Los trabajos de excavación-exhumación siguen centrados en los sondeos 9 y 11, habiéndose alcanzado el piso de la fosa en diversos sectores. Las evidencias vinculadas a la actividad funeraria normalizada aumentan de forma considerable. Siguen apareciendo depósitos de víctimas, aunque muy afectadas por la persistente actividad funeraria en el tiempo y por el medio físico, con muchas zonas esponjosas reducidas a una masa pulverulenta.