La mujer del mini rojo y los trigales verdes

Memoria histórica próxima, casi íntima, de la salida a la luz del PCE en Guareña, rememoranza de mujeres que participaron en política hace 45 años, evocación de Marta Rodríguez de Quijano Urquiaga.
Andrés Parejo Sosa
Pedro José Pascual Salguero
elsaltodiario.com
15.03.2022

“Qué bonita cuando duerme. Se parece a una amapola entre los trigales verdes”. (Francisco García de Val)

Introducción

Semana Santa, 9 de abril de 1977. Ese día es Sábado Santo y la gran mayoría de los españoles están inmersos en seguir las celebraciones procesionales. Esa tarde-noche los informativos lanzaban la gran noticia: el Partido Comunista de España acababa de ser legalizado. De ahí en adelante, muchos llamarán a aquel 9 de abril como el “Sábado Santo Rojo”.

Manuel Fraga, que había sido ministro del régimen Franquista y en ese momento estaba al frente de Alianza Popular, pondría el grito en el cielo, manifestando en nota oficial que aquella legalización era “un golpe de Estado que transformaba la reforma en ruptura”.

Poniendo el contexto necesario, recordemos que habían pasado algo más de dos meses desde la matanza de los abogados de los abogados laboralistas de la madrileña calle Atocha, a cuyo entierro asistieron más de cien mil personas, transcurriendo en silencio y sin incidentes, hecho que propicio la aceleración para legalizar al PCE.

Los actos de presentación del partido se multiplican por toda la geografía. Así, el jueves 28 de abril, en el teatro Victoria-Esperanza de Guareña, se presenta el partido, en un acto que contará con varios oradores. Dos meses después de la legalización del PCE, el 15 de junio,  se celebrarán las primeras Elecciones Generales tras décadas de dictadura franquista. Sin casi tiempo para la realización de la campaña electoral, la militancia se multiplica recorriendo la amplia geografía extremeña.

Es aquí donde cobra protagonismo Marta Rodríguez de Quijano Urquiaga, quien con su mini rojo hace cientos de kilómetros. Mencionada en su día incluso en un artículo en el New York Times, Marta falleció el 25 de abril del pasado año.

La legalización del PCE en Guareña

La legalización del PCE en Guareña sorprendió a los vecinos de esta localidad con los preparativos para la tradicional “Gira del Domingo de Pascua”, día tradicional de romería que en esa época se celebraba en la zona de la dehesa del “Chaparral”. Los guareñenses se desplazaban de forma mayoritaria a esta romería en carros, remolques, coches, bicicletas, etc. Los grupos familiares y de amigos se instalaban bajo las encinas para pasar el Domingo de Pascua de romería.

Es aquí donde cobra protagonismo Marta Rodríguez de Quijano Urquiaga, quien con su mini rojo hace cientos de kilómetros. Mencionada en su día incluso en un artículo en el New York Times, Marta falleció el 25 de abril del pasado año. Sin casi tiempo para la realización de la campaña electoral, la militancia se multiplica recorriendo la amplia geografía extremeña

Ese mismo día un grupo de jóvenes, y no tan jóvenes, instalaron en una de esas encinas una cantina bajo una lona adornada con la “Paloma de la Paz” de Picasso, símbolo ineludible de la necesitada paz y libertad que representaba esa época de la iniciada transición democrática. Dentro de la cantina colgaba una pancarta con los emblemas del partido y con el siguiente texto: “SOCIALISMO EN DEMOCRACIA. INGRESA EN EL PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA”. Estos jóvenes, la noche anterior, lanzaron un panfleto que anunciaba la legalización del PCE que fue repartido por toda la romería y que no ha sido posible recuperar.

El grupo del PCE en Guareña llevaba varios años funcionando de forma clandestina en la localidad. Durante los años de la Dictadura franquista y en la Transición luchaban activamente por la apertura democrática y por el cambio de sistema, realizando pegadas de carteles, repartiendo clandestinamente el periódico “Mundo Obrero”, captando simpatizantes, participando en las huelgas de la época, lanzando pasquines y reuniones clandestinas en la sierrecilla de Cristina. La barbería de Pedro Isidoro, en plena Calle Grande y a escasos metros del Ayuntamiento, era un lugar de encuentro clandestino del PCE; pocos podían imaginar que era un lugar del pago de cuotas y  de reuniones del partido.

Dos meses después de la legalización se celebraron las primeras Elecciones Generales tras los 40 años de dictadura franquista, y sin casi tiempo para la realización de la campaña electoral, el PCE obtuvo 262 votos, lo que suponía el 6’64 % de los votos emitidos.

Eran tiempo de gran efervescencia política y de una gran ilusión de cambio. En mayo se comenzaron a celebrar las manifestaciones del Día Internacional del Trabajo, 1º de Mayo, manifestaciones que en Guareña contaban con una altísima participación. En las ferias del pueblo, la Agrupación del PCE de Guareña montaba una caseta de ferias, llegando a ser muy popular, mítica.

Dos años después de aquel Sábado Santo Rojo, el PCE entraba en las instituciones municipales de Guareña. El día 3 de abril de 1.979 se celebraron las primeras elecciones municipales. Como no podía ser de otra forma y bajo el lema a nivel nacional “Quita un cacique. Elige un alcalde”, la agrupación local del PCE presentó su candidatura.

La barbería de Pedro Isidoro, en plena Calle Grande y a escasos metros del Ayuntamiento, era un lugar de encuentro clandestino del PCE; pocos podían imaginar que era un lugar del pago de cuotas y  de reuniones del partido

En esta lista electoral estaba incluida la primera mujer de Guareña en participar en una candidatura electoral, tras la restitución de la democracia, Isabel González Serrano. La lista electoral del PCE guareñense obtuvo 754 votos y un porcentaje de 18’45 %, obteniendo por ello 2 concejales, Nicasio Sancho González y Antonio López Moreno.

La mujer del mini rojo y los trigales verdes

El padre de nuestro Juan (Sancho), el informático, fue el primer orador aquel día y lugar del cartel, en la presentación del recién legalizado PCE (9-abril) y sus candidatos por Badajoz. Y es que siempre se ha dicho que los mensajes hay que explicarlos bien. En todas sus listas rojas oficiosas y oficiales del 77, por esta provincia, siempre figuraron cuatro candidatos y en el mismo orden.

El padre de nuestro Juan (Sancho), el informático, fue el primer orador aquel día y lugar del cartel, en la presentación del recién legalizado PCE (9-abril) y sus candidatos por Badajoz

Los tres primeros acompañaban a Nicasio Sancho en el Teatro Victoria-Esperanza; al cuarto nombre le seguían otros que iban “bailando” de unas listas a otras hasta la definitiva del BOE del 12 de mayo de aquel de la Transición… y la mujer.

“In Estremadura there is not one family on the left that does not have at least one death from the civil guard,” said Marta Rodríguez Quijano, an intense Communist candidate, as she bumped along a gravel track in a red British car on her way to put up rosters in outlying villages” [“En Extremadura no hay familia de izquierda que no tenga al menos un muerto de la guardia civil”, cuenta Marta Rodríguez Quijano, una candidata comunista apasionada, mientras va dando tumbos por un camino de grava en un coche británico rojo, de camino a montar  listas en los pueblos de la periferia”] James M. Markham, Jan 7,1977. Special to New York Times.

Aunque con un coche tal difícilmente se podría pasar por semiclandestina, así es como acudía a las reuniones importantes del partido: “… en Don Benito con cincuenta camaradas, en un local situado en la calle Italia propiedad de (Joaquín) ‘el Portugués’; vigilados por una veintena de guardias civiles apostados en la calle, sin que en ningún momento intervinieran ni procedieran a detenernos. Posteriormente acudió a otra en Campanario”. (Nicasio Sancho).

El 25 de abril del pasado 2021 nos dejó la compañera del coche rojo, la antes reseñada por N.Y. Times, Marta Rodríguez de Quijano Urquiaga, cuarta fija de la lista oficiosa-oficial aparecida en Mundo Obrero también otro 25 de abril (un año antes de terminar su Biología en Salamanca), fecha que hoy pueden escribir con “v” de victoria desde ya hace 45 años. Con v de vasca, claveles o “Los Verdes” de Madrid en 2003. Ejerció Marta luego de profesora de FP y BUP algún tiempo. Prolaminas, gluteninas, gliadinas, puroindolinas, ¡tiene “miga”!, serían su otra vocación en la Escuela de Ingeniería Agrícola de la Politécnica de Madrid, como “genetista de los trigales”.

El 25 de abril del pasado 2021 nos dejó la antes reseñada por “N.Y. Times”, Marta Rodríguez de Quijano Urquiaga, la cuarta fija de la lista oficiosa-oficial aparecida en Mundo Obrero.

Marta no resultó elegida pero no pasó el asunto sin extremeña ni bióloga entre las 27 constituyentes: de UCD y Villafranca de los Barros, tuvo su escaño Dolores Blanca Morenas Aydillo ―catedrática e inspectora que empezó sus clases en el Instituto de El Aaiún (Sáhara), antes “del Bárbara” o “el Moñino”, y su birrete de universidad―.

De las 21 diputadas (aparte las 6 senadoras), únicamente tres de ellas fueron cabezas de lista: las comunistas Pilar Brabo  ―las dos con b― (Alicante), Dolores Uribárruri (Oviedo) y Mª Victoria Fernández-España (por La Coruña y en representación de Alianza Popular).