La mayor fosa común alavesa de la Guerra Civil

Entre Legutiano y Urkabustaiz, en lo que se conoce como el Frente de Álava todavía hay al menos 350 desaparecidos y enterrados tras los combates de la batalla de Villarreal en diciembre de 1936

ELCORREO.COM | FRANCISCO GÓNGORA | 25-4-2017

Los que han investigado la Guerra Civil en Álava saben que la reciente exhumación de los restos mortales de un miliciano en el pinar de Txabolapea, cerca de Legutiano, es la punta de un gigantesco iceberg. En 2013 se desenterraron otros doce cuerpos también de soldados republicanos en Etxaguen, en las estribaciones del Gorbea. Especialistas de la Sociedad de Ciencias Aranzadi exhumaron el pasado 24 de marzo los restos del último combatiente encontrado en un camino, cerca de Legutiano. Los huesos se encontraban en muy mal estado pero gracias a la munición checa que estaba junto a él se pudo concluir que pertenecía a uno de los batallones republicanos que atacaron el casco urbano de Villarreal desde el 30 de noviembre de 1936 al 23 de diciembre de ese mismo año, durante la ofensiva coordinada por el Gobierno vasco y el de la República para conquistar Vitoria y Miranda de Ebro.

El investigador Josu Aguirregabiria, de la asociación Sancho de Beurko, en su libro ‘La batalla de Villarreal de Álava’ (Ediciones Beta III Milenio), calcula que durante los combates de noviembre-diciembre de 1936 se produjeron 350 desaparecidos en el Frente de Álava. Hay que recordar que la línea de batalla iba desde el puerto de la Barrerilla, junto a Orduña, hasta el puerto de Arlaban, cerca de Landa, un frente de más de 31 kilómetros de longitud.

De los 350 desaparecidos, «se tiene constancia que fueron enterrados o quemados sin identificar en la línea de frente, desde Zestafe hasta Legutiano, no menos de 241 combatientes y 2 civiles. El resto, hasta completar los 350 se produjeron en la zona del pinar de Txabolapea principalmente y en otros puntos del frente.

El libro ha recogido el listado más completo que se conoce de las bajas de un bando y del otro. Para ello se han consultado los libros de ingresos hospitalarios localizado en el Archivo Militar del Noroeste (Ferrol) y los diarios de operaciones de las distintas unidades. Para las bajas republicanas, se ha consultado el Registro Central de Fallecidos en Campaña (Audiencia Provincial de Bizkaia), el Registro del Centro Documental de la Memoria Histórica (Salamanca) y los archivos personales de Darío Enrique Araujo Hoyos y Francisco Alonso Uriarte. En todos los casos, la documentación es incompleta, especialmente en la gubernamental que sólo se han documentado los fallecidos. Aún así el número de bajas es muy aproximado al real, a excepción de los desaparecidos que no figuran en ningún archivo al no conservarse los partes diarios de las unidades a nivel de batallón.

«Por todo ello», señala Aguirregabiria, «el apartado queda incompleto pero obteniendo cifras muy aproximadas; como las que manejó en los años 70 el coronel José Manuel Martínez Bande, quien asegura, que el Cuerpo de Ejército de Operaciones Vasco durante el mes de diciembre tuvo 6.182 bajas: el 29% por enfermedad, el 54% heridos, y el 16% fallecidos. A esta estadística, hay que sumar las bajas del día 30 de noviembre que no figuran en su documentación: no menos de 100, de los que 40 fueron muertos recogidos sobre el campo de batalla. Por lo que el número de bajas gubernamentales en las operaciones de Álava no bajaría de los 700 muertos, 3.300 heridos, y unos 350 desaparecidos».

En cuanto a las bajas nacionales, rondarían los 450 muertos y los 1.050 heridos. Los del destacamento de Villarreal, ascendieron a más de un tercio de su guarnición original con 32 muertos y 224 heridos.

En las recientes excavaciones de las trincheras en la zona de San Pedro de Beraza (Urkabustaiz-Orduña-Amurrio), los arqueólogos creen que pueden aparecer restos humanos entre las decenas y decenas de objetos relacionados con la Guerra Civil.

No es la única gran fosa común dispersa en muchos kilómetros de frente que existe en Álava. Los investigadores de la Batalla de Vitoria han asegurado que durante 200 años fueron muchos los cuerpos de soldados franceses y aliados que aparecían en la Llanada entre Vitoria y La Puebla de Arganzón cuando se cultivaba o se hacían excavaciones para construir nuevos edificios. Aún hay zonas como Subijana y Zumelzu donde están enterrados decenas de combatientes que fueron inhumados inmediatamente después de la batalla, entre ellos 89 soldados escoceses del 71 regimiento de Highlander o el coronel Cadogan.

http://www.elcorreo.com/alava/araba/201704/25/mayor-fosa-comun-alavesa-20170424180733.html