León. La emoción de unir a una familia.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica exhuma el cuerpo de José Almena ante la atenta mirada de un sobrino del represaliado que emocionado explica a los voluntarios el deseo de toda la familia de poder enterrar a su tío «junto a mi abuela en el cementerio de Chillón» | Almena fue condenado a muerte por rebelión, en la Prisión Provincial de León se le conmuta la pena, pero muere en 1943 de tuberculosis

I. SANTOSLeón Sábado, 8 febrero 2020, 17:07

Bajo la atenta mirada del sobrino de José Almena los voluntarios de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica avanzan en la exhumación del cuerpo. Bonifacio Almena, sobrino del represaliado, vive emocionado este momento, porque por fín podrá cumplir los deseos de la familia y llevarse el cuerpo de su tío al cementerio de Chillón.

«Cuando me llamaron y me lo dijeron nos pusimos a solucionar el problema, porque nos lo queremos llevar al pueblo con mi abuela», asegura Bonifacio quien agradece infinitamente el trabajo de la ARMH.

Un deseo que ha sido posible gracias al trabajo de la Asociación que tras la exhumación de la maestra Genara conoció que a partir del 1943 algunos de los represaliados en la Guerra Civil Española fueron enterrados en esa parte del cementerio. La investigación de este caso dio a conocer el listado de víctimas de la dictadura inhumadas en el cementerio civil de León, dicho listado fue elaborado por voluntarios de la ARMH en el momento de investigar el paradero de los restos de la maestra de las Omañas.

Un trabajo duro, pero gracias al cual la localización de José Almena ha sido más sencilla que en otros casos. Hoy, la familia de José Almena puede conocer su historia, aunque sólo queda un familiar vivo que llegó a conocer al joven.

Una historia para contar

«José Almena es un chico que con 18 años se lo llevan de su pueblo y lo traen a morir a León», asegura Ana Cristina Rodriguez Guerra, voluntaria e historiadora de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

El joven «fue condenado a pena de muerte, pero se la conmutan y aquí muere por tuberculosis», explica la historiadora. La recuperación de la memoria para la familia de Almena ha sido muy emotiva, ya que aunque sospechaban que estaba enterrado en la provincia, pues había sido trasladado a la Prisión Provincial de León, no tenían pistas de nada más.

Un consejo de guerra

El consejo de guerra de José Almena muestra apreciaciones «muy vagas» en relación a su delito. Y aunque fue condenado por colaboración con la rebelión, por entregar un fusil a los guerrilleros, aunque algunos testimonios señalaban que pudo ser amenazado por los huidos para hacer tal entrega. Asimismo, no se encuentran datos sobre su filiación política antes, durante y después de la Guerra Civil. Motivos por los que la historiadora considera que detrás de la denuncia pudo haber motivos económicos.

«Quiero entender que hay un móvil económico», asegura la historiadora que reconoce haber leído el consejo de guerra «más de una vez». «Hay una persona que le denuncia que es pastor y tenía los prados al lado de la familia de Almena», continúa la Ana Cristina Rodríguez quien recuerda que «el régimen premiaba a las personas que participaban en delaciones».

Quedará la duda de si fue por los pastos, por parte del ganado de Almena o si fue obligado a entregar el fusil a los rebeldes.

La historia de José Almena

José Almena Castro nació el 19 de mayo de 1922 en Chillón y en el año 1940 es sometido a un juicio sumarísimo (causa 8574/ 1940). El 23 de septiembre de 1940 es ingresado en la Prisión de Partido de Chillón hasta el 20 de marzo de 1941, momento en el cual es trasladado a la Prisión Provincial de Ciudad Real.

Sobre él pesaba una acusación de auxilio a la rebelión por entregar un fusil a los guerrilleros, aunque algunos testimonios señalaban que pudo ser amenazado por los huidos para hacer tal entrega. Asimismo, no se encuentran datos sobre su filiación política antes, durante y después de la Guerra Civil.

No obstante, esto no impide que en el auto emitido el 15 de febrero de 1941 se le acuse de haber convivido y colaborado con los guerrilleros. Con todos estos cargos acude a la sesión plenaria del 26 de septiembre de 1941 y el 19 de enero se no tífica la resolución: el encausado es condenado a la pena de muerte por un delito de adhesión a la rebelión, aunque se propone automáticamente su conmutación, siendo condenado, por tanto, a treinta años de prisión.

Esta condena, sin embargo, no la cumple en Ciudad Real, sino que es trasladado a la Prisión Provincial de León. Dentro del sistema carcelario español, el cuerpo de los presos fue un vehículo de aprendizaje y de castigo.

El joven murió el 28 de abril de 1943 en la Cárcel provincial de León en plena dictadura franquista de tuberculosis. En la exhumación han encontrado indicios de esta enfermedad en las costillas, aunque tendrán que esperar a un análisis más certero debido a la suciedad de los restos.

«La situación pinta bien porque hemos encontrado el cadáver de un hombre joven», asegura Ana Cristina Rodríguez quien explica que los restos serán trasladados en un primer momento al laboratorio de la Universidad de León y posteriormente se le harán las pruebas de ADN.

La ARMH vuelve a darle memoria y a contar la historia de una de las miles de víctimas de la represión de la Guerra Civil. Pero en todo el proceso, la emoción de la familia y el deseo de su madre y sus hermanos de que José Almena pueda descansar junto a su familia es una de las mejores recompensas para el trabajo de los voluntarios que la han llevado a cabo.