“En Todos Los Nombres no están aún ni la mitad de represaliados andaluces”

andalucesdiario.es | María Serrano | 14-4-2016

“Yo me meto en follones sindicales desde muy joven”. Cecilio Gordillo lleva luchando contra las injusticias desde sus años mozos. Con 17 y 18 años, cuando las manifestaciones y las pintadas alentaban a toda una generación en busca de libertad. Extremeño de nacimiento, hoy a sus 63 años recuerda su entrada en el movimiento sindical a través de las “ilegales” Comisiones Obreras del metal sevillano al estar trabajando en Guillette. Cuando se legaliza en España en 1977 los sindicatos ingresa en CNT. “Siempre he sido secretario de prensa o secretario de propaganda o secretario de Andalucía de la CNT”. A partir del año 89 cambian las siglas por una orden del Tribunal Supremo y lo que era una parte de la CNT, se convierte en CGT. “Hasta el año 1998 estoy como secretario de Andalucía del sindicato, que es cuando presentó mi dimisión en un congreso”.

Gordillo ya había comenzado a involucrarse en un ámbito casi desconocido en aquella etapa y que se tocaba de forma muy puntual, como era la memoria a finales de la década de los noventa. “Cuando empieza el movimiento sindical en los 70 y llega tanta información desde el exilio, no echamos cuenta de todos los testimonios que se fueron perdiendo a lo largo de los años”, aclara.

Cecilio no dejaría nunca atrás su afán de reconstruir y dar a conocer aquel pasado tan reciente. “Yo venía detectando desde hacía muchos años un grave problema en el movimiento sindical como era su propio desconocimiento de la historia y le pido al sindicato que me preste cobertura para crear un grupo de este tema”. Aunque la primera exposición se monta en 1983 a raíz del 50 aniversario de los sucesos de Casas Viejas y más tarde propicia la búsqueda de apoyo económico a militares republicanos que les habían sido denegadas.

UN MILITAR SIN PAPELES

Desde una pequeña oficina, a través de colectas y ofrendas de los partidarios de este movimiento, se crean los primeros proyectos. “El primer caso es el de Manuel Ramírez Castillo al que ayudamos, había sido militar en la República, pero no había ningún papel que lo acreditara y nos tuvimos que ir con él hasta París, a los archivos de prensa de las colonias para demostrar quién era aquel hombre, que había naufragado y que en aquellas páginas de la prensa salía que había sido teniente durante la Segunda República” y todo para conseguir que el Gobierno español le concediera una retribución económica más que merecida.

Con el exilio de los 70, volvía mucha información, pero el ritmo de aquella sociedad aperturista y las miras del movimiento sindical, que se encaminaba hacia otros objetivos, no permitieron volcarse propiamente en la reconciliación. Gordillo creará en el año 1998el Grupo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía de CGT. “Éramos cuatro o cinco miembros, empezamos a poner en marcha proyectos sobre este tema sin apoyo económico del sindicato, pero sí prestando una cobertura con un espacio físico, una mesa, un cif y una entidad sindical que nos respaldaba de alguna forma”.

EXITOS EDITORIALES

El primer proyecto fue de película. Para elaborar las memorias del doctor Pedro Vallina, muerto en México en el exilio, el grupo memorialista celebró en octubre de 1999 un maratón de tres días para que cualquier persona pudiera acercarse por la sede del sindicato, picar a ordenador algunas de las páginas que el médico republicano había dejado escritas en sus memorias y hacer una donación simbólica. Aquel proyecto tan entrañable, le permitió tener un tercio de los textos pasados a ordenador y el dinero suficiente para editar el libro.

“Aquella biografía de Vallina fue todo un éxito”, coeditado a través de la editorial Centro Andaluz del libro y la revista anarcosinndicalista Libre Pensamiento. Años más tarde llegaría el libro sobre el Canal de los Presos, que pudo recopilarse con un arduo trabajo de investigación por los 17 pueblos por los que pasa esta obra hidráulica realizada por presos esclavos del régimen. “Sacamos tanta información que juntamos un material único y nos llamaron de la editorial Crítica, del grupo Planeta, para sacarlo. Gracias a ese gran éxito hemos podido durante muchos años financiar muchas actividades del del grupo”, apunta Gordillo.

¿DÓNDE ESTÁ MI PADRE? ¿DÓNDE ESTA MI ABUELO?

“Recopilamos tantos y tantos nombres de represaliados que habían trabajado en el Canal de los Presos que no paraban de llamarnos los familiares para saber la historia de los suyos”. En aquel punto, Cecilio y su equipo se plantean la idea de iniciar un proyecto básico para la recuperación de la memoria como era crear una base de datos de los represaliados del régimen franquista durante la Guerra Civil y la dictadura. “Tuvimos una primera reunión con el Ministerio de Cultura, que no quiso colaborar en el diseño de una Base de Datos, pero fue un convenio con la Junta lo que nos permitió iniciar esta andadura el 14 de abril del año 2006”.

“Los nombres, los nombres, los nombres, terminó derivando en Todos los Nombres. Y al principio se iba a llamar “Todas las fosas, Todos los nombres” pero se acabó llamando Todos los nombres porque el objetivo principal era llenar de contenido y dar rostro a todos aquellos represaliados desaparecidos”, destaca Cecilio.

Dos años más tarde, el convenio de dos años de duración y de unos 70.000 euros con la administración andaluza, la caja de ahorros El Monte, la Universidad Pablo de Olavide y la AMHyJA no se renueva, pero no se rinden y deciden tirar hacia delante. “Nos fuimos de nuevo al Gobierno central y el Ministerio de Presidencia nos da una ayuda de 60.000 euros”. Poco tiempo después, la Dirección General de Memoria retoma las subvenciones a través de convocatorias de carácter competitivo, teniendo actualmente una media de 6.000 euros anuales asignados como uno de los proyectos financiados por la Junta. ”Actualmente solo tres personas trabajan en la web con un presupuesto nulo y cobrando 17 días de sueldo al año”. Las jornadas diarias son “casi de cinco horas diarias, pero muchas veces, entre correos y consultas e incorporación de nuevos datos, se nos va al doble”.

10 AÑOS. 83.300 NOMBRES

Tras una década de trabajo, Gordillo apunta una cifra: los 83.300 nombres que se han logrado incorporar junto a 690 microbiografías y más de 1000 documentos. “Nunca creímos que estuviéramos a punto de conseguir la cifra redonda de 100.000 represaliados, pero ya estamos muy muy cerca”.

Sin embargo, a pesar de los buenos resultados, Cecilio recuerda que hasta el momento “en Todos Los Nombres aún quedan por incorporar más de la mitad de los represaliados en Andalucía. Nos queda mucho más por encontrar e incluso muchos nombres que estarán ya perdidos para siempre”.

Nunca perdonarán que las administraciones no hayan tirado del carro, pero por ahora ni falta que hace. La solidez del proyecto de Todos los Nombres ha sido referencia en proyectos de universidades internacionales como la Universidad de Hamburgo continúa andando de forma independiente, sin vaivenes políticos, ni ocultación de datos. “No queremos vender nuestro proyecto y hemos participado ya en acontecimientos históricos, como cuando a Garzón le entregamos 22.400 nombres para la causa del franquismo o a la juez Sevini los nombre de 35 argentinos asesinados por la dictadura. No necesitamos por ahora vender nuestro proyecto”, que hoy 14 de abril cumple una década.

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