Las 15 huellas del franquismo que exigen a Mamen Sánchez que retire de Jerez

La plataforma de memoria democrática y la asociación por la recuperación de la memoria histórica censuran la “extrema lentitud” del gobierno municipal para cumplir con la ley. Reclaman, entre otras cosas, desterrar la peana del monumento de Primo de Rivera y suprimir el traslado del Pendón en San Dionisio.

LA VOZ DEL SUR | PACO SÁNCHEZ MÚGICA | 3-10-2017

De las más recientes a las más antiguas, de los más desapercibidos a los más simbólicos. Del monolito que colocó el PP en el anterior mandato para homenajear a una unidad antiaérea creada por el franquismo en 1939 al pedestal (repleto de generales de la Dictadura) sobre el que descansa en la plaza del Arenal el monumento ecuestre de Primo de Rivera. La plataforma por la memoria democrática y la asociación de familiares y amigos por la recuperación de la Memoria Histórica de Jerez y su comarca han vuelto a registrar un escrito dirigido a la alcaldesa, Mamen Sánchez, para que ponga fin a la “extrema lentitud” con la que se está moviendo junto a su equipo de gobierno a la hora de erradicar estos vestigios antidemocráticos y, por tanto, ilegales. “Han pasado ya 100 días desde que se inauguró la oficina municipal de Memoria Democrática y aún no se ha constituido su consejo asesor para determinar, entre otras cosas, qué rótulos de calles habría que cambiar; por qué aún no se ha sustanciado el expediente para la derogación de honores y distinciones a “prebostes del franquismo” (aprobado en pleno en julio de 2015); por qué no se ha hecho nada para la erección de un gran monumento a las víctimas del franquismo en Jerez; o por qué no se ha acudido a los Juzgados para denunciar formalmente la desapariciones de cientos de fusilados.

En el escrito, además, exigen a la regidora jerezana que cumpla “urgentemente” con la obligación legal de retirada de la vía pública de los símbolos franquistas, que sintetizan en un total de once vestigios repartidos a lo largo y ancho del municipio. La primera alusión que pretenden erradicar se encuentra en la calle Taxdirt, donde hay un monolito y un parque denominado desde hace dos años como Regimiento de Artillería Antiaérea nº 74. El regimiento se creó en Jerez el 24 de Julio de 1939 (en 2015 se cumplieron 75 años) en el acuartelamiento Fernando Primo de Rivera, meses después de acabar la Guerra Civil, en plena Dictadura y con base en el antiguo cuartel de Tempul, justo donde el gobierno del PP, a propuesta de la hermandad castrense de La Defensión, le dedicó un parque público.

El segundo gran rastro franquista que quiere eliminarse pasa por suprimir la peana con los generales franquistas del monumento ecuestre de Primo de Rivera en el Arenal. Obra del valenciano Mariano Benlliure, pese a que desde hace años lleva reclamándose la eliminación del monumento al completo, la ley de Memoria Democrática deja fuera a Miguel Primo de Rivera, ya que el dictador ejerció como tal entre 1923 y 1930, por lo que escapa del periodo que fija la legislación entre el 14 de abril de 1931 y el 11 de enero de 1982. En tercer y cuarto lugar, en el escrito se pide la retirada de los escudos franquistas que presiden la fachada de la Escuela de Arte, así como numerosos rótulos de seguidores franquistas en la barriada España.

Otras de las huellas de la Dictadura que pretenden eliminar de la vía pública —y cuya retirada o no lleva debatiéndose desde hace más de una década— son las pequeñas placas metálicas con el yugo y las flechas en los portales de acceso a las antiguas viviendas de protección oficial en barriadas de la ciudad tan populares como las Casitas Bajas de San Benito. También demandan retirar la lápida conmemorativa, en la actual calle Pintor Muñoz Cebrián, de la primera casa que el franquismo erigió en la barriada España tras la confiscación a la UGT de la cooperativa de casas Pablo Iglesias. Igualmente, solicitan desterrar el rótulo frente a la Escuela de Arte y la lápida honorífica en el cementerio municipal dedicados al comandante Salvador Arizón, “responsable de la matanza en Jerez de muchos concejales y militantes de izquierda”. En noveno lugar, la ley de Memoria Democrática obliga a retirar el nombre de la vía al Comandante Paz Varela; y también se insta a eliminar el escudo franquista a Isabel la Católica en la fachada del colegio del mismo nombre en La Plata; y los símbolos franquistas en la ELA de La Barca, como son la placa conmemorativa de la creación de las escuelas José Antonio, y la veleta franquista de dichas escuelas.

Aparte de lo anterior, las organizaciones memorialistas han urgido al gobierno local a ponerse en contacto con el Obispado para desterrar otros dos vestigios antidemocráticos dentro de la Basílica del Carmen y la Catedral, como son el monumento-sepulcro al soldado requeté Antonio Molle Lazo, y una lápida que recuerda a un sacerdote asesinado en Grazalema, respectivamente. En este último caso, aluden a que la referida lápida denigra a los “enemigos de Dios y de España”. Para argumentar estas dos peticiones hacen referencia al artículo 32.4 de la ley, en el que reza que “cuando los elementos contrarios a la Memoria Democrática estén colocados en edificios de carácter privado con proyección a un espacio o uso público, las personas propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos”. Asimismo, en relación con algunos de los actos simbólicos que tradicionalmente sigue realizando la Alcaldía, se han referido a la entrega del bastón de mando de la ciudad al Cristo de la Viga, “un acto ideado por las autoridades franquistas en Jerez en los años 40 para justificar, fortalecer y dotar de legitimidad al régimen”, y el desfile del Pendón de la ciudad, “que Franco usó en el desfile de la victoria del 19 de mayo de 1939 en Madrid, una enseña belicista, objeto de actual homenaje en el religioso día del Patrón de la ciudad”.

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