Jimena de la Frontera (Cádiz). Casa de la Memoria recuperada

Este espacio de divulgación y estudio de la memoria histórica puede ser visitado en Jimena tras abrir sus puertas en noviembre

EUROPA SUR |  Y. OLIVARES | JIMENA | 9-1-2017

La Casa de la Memoria La Sauceda, ubicada en el 53 de la jimenata calle Sevilla, dista mucho de entenderse como un museo. Allí se respira más vida que en ningún otro sitio. Todo el material expuesto traslada al visitante a personas y lugares pocos conocidos para el gran público, pero de vital importancia para las familias que, impulsadas por el movimiento memorialista, reclaman la recuperación de la memoria histórica y de los seres queridos enterrados en fosas tras ser fusilados durante la Guerra Civil.

Este lugar, promovido por el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar y la Asociación de Familiares de Represaliados por el Franquismo en La Sauceda y El Marrufo, es el resultado de cuatro intensos años de trabajo voluntario y la colaboración económica de distintas administraciones públicas como la Diputación Provincial de Cádiz o el Gobierno de la Junta de Andalucía.

Miguel Rodríguez, propietario del Grupo Festina, hijo de un trabajador que estuvo preso por luchar en defensa de la República, y nieto y bisnieto de fusilados en el cortijo del Marrufo, adquirió la casa en 2012 y la puso en manos de sus promotores para que la rehabilitasen y la convirtiesen en lo que es hoy: la Casa de la Memoria La Sauceda.

Este hermoso edificio, que perteneció a un ferretero del pueblo, dispone de 400 metros cuadrados -repartidos en tres plantas- en los que se distribuyen una sala para una exposición permanente, una biblioteca con 1.500 libros sobre memoria histórica y otros espacios para conferencias y reuniones, además de oficinas.

La sala expositiva está dedicada a la historia de La Sauceda y el Marrufo, la Guerra Civil y la represión franquista en el Campo de Gibraltar, la guerrilla anti-franquista y el trabajo esclavo de las 30.000 personas traídas desde toda España a la comarca para trabajar en los batallones de presos republicanos.

La Sauceda y el Marrufo informa al visitante de este bello espacio natural enclavado en un triángulo de la serranía del norte de las provincias de Cádiz y Málaga, donde confluyen los términos municipales de Jerez, Cortes de la Frontera, Alcalá de los Gazules y Jimena. Las casi dos mil personas que residían en este poblado viviendo de la ganadería, el carbón, el corcho o el contrabando con productos llegados de Gibraltar pasaron a la historia reciente de España por ser el último foco de la provincia de Cádiz leal al Gobierno de la República.

Hasta allí acudieron, desde toda la provincia, anarquistas, republicanos, socialistas y personas que temían por sus vidas ante el avance sublevado. El 31 de octubre de 1936 el valle fue bombardeado por cuatro aviones y asediado desde tierra por columnas del ejército franquista.

El Foro por la Memoria relata que una vez destruido el poblado, los habitantes que no pudieron huir, mujeres y niños incluidos, fueron detenidos y trasladados al vecino cortijo de El Marrufo. “Las tropas invasoras asesinaron a unas 50 personas aquel día y robaron todo lo que encontraron en las casas y chozas antes de meterles fuego”, explica Andrés Rebolledo, presidente del Foro por la Memoria.

El Gobierno republicano había incluido la finca en su catálogo de tierras en las que pretendía aplicar la reforma agraria, pero no le dio tiempo a llevarla a cabo. “Tras el bombadeo, El Marrufo se convirtió entonces en un centro de detención, tortura y asesinatos donde los sublevados pusieron en práctica su plan de exterminio contra los llamados desafectos al nuevo régimen, la parte consciente del pueblo andaluz. En La Sauceda y El Marrufo las tropas franquistas asesinaron a más de 300 personas entre noviembre de 1936 y marzo de 1937”, explica el portavoz.

La segunda de las exposiciones permanentes, Guerra Civil y Campo de Gibraltar, informa al visitante de la Casa de la Memoria acerca de cómo sucedió la sublevación de los militares y cuáles fueron sus efectos sobre el Campo de Gibraltar. Controlar el Estrecho de Gibraltar y la bahía de Algeciras fue objetivo prioritario para los sublevados. A finales de julio ya lo habían conseguido. Eso les permitió traer las tropas africanas con que extenderían su poder por toda la comarca. “En Algeciras, los fusilamientos empezaron enseguida. Los detenidos eran conducidos al cementerio, donde eran ejecutados y rematados con un disparo en la cabeza. Creemos que más de un millar de personas fueron fusiladas entre julio de 1936 y marzo del 37, incluyendo ahí las que lo fueron sin juicio, sin causa”, manifiesta Rebolledo.

La zona expositiva de la casa concluye con la muestra Prisioneros y Guerrillas en la que el Foro por la Memoria relata la vida de las 30.000 personas que trabajaron como esclavos en el Campo de Gibraltar entre 1939 y 1943. “Eran presos republicanos utilizados como mano de obra cautiva que construyeron una serie de infraestructuras para el llamado Plan de Fortificaciones del Estrecho”, añade el presidente del foro comarcal.

En la planta baja, junto a las exposiciones, cientos de objetos personales y fotografías pertenecientes tanto a los represaliados como a los mandos militares que ordenaron los fusilamientos ponen cara y nombre a las miles de víctimas de este período trágico de la historia reciente de España.

Inaugurada el pasado mes de noviembre, la Casa de la Memoria La Sauceda puede ser visitada los miércoles, jueves y viernes de 17:00 a 20:00, los sábados de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 y los domingos de 11:00 a 14:00.

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