Existen en el Cementerio de San Fernando de Sevilla varias fosas comunes donde se encuentran los restos de miles de personas que fueron asesinadas a partir del 18 de julio de 1936. En un principio se hablaba de dos fosas comunes, pero en la actualidad se contempla la posibilidad de cinco fosas en el camposanto sevillano.
Una de ellas recibe el nombre de la Fosa de los Alpargateros, donde está ubicada la Cruz del Lolo; otra del “tamaño de un campo de fútbol”, bajo un césped totalmente seco y descuidado, que puede albergar los restos de unas 1.500 personas, cerca de la llamada rotonda de la Piedad; otra situada en un osario que correspondería a una fosa común de la zona no católica, y en la que se encuentra un pequeño monumento con los nombres de fusilados del PCE en 1949, en la que pueden estar enterradas 800 personas, y que se encuentra totalmente alejada del público visitante. Una posible, y quizás la más desconocida, cuarta fosa se sitúa frente a la tumba del que fuera presidente de la II República, Diego Martínez Barrio, y la quinta, denominada la fosa del Triángulo, como la llaman en el barrio de San Jerónimo, justo detrás de la de los Alpargateros, al margen izquierdo y que se veía desde el antiguo puente de dicho barrio.