En homenaje a doña Ángeles, la admirada maestra de Cuevas del Campo
Blog – Foro de la Memoria – María Andrade – Sábado, 26 de Noviembre de 2022
Nació Ángeles Arenas Esturillo en 1907 en Granada, en el barrio del Realejo. Estudió en el Sagrado Corazón y se convirtió en maestra. A Cuevas del Campo llegaría entre 1928 y 1929, después de haber ejercido la docencia en Castril. Lo relata el historiador local Andrés Prieto en el documental ‘La aguja de dos puntas’, un trabajo de Relatoras Producciones que comienza con el sonido de una máquina de coser, de las que funcionaban a pedal.
La historia de doña Ángeles es la de una maestra republicana que fue represaliada por la dictadura franquista y apartada de la docencia con la que se había ganado el cariño y la admiración de ese municipio, donde aún hoy es recordada
Porque la historia de Ángeles Arenas, doña Ángeles en Cuevas del Campo, es la de una maestra republicana que fue represaliada por la dictadura franquista y apartada de la docencia con la que se había ganado el cariño y la admiración de ese municipio, donde aún hoy es recordada. Y tras la represión franquista, cambió la docencia por máquina de coser y tejedora, aún cuando nunca despuntó en costura, la única asignatura de su expediente académico en la que no había sobresaliente.
Fue el magisterio una de las profesiones más perseguidas por el franquismo, acabando en muchos casos con las vidas de docentes y llevando a cabo una depuración que apartaría a toda una generación de jóvenes maestros y maestras de la enseñanza, como se ha recogido en otros reportajes del Foro de la Memoria. Es el caso de Ángeles Arenas, que contextualiza muy bien la represión sufrida por este colectivo, como resume a El Independiente de Granada Vanessa Perondi, codirectora junto a Sara Gallardo del documental dedicado a esta maestra.
Afiliada a FETE-UGT, conoció a Fernando de los Ríos y jugó un papel muy activo para la presencia del político, ministro de la II República, en Cuevas del Campo para ofrecer un mitin. Comprometida e involucrada en la vida del municipio, el expediente de depuración que el franquismo abrió con su caso se ceba con ella por una cuestión “moral”. Doña Ángeles, que había estado casada, conoció en Cuevas del Campo al que sería su compañero de vida y con quien tuvo dos hijos, Cirilo Vilar. Pero no estaban casados. Fue apartada de la docencia.
Fue una “mujer valiente”, apartada del Magisterio a pesar de los informes favorables
Y fue apartada pese a que los informes solicitados fueron favorables, incluido el del párroco. Su ejercicio profesional era “ejemplar”, y además en el pueblo estaba “bien reconocida”, una “buena persona”. Pese a ello, fue expulsada del magisterio porque, como explica en el documental el profesor Rafael Gil Bracero, presidente de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, no hay ningún otro colectivo sometido a tal depuración. Ya en septiembre de 1936, el Boletín Oficial de la Provincia recoge el primer listado de maestros depurados. Son 400. Antes de 1939, 41 de ellos ya habían sido fusilados, otros cinco entre 1939 y 1944. Todos, como doña Ángeles, de FETE UGT. “Hay que barrer al Magisterio”, se lee en un fragmento de propaganda falangista en la prensa franquista de la época. Gil Bracero refiere también la “sinceridad absoluta” de la maestra de Cuevas del Campo en el escrito recogido en su expediente respecto a su situación. Fue “una mujer valiente”. Y hace hincapié en que “la mayor tortura” es que “te quiten tu trabajo y el reconocimiento social”. El franquismo obligó a “malvivir” a muchos maestros y maestras, ejerciendo sobre ellos una violencia continuada.
La educación fue una gran apuesta de la II República. Gil Bracero refiere este dato en el documental: entre 1900 y 1931 abrieron 11.000 escuelas en España. En el primer año de la II República, más de 11.000. El mismo esfuerzo que se había hecho en treinta, se llevó a cabo en uno. Todo ello “con la ilusión de educar, de llevar adelante un proyecto “que hacía libres a los ciudadanos”.
Ella “acató lo que le tocó”. En su caso, “sobrevivir es la épica”, enfatiza Vanessa Perondi. Es el de doña Ángeles una historia de supervivencia. Una gran historia a la que Relatoras Producciones, una pequeña productora gaditana, llegó tras participar en unas jornadas sobre Memoria Democrática, en Peligros, en las que presentaron otro documental anterior, ‘Las víctimas sin llanto’.
Adelantada a su tiempo, un referente
Los testimonios que recoge ‘La aguja de dos puntas’ de vecinas y vecinos del pueblo es contundente respecto a la gran admiración que aún hoy despierta en Cuevas del Campo.
Encarna y Ascensión, sus nueras, la recuerdan con un libro siempre pegado a ella. Hacía punto mientras leía y a veces le preguntaban que cómo podía hacerlo. Porque le cundía la labor y terminaba leyendo el libro. Fue, en palabras de Ascensión, “un referente, un puntal”. Una mujer “adelantada a su tiempo”, que no se casó con Cirilo -“fueron muy felices”- y que tenía sus ideas propias, también políticas. “Ella quería un mundo mejor, una España mejor, y ponía de referente la República”, recuerda Ascensión.
Vecinas de la localidad, como Aurora y Joaquina la recuerdan también. Leyendo para ellas, como referente para las que habían perdido muy niñas a sus madres. Doña Ángeles murió en 1969 por complicaciones derivadas de su diabetes. “Se fue una gran mujer. Una gran señora”.
Producido por Relatoras Producciones.
Promovido por el Ayuntamiento de Cuevas del Campo y subvencionado por la Diputación de Granada y la Junta de Andalucía.
Dirección: Vanessa Perondi y Sara Gallardo.
Guion: Vanessa Perondi.
Imagen: Sara Gallardo, Victoria Rebollo y Raquel Martínez.
Montaje: Sara Gallardo.
Sonido directo y Post Producción de sonido: José David Díaz Telogarantizo Producciones.
B.S.O.: Miguel Medina.
B.S.O.: Miguel Collado y Alfredo Portalatín.
Represión franquista en Cuevas del Campo
El trabajo sobre la maestra de Cuevas del Campo, encargado en 2018 por el Ayuntamiento de la localidad y realizado con la colaboración del área de Cultura y Memoria Histórica de la Diputación de Granada y la Junta de Andalucía, no es el único que la productora gaditana especializada en feminismo, derechos humanos y memoria ha dedicado a la represión franquista en la localidad.
En noviembre de 2021 se estrenó otro documental, dedicado a la guerra civil y al movimiento agrario en Cuevas del Campo, una localidad que durante la guerra estuvo en zona republicana, tiene hasta once represaliados por el franquismo, como expone en ‘Espigas rojas, tierras pardas’, el segundo trabajo de Vanessa Perondi y Sara Gallardo, el historiador Francisco Fernández Andújar. En esta localidad la CNT tuvo una gran implantación.
Este segundo trabajo tiene un valioso testimonio oral, que sirve de hilo conductor, el de Emeterio Muñoz Arredondo conversando con un nieto. Es esa conversación, grabada por el nieto en 1986, la que da paso a otros testimonios de vecinos que recuerdan las duras condiciones que vivieron y la represión a la que fueron sometidos familiares.
El trabajo cuenta también con el historiador Andrés Prieto, autor del libro ‘Segunda República y posguerra en Cuevas del Campo’. Con sus aportaciones, las de Fernández Andújar y vecinos y vecinas de Cuevas del Campo, el documental indaga en cómo vivieron la guerra civil que, aunque no fue especialmente cruenta para Cuevas del Campo al quedar en zona republicana, sí tuvo graves consecuencias para los familiares de los mismos, como expone Relatoras Producciones. Y en casi, todos ellos, el silencio y la lucha, y también el exilio y la emigración.
Vanessa Perondi y Sara Gallardo acaban de presentar, además, un último trabajo dedicado a Cuevas del Campo, en este caso, que aborda la segregación de Zújar hace 42 años.
Guion y realización Vanessa Perondi y Sara Gallardo.
Transcripciones: Loli Guerra de los Santos.
Música: Canto a la Trilla. Inspiring Epic Trailer
Nuestro agradecimiento a Vanessa Perondi y Sara Gallardo, por permitirnos contar la historia de Ángeles Arenas Esturillo y todo el material que ha puesto a nuestra disposición, tanto del documental ‘La aguja de dos hilos’, como de ‘Espigas rojas, tierras pardas’.
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Este es un espacio para el recuerdo y el homenaje a las víctimas del franquismo.
Para que nunca se olvide. Para que nunca se repita.
En colaboración con
y las asociaciones memorialistas de la provincia de Granada.