El homenaje a un alcalde franquista revuelve la fiesta cultural de Galicia

Políticos, intelectuales y activistas del gallego dan la espalda al elegido para el Día das Letras Galegas por su relevancia en la dictadura

El País | Sonia Vizoso | Santiago de Compostela | 17-5-2015

Galicia rinde homenaje cada primavera a un prócer de su cultura para conmemorar el 17 de mayo, Día das Letras Galegas. Alrededor del intelectual aupado por la Real Academia Galega se organizan durante semanas actos y actividades, se editan libros, se imparten clases en las escuelas, se introducen citas en los discursos y hasta se estampa su rostro en las bolsas de plástico de los supermercados. Este año, sin embargo, el elegido por los académicos ha estado más escondido y menos arropado que nunca. Cuando la institución que vela por la lengua gallega hizo público su nombre hace casi un año, la indignación corrió por los sectores más combativos en la defensa de la cultura de Galicia. La figura a ensalzar era la de Xosé Filgueira Valverde, un erudito de la literatura medieval gallego-portuguesa que además de autor de una ingente obra fue alcalde de Pontevedra y procurador en Cortes durante la dictadura franquista, esa gran bota bajo la cual el idioma de la gran mayoría de los gallegos quedó proscrito.

“No es un ejemplo para los chavales. En Alemania nunca harían algo así”, lamenta la coruñesa Ermitas Valencia, edil del BNG y responsable de la primera librería que anunció oficialmente que boicotearía los actos de difusión de la figura del homenajeado en el Días das Letras con los que el sector suele secundar esta celebración cultural. “El Día das Letras lo mueven las librerías, los movimientos sociales de base, las asociaciones culturales y las de vecinos. Si no hay una simbiosis mínima entre la Academia que elige al homenajeado y esta sociedad civil, pasa lo que ha pasado”. El escritor Suso de Toro coincide en el diagnóstico de la librera: “La gente que tenía que celebrar la figura no la celebra, no ve nada que celebrar”.

Desde la Academia Galega, donde no se percibe esa frialdad ante el homenajeado este año en la gran fiesta cultural de Galicia, su secretario, Henrique Monteagudo, rechaza que el colaboracionismo de Filgueira con el franquismo lo inhabilite para protagonizar el Día das Letras Galegas y niega rotundamente que la elección de quien fue tan poderoso en la ciudad natal de Mariano Rajoy estuviese “dirigida” por el PP. “Los personajes de la cultura que colaboraron con regímenes totalitarios fueron muchos. Si los borráramos la cultura europea quedaría en pelotas”, defiende Monteagudo, quien destaca que antes de ocupar cargos en el franquismo Filgueira, consejero de Cultura de la Xunta en los albores de la democracia, fundó el Seminario de Estudos Galegos y el Partido Galeguista. “Se le sacan los colores de franquismo a este hombre que no se le sacaron a Vicente Risco o a Álvaro Cunqueiro”, critica el secretario de la Academia Galega.

El homenaje a Filgueira tampoco ha sentado bien en una parte relevante de la ciudad donde nació y de la que fue alcalde entre 1959 y 1968. El actual regidor de Pontevedra, el nacionalista de izquierdas Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), considera inoportuno que se honre la figura del “controvertido” intelectual cuando sus vecinos aún no han olvidado su “fuerte implicación” en la dictadura, por lo que su gobierno ha decidido “mantenerse en un discreto segundo plano” y evitando los “panegíricos”, según explican fuentes oficiales del Ayuntamiento. El gobierno municipal no ha programado actividades especiales sobre Filgueira y Fernández Lores se ha ausentado este domingo del acto principal de su homenaje –presidido en Pontevedra por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo-, aunque, puntualizan desde el Ayuntamiento, ha acudido a saludar a las autoridades y a la familia del polígrafo minutos antes de arrancar los discursos. La dirección gallega de Podemos ha emitido hoy un comunicado en el que asegura que la “connivencia” de Filgueira con el franquismo “entra en fricción con los estatutos” de la Academia Galega.

Suso de Toro subraya que la decisión de la Academia Galega de “celebrar a los galleguistas que se hicieron franquistas no es casual” y coincide “con una crisis de existencia de la lengua gallega” y con un “poder político que desde la Xunta legisló por primera vez para recortar el idioma”. Según el escritor, este trance que sufre ahora Galicia es consecuencia de cómo se construyó la autonomía tras la muerte de Francisco Franco: con “una debilidad absoluta” –“somos la única nacionalidad histórica que no fue gobernada por los nacionalistas”, recuerda- y con “una apuesta por legitimar a la derecha franquista, es decir, a Filgueira y a Fraga”.

Ocho localidades han acogido este domingo manifestaciones de la plataforma Queremos Galego, integrada por la mayor parte de quienes aborrecen el homenaje a Filgueira por considerarlo un “insulto” a quienes padecieron “prisión y muerte” por defender la cultura gallega. Las protestas exigen un cambio en la política lingüística del popular Alberto Núñez Feijóo, quien redujo la presencia en las aulas del gallego tras llegar al poder en 2009, en contra incluso de las directrices del Plan de Normalización Lingüística que aprobó el último gobierno de Manuel Fraga. Una encuesta del organismo oficial de estadística de Galicia reveló hace solo unos meses que desde que el PP posfraguista dirige la Xunta el uso del gallego entre los niños retrocede de forma alarmante: el 47% de los críos admite que no se expresa nunca en la que aún sigue siendo la lengua materna de la mayoría de la población.

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/05/17/galicia/1431877480_891761.html

 

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Ramón Villares rechaza el veto a la «importante» figura de Filgueira Valverde

diariodeferrol.com | Redacción | 17-5-2015

El presidente del Consello da Cultura Galega (CCG), Ramón Villares, anima a estudiar la “importante” figura de Xosé Filgueira Valverde, homenajeado en las Letras Galegas 2015, y rechaza el “veto” por parte de quienes consideran el franquismo un “paréntesis” en la Historia de Galicia.

Así, el sucesor del propio Filgueira al frente del CCG, subraya que la figura intelectual del pontevedrés “no admite duda alguna” en sus facetas como polígrafo, investigador “muy sólido” y hombre de instituciones culturales, para las que parecía predestinado, no solo por la familia, sino también por el “entorno”.

Estaban personalidades como Losada Diéguez, Sánchez Cantón, Castelao, Iglesias Vilarelle, “es decir, fue producto (Filgueira) de un contexto cultural y de la emergencia del galleguismo como un modo de pensar, distintamente, Galicia”, señala el historiador Villares.

Al explicar la amplitud de la obra de Filgueira Valverde, apunta Villares que “quizás éste fue polígrafo en exceso” y resalta que “escribió sobre casi todo”, pero lo hizo “con bastante erudición y con bastante pertinencia, es decir, que “Filgueira es de fiar”.

Como pinceladas sobre su producción, tras citar “Os nenos”, una obra “sorprendente”, y la de teatro para niños “Agromar”, Villares señala a Filgueira como “referente de la filología románica” por sus estudios sobre la lírica medieval, y sus contactos con las culturas portuguesa, catalana, francesa y, “naturalmente”, la española en lengua castellana.

Ramón Villares subraya también el papel de Filgueira Valverde en la creación de instituciones, en cierta medida como “una especie de mandato del grupo pontevedrés” y de ahí surge el Museo de Pontevedra, a partir de la Sociedad Arqueológica, la Polifónica o la idea de hacer una comisión de estudios gallegos, que en parte tenían que ver con el “mensaje institucionista de la Junta para la Ampliación de Estudios y la Misión Biológica”.

También fue “importante” en la creación del Seminario de Estudios Gallegos, y posteriormente en la fundación del Instituto Padre Sarmiento, “para calmar un poco la herida de la desaparición del Seminario”, o en el desarrollo del propio Consello da Cultura Galega, del que fue presidente y defensor de la ley de su creación.

En opinión de Villares, este afán no es un simple deseo de hacer un elenco de instituciones, sino que supone “un primer paso para la modernización de la cultura”, al entender que no puede ser obra solo de individuos, como en la época romántica y del regionalismo.

Y “representa muy bien este esfuerzo de la cultura por alcanzar una dimensión institucional, es decir, que pueda sobrevivir a los impulsos de los individuos”.

De la dimensión política, en la que ha emergido una mayor crítica a la designación de Filgueira, Villares señala que tuvo varias fases, dentro de un “conservadurismo que fue estable en toda su vida, por su condición de católico y, por lo tanto, moderado en términos de ideas políticas, no tanto sociales”.

En este ámbito subraya su contribución al Partido Galeguista en el que, aunque no al nivel de Castelao o Bóveda, sí fue “el alma de la labor galleguista en Pontevedra” y, con la escisión del 35 y la creación de la derecha galleguista, respondió como otros, Risco, Vilarelle o Manuel Beiras, al considerar que “la deriva del Partido Galeguista respecto al frente Popular, no concordaba con sus ideas”.

En la segunda fase está su colaboración, primero en las tareas culturales, en el franquismo, y en la década de los 60, al aceptar la alcaldía de Pontevedra, “un asunto –apunta– que es bien conocido, que no hay que tapar, sino que hay que estudiar”.

Para Villares, “Filgueira es un ejemplo de ese tipo de investigador e intelectual que se adapta al régimen franquista sin ser esencialmente un creador de él. No fue de la minoría golpista”.

En este sentido, enlaza con la “polémica que hay sobre su designación”, que, naturalmente, puede ser criticable desde el punto de vista “moral, pero desde el punto de vista histórico, lo que hay que hacer es aprovechar justamente esta ambigüedad, las zonas grises de las personas, para estudiar la complejidad del franquismo”.

“Creo –dice Villares– que en la crítica, o en el veto que hay, en cierto modo, a la designación de Filgueira, se esconde una idea alternativa, es decir: que el franquismo es un paréntesis en la historia de Galicia, que no existió y que todo aquello que esté relacionado con el franquismo se debe tapar o eliminar, o despreciar, y esto es practicar un poco la táctica del avestruz”.

http://www.diariodeferrol.com/articulo/galicia/ramon-villares-rechaza-veto-importante-figura-filgueira-valverde/20150517014507123790.html