Jesús Verdú. La Casa de la Memoria

La Casa de la Memoria

Jesús Verdú

11.02.2021

europasur.es

La búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación es una necesidad imperiosa en las sociedades democráticas maduras que necesitan asentar sus sistemas políticos y sociales sobre estructuras sólidas, cuando en su historia relativamente reciente se han vivido procesos traumáticos causados por una quiebra grave de las libertades y la legalidad democrática. El proceso no es en absoluto fácil, sobre todo, cuando alguna parte de la sociedad se ha beneficiado de los procesos dictatoriales consolidando su posición privilegiada y ha sabido preservar sus prerrogativas en la transición democrática, otra parte ha sufrido la represión y el exilio y otra parte importante ha vivido simplemente con miedo, privada del conocimiento de la realidad histórica.

Con todo no faltan ejemplos de cómo se puede alcanzar esa búsqueda de la verdad. Alemania es un buen ejemplo de un esfuerzo social compartido entre las grandes familias políticas, tanto de la derecha como de la izquierda, en relación con la superación del infausto período nazi y de los horrores de la Segunda Guerra Mundial desencadenada por la ceguera del fascismo totalitario de Hitler y sus seguidores.

Desde luego, estos procesos no son cómodos y no están exentos de problemas. Lo que no se entiende muy bien, en un momento en que determinados líderes políticos internacionales y nacionales ponen en cuestión la fortaleza democrática de España, como ha costado tantos años que España acepte las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Desapariciones Forzadas e Involuntarias y del Relator Especial de la ONU para la Promoción de la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de No Repetición. No es fácilmente entendible como partidos que desempeñan un papel clave en el sistema político y han ostentado la responsabilidad de Gobierno se hayan desentendido de la necesidad de búsqueda de la verdad.

Por ello, el papel ejemplar que ha desempeñado la sociedad civil debe ser reconocido. En este sentido, la Casa de la Memoria sita en Jimena un ejemplo de dignidad y esfuerzo riguroso. Promovida por dos asociaciones, el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar y la Asociación de Familiares de Represaliados por el Franquismo en La Sauceda y El Marrufo, la Casa de la Memoria trata de recuperar la historia y la verdad de lo que vivieron los defensores de la democracia y sus familiares, así como un gran número de ciudadanos inocentes. El terror, la represión, el exilio, la muerte y luego, durante muchos años, el olvido.

Recuperar nuestro pasado nos ayuda a proyectar hacia el futuro los ideales de libertad, democracia y justicia social que sufrieron los represaliados en uno de los episodios más oscuros de nuestra historia.