Granada.ACTUALIZADO. En busca del maestro Dióscoro Galindo, enterrado junto a Lorca.

En busca del maestro Dióscoro Galindo, enterrado junto a Lorca

andalucesdiario.es | 16-4-2016
La Asociación Cultural Regreso con Honor, que ha realizado estudios arqueológicos en Alfacar (Granada) en la zona en la que podría estar enterrado Federico García Lorca, iniciará próximamente los trámites para pedir formalmente la exhumación de los restos del maestro republicano Dióscoro Galindo, asesinado junto al poeta y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas.

Para ello cuenta con el respaldo de la propia familia Galindo, y este viernes una de las nietas del maestro se ha practicado en el laboratorio Labgenetics, en Madrid, la recogida de muestras de ADN, para cotejarlas con los posibles restos óseos que se encontraran en las tareas que pretende realizar la asociación, que coordinará el arqueólogo Javier Navarro, y que impulsa junto al investigador Miguel Caballero.

Caballero ha explicado a Europa Press que su intención es realizar un estudio histórico sobre la trayectoria de Dióscoro Galindo y después iniciar una serie de investigaciones para dar con la fosa común en la que estaría enterrado el maestro, que incluya sondeos en la zona.

Todo, después de que la Junta de Andalucía les haya reclamado a los investigadores que se atengan al protocolo de exhumaciones para iniciar los trabajos, que llevan solicitando durante meses sin obtener respuesta. Ahora, cuentan con el visto bueno de la familia Galindo, de una de sus nietas biológicas y de la hija adoptiva del hijo del maestro, Nieves García Catalán, para buscar sus restos.

Según Miguel Caballero, como la asociación no va a pedir subvención pública alguna, el equipo va a presentar “inmediatamente” el proyecto, que financiarán con fondos propios y que tendrá que contar con el visto bueno de la Junta de Andalucía. Si la administración autonómica no contestara a su solicitud, la asociación tomará medidas judiciales, puesto que entiende que con el beneplácito de una de las familias de las víctimas cuentan con la legitimidad suficiente para iniciar los sondeos que puedan dar con el paradero de la fosa, en el paraje del Peñón del Colorado, antiguo campo de instrucción de las tropas de Falange.

Además, según el investigador lorquiano, autor del libro ‘Las trece últimas horas en la vida de García Lorca’, el equipo quiere ponerse en contacto también con el nieto de Francisco Galadí –Arcollas no dejó descendencia– que ya en 2009 –cuando se realizó la exhumación fallida de la fosa en el parque García Lorca de Alfacar– reclamó, junto a García Catalán, los restos de su abuelo.

La intervención prevista, que se producirá después de la impulsada en un primer momento por la Junta de Andalucía, emprenderá así una segunda fase sufragada por la asociación, de modo que los expertos puedan finalizar la investigación que comenzaron hace dos años sin que suponga ningún coste adicional.

El proyecto de intervención, con un coste aproximado de 36.000 euros, será el mismo que se presentó en su día a la Junta cuando se intervino en la zona por encargo de la Dirección General de Memoria Democrática –entonces en manos de IU–; por lo que desde el punto de vista técnico no habría ninguna variación.

TRES POSIBLES FOSAS

El equipo trabajó desde finales de noviembre de 2014 hasta febrero de 2015 en un enclave ubicado frente al cortijo de Los Llanos de Corvera, conocido también como cortijo ‘Gazpacho’ o ‘Pepino’, a unos 500 metros del Barranco de Víznar, y a unos 800 metros del parque Federico García Lorca, donde la Junta de Andalucía ya lideró en 2009 otro proyecto para la búsqueda de fosas que acabó sin el hallazgo de evidencias de enterramiento alguno o esquirla de hueso.

Justo en el paraje, donde los arqueólogos llegaron a abrir una zanja de unos dos metros y medio de profundidad, ya tapada, se intentó construir un campo de fútbol, que fue sin embargo paralizado cuando la hermana del poeta, Isabel García Lorca, pidió por fax al entonces presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, que impidiera que las obras continuaran porque eran, según dijo entonces, “una verdadera afrenta”.

Los trabajos de investigación llevados a cabo por este equipo de investigadores, y cuyos resultados fueron entregados a la Dirección General de la Memoria Democrática, concluyeron, entre otras cuestiones, que se ha podido reconstruir sobre el paisaje actual, muy modificado, la distribución y referencias espaciales anteriores a la construcción en el paraje del campo de fútbol en 1997.

A partir del estudio geoarqueológico y paleogeográfico de la zona los investigadores limitaron una superficie de 10 metros por 28 metros como el lugar para la ubicación de tres pozos buscados que podrían haber sido utilizados como fosas comunes, una de ellas la de García Lorca, Galindo y los dos banderilleros, según las fuentes manejadas.

La prospección geofísica realizada por el experto Francisco García, catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia, en la zona delimitada con el empleo de dos potentes antenas de georradar, dio como resultado la localización de tres alteraciones del subsuelo en las cotas que el estudio arqueológico previo había determinado como correspondientes al suelo original del terreno anterior a la modificación de 1997. Este resultado concuerda con la presencia de tres pozos en ese lugar y viene a refrendar el estudio geoarqueológico.

Para tener la “certeza absoluta” sobre estos resultados, será necesario retirar los rellenos para la construcción del campo de fútbol que cubren el lugar y efectuar la delimitación de los pozos y comprobación de la presencia de huesos humanos, mediante procedimiento arqueológico, según señalaba hace unos meses a Europa Press Javier Navarro.

http://www.andalucesdiario.es/ciudadanxs/en-busca-del-maestro-republicano-dioscoro-galindo-enterrado-junto-a-lorca/

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Los descendientes del maestro Dióscoro Galindo ofrecen una muestra de ADN para identificar a su abuelo

El País | Jesús Ruiz Mantilla | Madrid | 15-4-2016

A media mañana de hoy, viernes, Javier Navarro, arqueólogo encargado de la nueva búsqueda de la fosa donde se supone está enterrado Federico García Lorca, se dirigía junto a Nieves García —nieta de Dióscoro Galindo, asesinado el mismo día— a Labgenetics, en Madrid. Portaban una muestra de ADN de su abuelo y un permiso. La muestra pasará a los informes que esperan reactivar una búsqueda bloqueada desde hace meses por la Junta de Andalucía. El permiso es la petición de dos de las nietas del maestro republicano hacia la Dirección General de Memoria Democrática Andaluza de que la familia desea expresamente hallar los huesos de su antepasado.

Se trata de un paso importante en la búsqueda de los restos lorquianos. “Esperamos que con esto, se ayude a resolver todo”, comentaba a EL PAÍS Nieves García. “Deseamos que la historia se escriba como fue, sino, las heridas, seguirán abiertas”.

Tras el intento fallido de la primera excavación, que seguía las tesis de Ian Gibson, el historiador Miguel Caballero y Javier Navarro, se apoyaron en la versión del general Fernando Nestares para buscar los cadáveres en un enclave alejado 400 metros de donde empezó todo. El militar, hijo del jefe de los guardias de asalto encargados de la ejecución, se basa en los testimonios que le dieron en 1977 tres de los participantes en la matanza. “Es un testimonio muy fiable. No creo que aquellos implicados a las órdenes de un militar hubieran mentido años más tarde a otro militar, más cuando este es hijo de aquel”.

La versión que manejan fue expuesta en un principio por el falangista Eduardo Molina Fajardo, que investigó los hechos y fueron publicados póstumamente, en 1983. Esta difería en unos 400 metros de la que le dio a Gibson en los años sesenta Manuel Castilla Blanco, Manolillo el comunista. Allí se construyó un parque conmemorativo, donde la figura de Lorca sirve de símbolo, aunque la familia se encarga en recalcar que fue uno más de los cientos de asesinados que cayeron por los alrededores de Alfacar y el barranco de Víznar.

El terreno donde va a reanudarse la búsqueda tiene sus dificultades. “Pero hemos hecho un estudio técnico y pormenorizado del mismo”, anuncia Navarro. Ha sido removido durante los años posteriores a las matanzas. Queda a 24 pasos del cortijo que llaman del Pepino, junto al camino del Obispo. Primero, los nacionales sublevados lo utilizaron como campo de prácticas de tiro. Posteriormente, sirvió como circuito demotocross y campo de fútbol, con su correspondiente relleno.

Cuando Juan Caballero Leyva, entonces alcalde de Alfacar quiso removerlo, Isabel García Lorca, hermana del poeta, protestó ante él y la Junta señalando por carta que ahí podían encontrarse los restos de su hermano. “Distinguido amigo. Ha llegado a mis oídos el plan que tiene el ayuntamiento de Alfacar, que usted preside, de hacer un campo de fútbol justo donde fueron a caer miles de hombres asesinados, muchos de ellos, supongo, correligionarios suyos, socialistas. También está ahí mi hermano, Federico García Lorca”.

Basados en un análisis científico del terreno, Navarro, Caballero y su equipo iniciaron a petición de un organismo de la Junta —entonces ocupado por Izquierda Unida—, las excavaciones sin que pudieran finalizarlas por cuestiones meteorológicas. La pala excavadora que realizaba los trabajos necesitaba ser utilizada en labores de limpieza de carreteras. Cuando quisieron reanudarlas, el nuevo responsable de Memoria Democrática, Javier Giráldez (PSOE), les comunicó que no promoverían el proyecto y que presentaran una solicitud para subvenciones. Los encargados de la excavación le comunicaron que ya disponían de unos fondos recaudados por donaciones privadas. Aun así, a espera de un informe jurídico desde el pasado mes de agosto que les dé vía libre para cumplir con los requisitos legales que quiere poner en marcha el Gobierno de Andalucía —pese a que aún no han entrado en vigor—, no han recibido noticias oficiales.

“En sus declaraciones públicas, los miembros de la Junta alegan que puede haber defectos de forma. Si entre esos defectos está que no contábamos con el apoyo de las familias, a partir de hoy ya no existen”, asegura Navarro. “Nos pondremos en contacto con la familia Galadí —el banderillero, otro de los asesinados junto a Lorca y Galindo—, pero con la voluntad explícita de los descendientes del maestro, hemos dado un paso importante”.

La familia Lorca ha manifestado en diversas ocasiones que no quiere recuperar los restos. Su posición, a día de hoy, es la misma. Pero Nieves García y su hermana Julia, han accedido a ello. Con ese paso, se puede activar el protocolo de exhumaciones. “La actitud de la Junta es muy extraña”, comenta Navarro, experto en recuperar fosas de víctimas por toda España. “En Aragón, por ejemplo, los permisos tardan una semana. Aquí llevamos esperando desde agosto”.

Aun así, Navarro se alegra ahora de que la iniciativa se reactive con el apoyo de la familia Galindo. “Perteneció a un colectivo especialmente noble y duramente represaliado por los vencedores, el de los maestros de escuela republicanos. Su importancia debe ser reivindicada. De prosperar todo, este sería el segundo cuerpo de un profesor que recupero. El primero fue el de José Arregui Vicen, en Murillo de Gallego (Zaragoza)”.

UN ERROR DE CÁLCULO LE LLEVÓ A LA MUERTE

Fue un error de cálculo. El miedo. Recién asestado el golpe militar del 18 de julio, Federico García Lorca, en vez de quedarse en Madrid, se trasladó a Granada convencido de que allí se encontraría más seguro. Pero la ciudad fue tomada por los nacionales y quedó aislada, bajo el control de radicales exaltados —entre otras cosas pos las salvajes arengas del general Queipo de Llano— con ganas de sangre. Que una de las familias falangistas más reconocidas de la ciudad, los Rosales, escondiera al poeta en su casa, no frenó a quienes lo perseguían para dejarlo bajo tierra. Tras ser detenido, en la madrugada del 17 de agosto fue conducido junto a otros dos aprisionados, el maestro de Publiana Dióscoro Galindo, y el banderillero anarquista Francisco Galadí. El escuadrón negro formado por Antonio Benavides, Mariano Ajenjo, Salvador Varo y los campeones de tiro Juan Jiménez Cascales y Fernando Correa Carrasco, armados con sus pistolas Astra modelo 902 calibre 7,65 milímetros y sus fusiles Mauser, los acribillaron, tal como el general Fernando Nestares cuenta que le confesaron tres de los implicados años después. Fue en una visita al paraje donde dijeron matarlos. El mismo que espera ahora la pala excavadora.

EXCAVACIONES EN DOS LUGARES PRÓXIMOS

Las primeras excavaciones en busca del cadáver de Lorca y los otros asesinados junto al poeta comenzó en 2009 y no dio resultado. Se basaba en la versión que el escritor Ian Gibson investigó sobre el asesinato, en la que utilizó el testimonio de Manuel Castillo Blanco, testigo de los hechos. En 2014, apoyados por otra línea, la de Molina Fajardo, corroborada por el general Fernando Nestares en 1977 y apoyada por el historiador Miguel Caballero, empezó la siguiente a 400 metros de la primera, fuera del parque conmemorativo. No fue concluida entonces por motivos técnicos y ahora busca ser reactivada con los permisos oportunos.