Juan José del Águila, investigador: “Las reformas serían parches, hay que ir a la ruptura”.

“…he recuperado, tras arduas gestiones con los responsables del Ministerio de Cultura y del Archivo de la Memoria Histórica de Salamanca, unas noventa sentencias del primer trimestre de 1973 dictadas por el TOP, que no pude localizar cuando realicé la tesis, lo que lógicamente me llevará a una nueva edición del libro del TOP y del CD TOPDAT, una base de datos para explotar, en los que se volcará toda la nueva información de esas sentencias“.

cronicapopular.es | Enriqueta de la Cruz | 23-2-2015

Quedo con Juan José después de escucharle alguna conferencia genial y de leer su libro sobre el TOP que es un libro para siempre, no de esos que se publican, pasan y ya. Le busco para que nos cuente sobre esos tribunales del franquismo, para saber cómo ve él estos tiempos confusos y ruinosos y qué nos aconseja, aunque sé que no es dado a pontificar ni mucho menos. Se encuentra cómodo en sus investigaciones y eso le basta ahora. Preocupado por su mundo y el de todos, está atento a los nuevos movimientos políticos, pero no participa en primera línea. Se presta a hablar con Crónica Popular y la verdad es que se lo agradezco mucho, porque ha sido muy interesante. Le presento para quienes aún no le conozcan:

Nació en Torremolinos (Málaga), ejerció como abogado laboralista y magistrado, y es investigador. A principios del año 62 fue sometido a un Consejo de Guerra por unas supuestas alteraciones de orden público. Absuelto (aunque su padre fue condenado), ahora sabe mucho, pero que mucho, de los Consejo de Guerra, hasta el punto que en esta entrevista nos desvela unas conclusiones interesantes… Se afilió al PCE en el 63 y sufrió represión en muchas otras ocasiones. Fue procesado en el 68 por propaganda ilegal al repartir octavillas de Comisiones Cívicas y Comisiones Obreras para el Primero de Mayo y condenado por el Tribunal de Orden Público (TOP) a un año de prisión, que cumplió en el 69 en las cárceles Algeciras, Jaén, Madrid y Segovia. Su vida la ha dedicado en parte a la defensa intensa de trabajadores ante las Magistraturas de Trabajo, Jurisdicción de Orden Público y Tribunales Militares (Consejos de Guerra). La defensa de dos trabajadoras catalanas declaradas en rebeldía le supuso un nuevo procesamiento y un mes de prisión en el 1973, pese a que fue una actuación profesional por designación de oficio. Sabe lo que son estas persecuciones pues las ha sufrido en propia piel, así como las detenciones de la Brigada Político-Social franquista. Leyó su tesis doctoral sobre el Tribunal de Orden Público en 1997 y luego publicó un libro en base a esta investigación, un libro imprescindible como les digo, que vuelve a ser muy merecidamente puesto en valor: El TOP, la represión de la libertad, 1963 a 1977. En fin, es un experto en la represión del franquismo y nos ha deja aquí sus reflexiones y puntos de vista sobre el pasado y la actualidad. Ahí van:

Cómo ves la actualidad, qué puedes decir desde tu experiencia política a los demás.

No me interesan las meta construcciones, cualquier pretensión doctoral de dar esquemas o salidas. En la situación actual todos los esquemas teóricos están prácticamente por los suelos.

Bueno, te entiendo. Entonces hablemos de tu famoso libro sobre el TOP.

El libro se publicó en octubre del 2001, fruto de una tesis académica que hice en Sevilla cuando ya era magistrado tras varios años de investigación, bajo la dirección de los profesores de Derecho Penal, Francisco Muñoz Conde, y de Historia del Pensamiento Económico, Antonio Miguel Bernal . Lo editó Planeta y lo retiró en marzo del 2002 cuando no llevaba ni cinco meses en el mercado. Lo saldó y la excusa que puso es que no tenía sitio en sus almacenes. Claro, comprenderás qué significa eso para un libro de ese tipo al que prácticamente no se le hizo promoción. Tuvo una muy fría acogida en los medios académicos, políticos, profesionales y sindicales.

Porque era muy importante, eso es todo. Ahora, a mí me parece muy necesario… Fíjate, gracias a tu libro me enteré yo de quién era cierto sujeto que cuando yo le conocí iba de abuelito demócrata y manso, asesor de importantes señores, y había sido del TOP y además, había actuado por mi tierra, Extremadura. Pero bueno, lo que quiero decir es que este trabajo tuyo tiene mucha actualidad.

Ahora ha vuelto a coger actualidad, con el transcurso del tiempo y a raíz del 25 aniversario de la supresión del TOP y las conmemoraciones por el asesinato de Grimau. Se ha recuperado cuando pensaba que estaba ya olvidado.

Creo que estás trabajando en una reedición ampliada, ¿no?

Sí. Quiero aprovechar esta ocasión, para decir que he recuperado, tras arduas gestiones con los responsables del Ministerio de Cultura y del Archivo de la Memoria Histórica de Salamanca, unas noventa sentencias del primer trimestre de 1973 dictadas por el TOP, que no pude localizar cuando realicé la tesis, lo que lógicamente me llevará a una nueva edición del libro del TOP y del CD TOPDAT, una base de datos para explotar, en los que se volcará toda la nueva información de esas sentencias.

Pues estoy deseando leerlas. ¿Y has seguido investigando sobre la represión?

Respecto a mi contribución al tema de la represión, en los últimos años he profundizado en otros frentes y empiezo a recoger sus frutos. Aparte del TOP, a partir del 2002 empecé a trabajar en el tema de la jurisdicción militar del franquismo, un campo lleno de minas que se encuentra prácticamente inédito porque casi nadie se ha atrevido a poner de manifiesto lo que hay ahí. Como bien sabes, la primera represión legal directa fue la de los Consejos de Guerra; los impusieron los militares desde el momento de la sublevación y en los mismos bandos de guerra que publicaron los militares sublevados ya venía expresado que se formarían causas de procedimiento militar a todos los que detuvieran, con lo cual la maquinaria judicial empezó. Y, como en el caso de la gente que aún está en las cunetas, que no se sabe exactamente cuántos son, pues aún no se sabe con exactitud cuántos pasaron exactamente por los Consejos Militares, lo que es absurdo, porque los militares siempre llevan las cuentas. Cálculo que serian en total de trescientos a cuatrocientos mil consejos de guerra en el periodo 1936-1945 y en las ocho regiones Militares.

Pues sí, en algún lugar habrá datos.

Yo pienso que los militares no han destruido ni han hecho desaparecer sus archivos, otra cosa es que no hayan facilitado el acceso a esos documentos. Los fiscales militares tenían que hacer todos los años, por imperativo del Código de Justicia Militar, un listado con los casos habidos y esa documentación fundamental para cuantificar la represión de los primeros años del franquismo. Tiene que estar en algún sitio y eso estoy tratando de investigar. Me he acercado al asunto, pero es una mina sin fondo, aunque no la he descartado de mis proyectos.

Y entonces, ¿además del nuevo libro o segunda edición del TOP, qué otros campos de investigación tienes abierto?

Son varios, alguno de ellos en avanzado estado –fase final de la elaboración- y espero poder concluirlo en un muy breve plazo. Lamento no poder dar más pistas, pues se trata de una investigación histórica inédita y novedosa, en la que cuento también con el asesoramiento de algunos historiadores profesionales de reconocido prestigio como son Antonio Miguel Bernal y Alberto Gil Novales.

Pues estoy impaciente por saber más de esto también y gracias por la primicia. ¿Qué editorial lo publicará y cuándo?

En principio conecté con Gonzalo Pontón, de la editorial Pasado & Presente, y le entusiasmó el proyecto y boceto inicial del manuscrito e incluso sugirió el título Cartografía del Dolor.

LAS LEYES QUE FIRMÓ EL REY

Pues volvamos para atrás si te parece. Transición. “De la ley a la ley”, amigo. Cómo nos impusieron esa maniobra burda para pasar tan ricamente de la Dictadura a una “Democracia”, ¿eh?, ¡sin ruptura con el franquismo! Porque como dicen los historiadores, hasta que no llegue la III República pues no será esto normal… Estamos todavía en una especie de paréntesis anormal.

Todo es según el planteamiento que se tenga de la Transición en este país. Yo creo que a estas alturas habrá poca gente que diga que la Transición que se hizo aquí fue modélica. Cada día hay menos personas que lo piensen. En esa interpretación de “modélica” encaja eso de la Ley a la Ley, que fue lo de Torcuato Fernández Miranda y que es un esquema que partía de algo que en el ordenamiento jurídico y en el mundo real es una barbaridad y es equiparar una situación de Dictadura (con toda su parafernalia y su pretendida y aparente juridicidad-formal) con una situación democrática. En un ordenamiento jurídico “normal” -basado en un real Estado de Derecho- no cabe equiparar eso, porque no es lo mismo una dictadura que una democracia. Creo que ese razonamiento simple puede y debería ser comprendido por la inmensa mayoría de los ciudadanos.

Es que todavía hay mucho que conocer y que analizar en lo que significa de verdad, para que lo entendamos bien…

¿Tú sabes quién firmó unas leyes (formalmente llamadas leyes) que se firmaron aún en el franquismo, las últimas del periodo de Arias Navarro, primeras ya muerto Franco, como son las de Derecho de Reunión, la de Derecho de Asociación Política, y la Ley de Modificación de Determinados Artículos del Código Penal; Ley 17 del 76, de 29 de mayo; Ley 21 del 76, de 14 de junio y Ley 23 del 76, del 21 de julio, respectivamente?

Pues no.

Pues las firmaba Torcuato Fernández Miranda y Juan Carlos, pero claro en el 76 era el franquismo todavía, puro y duro. El pivote de esa Transición “modélica” es esa especie de mantra: “de Ley a Ley”. La ley, ¿qué ley? ¿Una ley franquista puede equipararse con una ley democrática? O sea, lo que hubiera sido lo político e históricamente correcto es de Constitución a Constitución, de la Constitución del 31 a la Constitución del 78; eso hubiera sido lo razonable. Pero ¿qué pasa?, pues que había una serie de intereses que predominaron y a estas alturas de la película nadie niega que quien se llevó el gato al agua fueron las fuerzas históricas de la reacción: Monarquía, Ejército, Iglesia, banca…, con la expresa colaboración de determinadas fuerzas políticas, que sirvieron de cubertura y coartada institucional.

¿Y eso cómo lo arreglamos?

Pues con un gran proceso constituyente radical.

¿Que tendría que ser cómo?

Pues como su nombre indica, ir a las raíces, un proceso en el que se replantee todo. De las Instituciones no hay ni una que se haya salvado de la debacle ésta de podredumbre de cerca de cuarenta años, ni una: el Parlamento, la Monarquía, la administración autonómica, la Banca, los sindicatos y asociaciones patronales, los partidos políticos, los ayuntamientos, el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Constitucional…

Pues sí.

Lo que pasa es que, claro, que hay fuerzas reaccionarias a las que no interesa para nada que esto se modifique y entre ella está la gente de la casta, de los partidos clásicos, sobre todo el PP y el PSOE y, en cierta medida, Izquierda Unida, y los sindicatos, también, y las fuerzas nacionalistas, idem de idem. Yo creo que hay que iniciar un replanteamiento y la clave está en hacerlo sin violencia. Creo que ahí está la clave de Podemos, tal como hasta ahora se han expresado y están actuando. Ellos dicen que si consiguen la suficiente fuerza política iniciarían ese proceso de transformación, que sería poner en cuestión casi todo.

¿Y Cataluña? Este espinoso tema soberanista… ¿Qué se hace?

Bueno, eso es un problema dentro de otros problemas; yo no lo separaría de la problemática general ni le daría más prioridad que al resto de los problemas. Hablaban de la teoría del paquete, dicen que en el paquete va todo, pues bien, si partes el melón tiene que ser para todos; no puedes en la situación actual decir: vamos a arreglar el problema de Cataluña y ya está, ¿Y qué pasa con la situación institucional de la Monarquía? ¿Qué pasa con el problema de los partidos, que pasa con la corrupción, con la justicia? Tú hablas mucho de la justicia pero hay tanto…

Es que, junto con los medios de comunicación, la Justicia es eso en lo que no se hizo ninguna transición siquiera, pero bueno, sí, hay que meterse a fondo en más cosas también… Pero asimismo potenciar una Justicia de Justicia…

Lo que está claro es que el poder político no quiere que le controlen y desde luego el poder judicial más fuerte tiene posibilidad de controlar y ni el PSOE ni el PP quieren tener una justicia eficaz con medios y está super comprobado que el promedio de jueces y magistrados que hay en España comparado con el resto de Europa es mínimo y eso es así ahora, 30 años después de la Transición y eso se denunció hace un montón de años. ¿Por qué el Estado dispone de los mecanismos más modernos para Hacienda?

Dímelo tú.

Porque le interesa recaudar fondos y que nadie de los que él quiera que no se escapen, lo hagan. Pero, efectivamente, no hay ningún sector de la Administración que tenga los medios que tiene Hacienda. ¿Por qué no dotan a la Justicia de los mismos?

Pues eso… En alguna conferencia has dicho algo así como que la Transición se puede resumir en una serie de normas. Tú dices que hay tres reales decretos-ley clave: Creación de la Audiencia Nacional, Supresión del Tribunal y Juzgados de Orden Público y creación en Madrid de nuevos juzgados de Instrucción y Competencia jurisdicciones en materia de terrorismo (Real Decreto-Ley 1, el 2 y el 3, respectivamente, del 4 de enero del 77).

Es una forma grafica de decirlo.

El caso es que hicieron el cambiazo.

Había unos cuadernillos que nos mandaba el Colegio de Abogados, y efectivamente, en uno de ellos venían esas tres normas juntas. El de creación de La Audiencia Nacional, en el preámbulo, habla de que la seguridad jurídica de los ciudadanos es piedra angular en el Estado de Derecho. En enero del 77, el Estado de Derecho no existía, era un proyecto, no había ni Constitución, pero ahí hablan ya de ello. El último decreto por el cual se realizaron los últimos fusilamientos del franquismo también hablaba de Estado de Derecho, de manera que los términos de siempre, siempre son ambivalentes. Ahora a la gente se le llena la boca de Estado de Derecho.

Pero Derecho ¿para quién?

Para quién y para qué. En el franquismo, incluso el caradura de Fraga llegó a decir que era un Estado de Derecho porque se producían leyes; lo afirmó ante un informe de juristas del 62 que decía que en España no imperaba la ley, claro, la ley como instrumento de la voluntad popular; pues no, no imperaba.

Ay, es que España no está liberada aún… Y se ha liado todo.

Se ha liado porque hay gente que quiere liarla y le interesa que la gente se margine de la política porque sería peligroso que la gente tuviese mecanismos. Pues es lo mismo que pasa con la Educación: en la medida de que sepa más y la gente tenga más instrumentos para racionalizar la vida, pues peor para los intereses creados.

Está claro.

El siglo XIX, como el franquismo, no se estudia en las escuelas porque no interesa

Un profesor mío, Juan Pablo Ortega, hablaba de esas tres efes, de los peores momentos de la historia de España: los de Fernando VII, Felipe II y Franco. Todo está enlazado, las efes malditas. Y lo peor es que los fascistas no quieren jamás que les hablen de reforma educativa, por ejemplo, porque lo dan por tema exterminado, son de tiro fácil. Bueno y tú ¿qué reformas consideras importantes?

Las reformas serían parches hay que ir a la ruptura democrática.

Totalmente de acuerdo.

Esto es un proceso que no se sabe cuándo va a ser asumido mayoritariamente y qué fases va a producir, a lo mejor es un desiderátum o no lo es; la clave es que hay fuerzas políticas… Podría ser Podemos o, pasado mañana, otra porque no dé resultados ésta, pero alguien que articule esta perspectiva de proceso constituyente y de ruptura con lo que hay, porque lo que hay me parece que es poco salvable. Una ruptura con lo que ha sido la práctica de estos casi 40 años. Ha habido un pacto de sangre, por ejemplo, PP- PSOE, de que no iban a cambiar el modelo electoral. El sistema práctico que se instauró aquí tras el franquismo es una camisa de fuerza que impide realmente la consecución de una serie de objetivos de cambio sustanciales y radicales.

Pues muchas gracias, Juan José, y a seguir tus investigaciones que leeremos con mucho interés. Y ojalá esa ruptura.

http://www.cronicapopular.es/2015/02/juan-jose-del-aguila-investigador-las-reformas-serian-parches-hay-que-ir-a-la-ruptura/