La cárcel vieja de Cáceres llega al Congreso. Se reivindica un centro de la Memoria.

El debate sobre el futuro uso de la antigua prisión como espacio para las víctimas del Franquismo llega a Madrid a propuesta de Podemos mientras Amececa continúa su campaña de firmas con más de 8.500 apoyos

Gema Guerra Benito / Cáceres | 02·02·22 | 06:45 |

Nuevo avance en el periplo de la cárcel vieja para reabrir como centro de memoria histórica. El imponente edificio ubicado en la avenida Héroes de Baler, que lleva más de una década sin uso, ha ocupado en los últimos años la agenda mediática con amagos de reapertura que han ido desapareciendo salvo uno, el que ha resonado con más fuerza y el único que ha logrado resistir, la lucha que inició la Asociación Memorial en el Cementerio de Cáceres (Amececa) para que el edificio se usara como espacio de recuerdo de las víctimas de la represión franquista. 

Tras diez años de reivindicación local, el asunto saltará al debate nacional a petición de Unidas Podemos, que ha registrado una proposición no de ley para su uso como centro de memoria histórica llegue a plantearse en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados. De acuerdo al texto que registró la formación política y que recogió Europa Press, el propósito es evitar que la prisión de Cáceres sea víctima «invisibilización cultural» y del «olvido premeditado», tal y como ocurrió con las cárceles de Salamanca, Jaén o Vigo. Por esta razón, insta al Gobierno central a encontrar una fórmula para que una vez que entre en vigor la nueva Ley de Memoria Democrática se atienda la petición de Amececa y el inmueble se convierta en «un espacio de memoria relacionado con la represión franquista, los derechos humanos y la paz».

De esta manera, da un paso más, el más prometedor hasta ahora, una reivindicación que suma con este un nuevo año y para la que de manera paralela Amececa recoge firmas desde abril del año pasado. Desde que abrió la campaña en la plataforma Change.org, ha recabado más de 8.500 apoyos a la propuesta. 

Precisamente la campaña para contar con el respaldo ciudadano fue el colofón a las peticiones reiteradas para que se impulsara la iniciativa relacionada con la memoria histórica en la prisión ya que está documentado que durante el Franquismo fue un centro de reclusión de presos políticos y de oponentes a la dictadura. La estimación de Amececa es que durante los 40, los años de la postguerra, llegó a albergar a más de un millar de presos.

Hasta el momento la asociación había organizado manifestaciones anuales, concentraciones y había registrado documentación para que las corporaciones municipales se interesaran por la propuesta. Ni en la legislatura de Elena Nevado ni en lo que va de la de Luis Salaya han obtenido apoyo para rehabilitar el inmueble bajo el argumento de que la inversión es muy cuantiosa y puede llegar a los 12 millones, según un informe que elaboró el propio ayuntamiento en 2016. 

Fue en 2009 cuando la prisión cerró sus puertas definitivamente. Desde entonces, mucho se ha especulado sobre su futuro. Entre las propuestas que se han barajado se encuentran la demolición, una iniciativa que provocó como reacción el movimiento ‘Salvemos la cárcel’ y la posibilidad de convertirse en espacio joven, palacio de la música o ciudad del arte. De forma paralela a la retirada de estas opciones, Amececa puso en marcha su reivindicación y en 2015 su volvió a ponerse el debate sobre la mesa a petición de los vecinos. 

El ayuntamiento llegó a aprobar una moción para que instituciones penitenciarias cediera el inmueble. El Gobierno central alegó que no había trasladado la documentación y lo puso en venta, aunque lo retiró más tarde. Desde entonces el futuro de la prisión se ha mantenido paralizado en la administración aunque vivo en Amececa.

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