El Puerto de Santa María (CÁDIZ). Josefa Muñoz “individua”, “roja” y “comunista”

JOSEFA MUÑOZ ARNIZ, «INDIVIDUA», «ROJA», «COMUNISTA». LA ÚNICA MUJER EN LA II REPÚBLICA QUE HABLÓ DESDE EL BALCÓN DEL AYUNTAMIENTO

Manuel Almisas Albéndiz 05.09.2016

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Este pasado viernes, durante la recreación de la «balconada» en la proclamación de la Segunda República en El Puerto, quisimos hacer un pequeño homenaje, y visibilizar, a la portuense Josefa Muñoz Arniz. Nos propusimos recordar a la ciudadanía que esta mujer había sido la única mujer, durante este periodo histórico, que habló a la multitud reunida en la plaza desde el balcón del Consistorio. La actriz Gabriela Araujo encarnó su figura y pronunció un discurso imaginario que podría haber sido el que ella, u otra mujer de la sociedad de mujeres, lanzara al pueblo portuense allí reunido ese día. 

De esta mujer anónima durante tantas décadas sabemos muy poco, pero a través del Sumario del consejo de guerra al que fue sometida, sí podemos avanzar algunos detalles que creemos de interés.

Josefa nació en El Puerto en febrero de 1882, por lo que en 1931 tenía 49 años. Estaba casada con Lázaro Sevilla Blanco y no tuvieron ningún hijo. No tenía profesión y por eso constaba en los documentos oficiales que se dedicaba a «sus labores». Por otra parte, al contrario de muchas mujeres de su época, Josefa sí tenía instrucción, sabiendo leer y escribir. 

Primero estuvieron viviendo en la calle Zarza nº 11 y ya en 1936 se mudaron muy cerca de allí, a la calle Lechería (Cervantes) nº 6. 

A primeras horas de la noche del 4 de diciembre de 1937 ingresó Josefa Muños Arniz (conocida como «Pepa la del Gallo», siendo el «Gallo» su primo Diego Arniz Troncoso) en la Prevención Municipal a donde había sido llevada por los guardias municipales previa denuncia de algunas vecinas de su calle por haber proferido la amenaza de que «el día en que el régimen cambie, que cambiará», se pensaba vengar de varias de ellas por ser partidarias y afectas al Movimiento Nacional. Por tal motivo la alcaldía comunicó su detención a la Comandancia Militar de la plaza del Puerto y día 8 ingresó en la Cárcel de Partido de El Puerto. Allí coincidió con numerosas presas políticas de la provincia de Cádiz, y algunas de El Puerto, incluida Luisa Rendón Martell.

El Juicio Sumarísimo comenzó a instruirse el 23 de diciembre de 1937, y en el mismo las testigos la acusaban de haber sido una «roja» en tiempo del Frente Popular, de asistir a las manifestaciones «con el puño en alto», que «actuaba por las calles» y «escándalos» de aquella época, y de haber dado un mitin desde el balcón del Ayuntamiento. Una de dichas testigos (Ángeles González) afirma que la vio pelada en los días siguientes al 19 de julio, por lo que no tiene duda que era una roja.

La policía gubernativa de El Puerto la cataloga como «bastante revolucionaria» y afirma que se la veía en los mítines de la Casa del Pueblo. El informe del Ayuntamiento la acusa de haber participado «en actos de oposición al Movimiento nacional» y haber manifestado declaraciones en su contra. Dice que según el jefe de la Guardia Municipal, Josefa era comunista y perteneció a la Sociedad de Mujeres de la Casa del Pueblo, y que dirigió unas palabras al pueblo desde el balcón del Ayuntamiento «a favor de su ideal comunista». En lo mismo coincidía el informe de Falange quien la tachaba de «mujer de carácter extremista».

Una de las testigos especifica que fue el 1º de mayo de 1936 cuando habló desde el balcón del Ayuntamiento, pero no está confirmada esa fecha por las demás. 

En el juicio celebrado el 18 de enero de 1938 fue condenada a 6 meses de cárcel y al pago de una multa de 250 pesetas, lo que le supuso, al declararse insolvente, dos meses de cárcel más. 

Cuando salió de la cárcel en agosto de 1938 la guerra provocada por los golpistas de Franco aún no había terminado y Luisa Rendón seguía en la Cárcel de partido de El Puerto.