«Hablar de la memoria histórica sonaba raro para muchos en 2009»

Juanjo López estrena esta tarde en el Zugaza el documental sobre el bombardeo de Durango, en cuya grabación le sobrecogió el miedo de los supervivientes

MANUELA DÍAZ

Han tenido que pasar trece años, desde su preestreno en el Plateruena, para que ‘Durango, oroimenaren gogoan’, vuelva a ver la luz en la villa. El documental de Juanjo López reunía los primeros testimonios que la asociación Durango 1936 sacaba a la luz en su empeño por recopilar los testimonios orales de los que vivieron los años convulsos del bombardeo y la dictadura en la comarca del Duranguesado, justo dos años después de la aprobación de la ley de la memoria histórica.

Esta tarde, dentro de la programación especial por el 85 aniversario del bombardeo organizado por el Ayuntamiento, el cine Zugaza proyectará el estreno oficial. El acto, que arrancará a las 19.00 horas, contará con la participación de representantes de la asociación Durango 1936 y el director de la cinta, Juanjo López.

Afincado en Navarra desde hace años, admite que en 2009, «hablar de la memoria histórica sonaba raro para muchos» e incluso para aquellas primeras voces que corrían el velo de sus recuerdos de infancia. «No olvidaré como en una de las grabaciones que llevamos a cabo en la ermita de San Andrés, una de las mujeres a la que entrevistábamos miraba constantemente a los lados, con miedo, entendí que ese miedo la acompañó toda su vida y me sobrecogió», apuntó López.

El documental, de 55 minutos, reúne a un total de 19 testigos que vomitan sus vivencias más íntimas y silenciadas sobre la vida antes del golpe de Estado, la guerra, el bombardeo y la posguerra. En ella López quiere mostrar el corte brusco que supuso la guerra para aquellos niños y niñas. «La mayoría reconocían que hasta ese momento vivían felices con su familia, llevaban una vida normal y tranquila. Incluso a algunos el inicio de la guerra les pilló en la playa». Como curiosidad, el relato de una trifulca en 1931 que acabó en tiros en pleno centro de Durango. «Desconocía que entonces la gente anduviera con pistolas por la calle».

Con la guerra y posterior dictadura llegó el miedo y la represión. El tono de ‘Durango, oroimenaren gogoan’ cambia y los recuerdos joviales y armónicos, se vuelven grises. Miedo, dolor, muertes, robos y usurpaciones de propiedades. Y mucho silencio que les acompañó durante décadas y que no han desvelado en algún caso hasta su vejez. Relatos que, según López, abordan «momentos muy puntuales y emotivos que he intentado reflejar en el documental» y que forman un todo en el relato de la guerra.

La banda sonora realizada por Ander Erzilla es otro de los atractivos del documental. Entre varias piezas instrumentales incluye ‘Durangoko bonbaketa’, compuesta por el durangués con bertsos de Xabier Amuriza hace 21 años para Durango 1936. Y para contextualizar, se van intercalando imágenes de la época.

Juanjo López ha realizado desde entonces media decena de documentales, en su mayoría de viajes. Este es el primero que se proyectará en una sala comercial. Precisamente en el Zugaza, donde tantas películas vio de niño.

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