Huelva. Un monolito recuerda la barbarie de la Dictadura en los muros del Parque Moret

El régimen franquista llevó a cabo fusilamientos de personas que defendían la Segunda República, y ahora la zona pasa a formar parte de los Lugares de Memoria Histórica

La Consejería de Cultura, a través de la Dirección General de Memoria Democrática, ha inaugurado este jueves en Huelva el monolito que señala como Lugar de Memoria Histórica los Muros del Parque Moret, un espacio emblemático de la Guerra Civil y la represión franquista en Andalucía, que fue declarado como tal por el Consejo de Gobierno el 27 de diciembre de 2013. En el lugar señalizado se produjeron muchos de los fusilamientos de personas vinculadas a la defensa de la Segunda República, especialmente de sus autoridades civiles y militares. Entre ellas, el último Gobernador Civil republicano, ejecutado el 4 de agosto de 1936.

La viceconsejera de Cultura, Marta Alonso Lappi, en su intervención en el acto, ha señalado que “hoy es otro gran día para los que formamos parte de esta familia de la Memoria. Una victoria más de la desmemoria, del recuerdo sobre el olvido y el silencio”. Lappi ha estado acompañada por el alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz; el delegado del Gobierno de la Junta en Huelva, Francisco José Romero; el director general de Memoria Democrática, Javier Giráldez; el delegado de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Rafael López; la delegada de Cultura, Carmen Solana; el diputado de la Sierra de Huelva, Ezequiel Ruiz, y el presidente de la Asociación Memoria Histórica de la provincia de Huelva, Fernando Pineda.

Lugares de Memoria

Los Lugares de Memoria Histórica de Andalucía han sido definidos como aquellos enclaves vinculados a hechos o acontecimientos singulares ocurridos durante la Guerra Civil española y la Dictadura franquista. Su identificación sirve como referencia histórica, recordatorio de los sucesos que tuvieron lugar en ellos y también como homenaje a las personas que sufrieron violencia, vejación, persecución o privación de libertad debido al ejercicio de sus derechos o por defender la democracia.

La consideración de un emplazamiento como Lugar de Memoria Histórica obliga a la administración pública titular del mismo a garantizar su identificación, señalización, preservación y, en el caso de que el lugar experimente alguna transformación de importancia, a mantener una huella o registro permanente que sirva para recordar los hechos relacionados con el sitio.

La declaración, que corresponde al Consejo de Gobierno, conlleva un informe exhaustivo con documentación sobre el lugar, su evolución histórica y la narración de los hechos que motivan su reconocimiento con los datos sobre las personas e instituciones que se vieron involucradas.

Un monolito recuerda la barbarie de la Dictadura en los muros del Parque Moret