Las obras de adecuación del antiguo cuartel de Santa Fe sacan a la luz uno de los mayores espacios de represión y tortura de Huelva. Sus sótanos eran lúgubres mazmorras y celdas inmundas.
REDACCIÓN Diario de Huelva / 24/08/22 – 07:11
Las obras de adecuación y demolición del interior del antiguo cuartel de Santa Fe en la capital onubense han dejado al descubierto una zona muy poco conocida por la ciudadanía. Se trata de los largos túneles, zulos, calabozos, mazmorras … lúgubres espacios que fueron utilizados como lugar de represión, tortura y muerte durante la ocupación franquista de la capital en julio de 1936 y meses siguientes.
Las impactantes imágenes del interior más desconocido del histórico edificio han sido rescatadas por la cámara de Mario Marín y Huelva Te Mira y la intrahistoria de muerte y represión del lugar salen a la luz gracias a la labor de investigación del profesor Manuel Reyes Santana.
Al igual que ocurre en Huelva con la Isla de Saltés, espacio marismeño donde apenas se informa a sus visitantes de su otra cara, menos cultural y patrimonial: convertida en 1939 en un campo de concentración por el ejército golpista de Franco, el viejo acuartelamiento esconde un pasado muy negro.
Data su primer proyecto de 1887 para complementar al mercado del Carmen, en 1906 pasó a ser usado por la Escuela de Capataces de Minas y luego Biblioteca y Museo de Bellas Artes o Escuela de Artes y Oficios o hasta lugar de acogida de personas indigentes y luego uso militar para coger a tropas destacadas en Huelva. Hasta llegar a 1932 que se convirtió en sede de la Guardia de Seguridad y Asalto.
Pero cuando adquirió especial relevancia fue en el proceso de ocupación fascista de Huelva y sus dependencias fueron convertidas por los insurrectos contra el Gobierno de la República en celdas y calabozos.
Fueron los sótanos en forma de U de 510 m2 y 75 metros de recorrido con anchura de 6,80 metros el lugar dispuesto para la brutal represión franquista que se desencadenó en la provincia.
Los primeros presos en llegar allí fueron los varios cientos de personas detenidas la noche del 28 al 29 de julio de 1936. Sin registro de entrada fueron conducidos a los sótanos por la puerta del Dos de Mayo. Allí permanecían los capturados por tiempo variable y muchos de ellos conducidos al paredón del cementerio de La Soledad o al muro del Parque Moret para ser fusilados.
Pero no acabó aquí su historial represivo. Esos calabozos fueron empleados como lugar de reclusión provisional.
Poco después de esos primeros días de plomo el cuartel fue ocupado por la Falange, que no eliminó su función penitenciaria sino que la incrementó, según señala el profesor Reyes Santana. Que relata que duplicó su actividad como prisión de Falange y complemento de la repleta y saturada prisión provincial de la Isla Chica, donde los presos estaban hacinados esperando la sentencia de los jueces nombrados por los franquistas.
https://www.diariodehuelva.es/articulo/al-oido/salen-luz-sotanos-cuartel-san-fe-lugar-represion-tortura/20220823181155290794.html
