas exhumaciones casi clandestinas y rudimentarias.

Avanza Francisco Etxebarría en el tiempo y recala en 1996. Primer Gobierno de José María Aznar y se aprueba una partida de los presupuestos generales del Estado para realizar una exhumación en Rusia, la de los españoles que fueron a luchar en la División Azul y de los 2.900 esqueletos recuperados, hay identificados 2.610, 44 recuperados. “Esto se debe hacer, pero, ¿por qué se oponen a las exhumaciones de las fosas que hay en España?“, se pregunta Etxebarría.

Cuatro años después, en el 2000, se lleva a cabo la primera exhumación con método científico, utilizando el ADN para la identificación de los cuerpos. “Cuando nos vieron allí, por imitación, muchos vecinos nos iban diciendo dónde había más fosas”.

En esta exhumación, la de Emilio Silva, les pasó una cosa curiosa. Llego un anciano y les dijo que él había sido uno de los enterradores. Tenía 15 años entonces y le ordenaron esa tarea. “Es precisamente este tipo de historias entrelazadas o las que te cuentan los familiares las que te ‘enganchan’ y las que recuerdas. No los informes fríos y repletos de números”, señala el antropólogo forense vasco.

La Ley de la Memoria Histórica aprobada en 2007 llegó con financiación, pero solamente un tercio del presupuesto se destinó a las exhumaciones. “En España tenemos medios técnicos y humanos para hacer este trabajo, pero necesitamos voluntad política también. Así se podría legitimar, legalizar, trabajar con seguridad, con recursos, con coordinación y por último, estaría la operación forense. Tenemos que creer que esto es importante y que las personas que están detrás cuentan con toda la credibilidad y contar con equipos neutrales”.

Hasta 2011, año en el que se cortó la financiación, hubo una oficina de atención a las víctimas del Franquismo, apoyo a las actividades de Memoria Histórica y se publicó el mapa donde estaban las fosas comunes en España, pero curiosamente, no había un reglamento donde se puntualizara el protocolo a seguir para las exhumaciones, éste se aprobó en 2011. “A nosotros sólo nos corresponde catalogar la realidad. Tenemos muchos indicios, algunas evidencias, pero casi ninguna prueba de los crímenes franquistas, porque en España entera hubo durante la Guerra una represión generalizada. Hemos encontrado en las fosas niños, mujeres, ancianos y hombres. Nunca se han estudiado de verdad estos hechos por parte de las instituciones”, matiza el antropólogo forense y profesor de la Universidad del País Vasco.

No se trata de buscar a los culpables, “porque sería imposible, pero sí de reparar el derecho de las víctimas”. Etxebarría propone que se cree una comisión sobre la verdad, una fiscalía especial y todo ello bajo el paraguas de los Derechos Humanos, luego vendrá la judicialización. “No vamos a encontrar todas las fosas y no vamos a identificar todos los restos, pero es pertinente, porque cuando estamos allí, los familiares nos dicen: ‘No importa, cuál de todos sea mi padre, porque para mí ya lo he encontrado”.

Francisco Etxebarría Gabilondo concluye su conferencia diciendo que todas las fosas son de carne y hueso, porque los huesos los ponen los muertos y la carne sus familiares. Insta a que se cataloguen las inscripciones que dejaron los presos en el convento de la Caridad de Ciudad Rodrigo antes de que el tiempo lo termine de borrar y a quitarnos el complejo de cierta culpabilidad. “Tendría que existir un equipo estable para las exhumaciones, porque el interés por ellas está en expansión y esto no se puede parar. El éxito del franquismo es que aún nos da miedo hablar de esto”.

«El éxito del franquismo es que aún nos da miedo hablar de los desaparecidos»