El veterinario gallego que busca desaparecidos de la Guerra Civil en Facebook

Marcelo Álvarez creó hace cuatro años un grupo en la red social para ayudar a las personas que buscan el rastro de sus antepasados muertos en combate, fusilados o emigrados. Lo hizo después de dar con el paradero de su tío, del que la familia dejó de tener noticias en 1936, en una fosa común en el Cementerio Civil de Madrid.

madrid / 10/08/2021 22:15 / Ana María Pascual

Antiguas fotografías, cartas descoloridas, listados de presos y mucha esperanza. Más que un grupo de ‘Facebook’, ‘Buscando desaparecidos de la guerra civil española’ parece un álbum familiar que aún no ha escrito su última página. Cientos de historias de familias españolas que siguen buscando a sus antepasados desaparecidos tras el golpe de estado de 1936 copan el espacio de esta red social desde hace cuatro años, cuando un veterinario de Ourense, Marcelo Álvarez, decidió crear el grupo para ayudar a quienes emprendían una búsqueda que él había concluido ya con éxito.

El grupo tiene algo más de 4.000 miembros en este momento. El propósito de Marcelo Álvarez, como creador y administrador, es que cualquier persona que busque a un antepasado cuyo rastro se perdió durante la Guerra Civil pueda recibir ayuda e indicaciones de otros miembros del grupo, “independientemente del bando del que fuera” para realizar las pesquisas necesarias y lograr saber qué fue de su familiar: si murió en combate, si fue fusilado y arrojado a una fosa común, si está en el Valle de los Caídos o tuvo que emigrar, o si acabó sus días en un campo de concentración nazi.

“En alguna ocasión he tenido que expulsar a alguien del grupo por faltar al respeto a otro miembro de diferente ideología. Eso no puede ocurrir en un grupo que pretende ser un ejemplo de concordia para localizar a los desaparecidos. Se les debe un respeto”, dice a Público Álvarez. No obstante, el 80% de las búsquedas que se producen son de personas republicanas, represaliados por el bando sublevado, según indica el creador del grupo, que ha podido constatar cerca de una treintena de resultados positivos. “Historias en las que se ha podido descubrir lo que les ocurrió a esas personas, saber en qué fosa están o incluso confirmar que murieron en el campo de concentración de Sachshenhausen, como le ocurrió a un integrante del grupo, que estaba convencido de que su abuelo había muerto en Madrid y resultó que fue a parar a ese campo de exterminio alemán”, cuenta Marcelo.

Buscando al tío Nemesio

Nemesio Álvarez Saborido, de 17 años, salió de su aldea en Ourense en el verano de 1936 para unirse en Madrid a la defensa de la República o quizá le pilló el golpe militar en la capital, adonde había emigrado en busca de porvenir. Lo cierto es que el joven Nemesio se alistó en el batallón UHP (sigla de Uníos Hermanos Proletarios, proclama del bando republicano) y murió en la batalla de Madrid, en noviembre de 1936, junto con casi toda su compañía. Pero esto no lo supo su familia hasta 70 años después, cuando el sobrino de Nemesio, el veterinario Marcelo Álvarez, de 57 años, indagó y recompuso el final de su tío, logrando dar con su sepultura, una fosa común en el Cementerio Civil de Madrid. 

“Me propuse descubrir lo que le había pasado a mi tío a raíz de la muerte de mi padre –cuenta Marcelo Álvarez –, como un homenaje a él, que tanto sufrió por no saber nada de su hermano desde 1936. Pero es una odisea emprender una búsqueda teniendo solamente el nombre de la persona. En el Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca encontré la primera pista: el alistamiento de mi tío en el batallón UHP. A partir de ahí, tiré del hilo”. El colectivo ‘combatientes.es’ le enseñó a saber moverse por los archivos y encontrar los listados de soldados de las distintas unidades. Fue a través de una noticia en el diario La Libertad donde halló el nombre de su tío entre los fallecidos de la batalla de Madrid. “La segunda parte del objetivo de toda búsqueda, intentar exhumar y recuperar los restos, es una quimera”, dice Álvarez, que se convirtió en un experto en búsquedas en ese periodo histórico y que compatibiliza esa tarea con su profesión, la de veterinario.

El grupo ‘Buscando desaparecidos de la guerra civil española’ es único en su especie en España; funciona a través de redes de apoyo entre los integrantes, que comparten conocimientos sobre archivos públicos, bases de datos e investigaciones históricas. Entre sus miembros hay arqueólogos, historiadores y archiveros que van dando indicaciones a las personas que buscan. “Yo he pedido partidas de nacimiento para personas que no saben manejarse en Internet –dice Álvarez–. El grupo es una auténtica red de solidaridad, independiente de poderes públicos. Si esto lo hiciera el Estado, que es quien debería hacerlo, estaríamos hablando de un país respetuoso con su historia y sus gentes, como Alemania, que ha desclasificado sus archivos para que las personas puedan encontrar a sus desaparecidos”.

Este veterinario que reside en Ourense asegura que en España aún queda mucho por hacer para facilitar a la ciudadanía respuestas sobre sus seres desaparecidos a raíz de la Guerra Civil. “Los papeles de Salamanca están por revisar, el buscador de los archivos estatales PARES solo contiene la mitad o menos de todos los documentos que existen sobre ese periodo”, se queja Marcelo, que propone que todos los ayuntamientos de España que posean documentación sobre la Guerra Civil “deberían trasladarla a una base de datos nacional, unificada”. 

Una de las integrantes del grupo, Marisa Elviro, ya encontró a su abuelo, Claudio Elviro, el último alcalde republicano, del PSOE, de Brozas (Cáceres). Está en una fosa común del cementerio de Cáceres. Marisa tiene en su poder el expediente del consejo de guerra en virtud del cual fue fusilado el día de Navidad de 1937 en Cáceres. “En el grupo de Facebook aconsejo a las personas que buscan desaparecidos en Extremadura, los pongo en contacto con asociaciones de memoria histórica. Como no nos ayudemos entre nosotros, nadie lo va a hacer a estas alturas”, dice Marisa Elviro.

También Gema Contreras ha localizado el paradero de sus dos tíos abuelos, naturales de Lepe (Huelva). Desde que en septiembre de 2020 esta mujer onubense ingresara en el grupo de ‘Facebook’, no pararon de brindarle ayuda varios de sus integrantes, entre ellos, Marcelo Álvarez. Ha localizado a su tío abuelo José Santana Márquez en un panteón militar en Estella (Navarra) y a su otro tío abuelo, Bernabé, enterrado en una de las dos fosas comunes existentes en el cementerio de Sotodosos, en Guadalajara. Ambos fueron soldados del bando nacional, fallecidos en 1938, “obligados a combatir”, dice Gema, que añade: “Se los llevaron al norte, lo más lejos posible de Lepe para que no tuvieran posibilidad de regresar o de desertar. Ahora, por fin, estamos más cerca de poder llevarlos a la tumba de mi abuela, que quería estar con ellos”.