Todo son nubarrones en el horizonte del PSOE. A los socialistas les está costando Dios y ayuda sacar adelante las leyes estrella que tenían previstas para esta legislatura. Primero fue la pandemia de coronavirus y luego la guerra en Ucrania. Las iniciativas se van retrasando por la necesidad de legislar e implementar parches para lidiar con las consecuencias sanitarias, económicas y sociales derivadas. Desde hace semanas Moncloa trata de centrar el tiro priorizando la Ley de Vivienda y la Ley Mordaza. Ambas están haciendo de tapón, puesto que, según fuentes de la dirección del Grupo Socialista, “no damos abasto” y “estamos priorizando fortalecer la economía”. Fuentes del grupo confederal de Unidas Podemos, en la misma tónica, admiten que “hasta que se no desbloqueen ambas no podremos abordar otros textos”. Pero no es solo una cuestión de volumen de trabajo, sino que también hay profundas discrepancias con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), aliado al que necesitan para articular una mayoría suficiente. Tal y como publicó ElPlural.com, los morados tienen previsto anunciar en Semana Santa un acuerdo en el marco de la Ley de Memoria Histórica, pero la formación independentista no cede y la tensión se recrudece hasta el punto de que fuentes de Unidas Podemos acusan a Esquerra de tener bloqueada la iniciativa por interés, puesto que en juego hay un patrimonio que rondaría los 90 millones de euros.

La reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, actualmente, se encuentra encallada en su fase de ponencia. Había agendada una reunión para el pasado 2 de marzo, pero fue suspendida por falta de avances significativos. “Todos los grupos decidimos que era mejor porque no estaba habiendo avances importantes y optamos por cerrar acuerdos al margen y, luego, convocar la ponencia”, explican fuentes del grupo parlamentario de Unidas Podemos. Hasta la fecha, se han aprobado enmiendas parciales a 29 artículos gracias a diversas reuniones bilaterales y a tres bandas entre los socios de la coalición y sus aliados en el hemiciclo.

El trabajo está siendo lento y meticuloso dada la complejidad del asunto y el temor a dejar flecos que propicien una nueva fractura del bloque de la investidura, emulando lo ocurrido con la reforma laboral.

La Ley de Memoria Histórica superó su primer examen en el Congreso de los Diputados el pasado octubre de 2021. Hace más de cinco meses y, por el momento, el acuerdo no se atisba en el horizonte. Este articulado achica los márgenes del Gobierno: no hay vía alternativa. Solo los aliados habituales prestarán sus bancadas. ERC es el principal obstáculo, puesto que al igual que EH Bildu y PNV, consideran que se queda corta.

La condición sine qua non de la formación independentista es que se derogue la Ley de Amnistía del año 1977 de forma que se declare ilegal el régimen salido del golpe de Estado de Francisco Franco. Esto daría pie a la posible reparación del patrimonio de las víctimas para que, cualquier persona física o entidad jurídica, pudiera reclamar inmuebles o bienes incautados por la dictadura. Este es el principal punto de fricción: los socialistas no están por la labor de derogar la Ley de Amnistía de 1977 y Esquerra insiste en que una Ley de Memoria Histórica digna ha de reconocer cualquier perjuicio económico de las víctimas y su derecho a ser reparado; bien devolviendo lo requisado o mediante una recompensación económica.

El patrimonio de Esquerra

Fuentes parlamentarias moradas aseguran que Esquerra está empeñada en recuperar el patrimonio incautado durante la guerra civil y el franquismo. El montante de inmuebles ascendería a “entre 150 y 200”, lo que supondrían “entre 80 y 90 millones”.

Desde Esquerra niegan la mayor y, en declaraciones a ElPlural.com, alegan que el patrimonio “nos da bastante igual”. Lo verdaderamente importante, según su versión, es “que cualquier ciudadano que quiera denunciar no tenga que irse a los tribunales de otro país a ver si, con suerte, un juez de Argentina les hace caso”.

“La ley es puro maquillaje”, es “simbólica” si “no hay una reparación”, insisten: “No vale con dar un diploma. No la podemos aprobar tal cual está”.

ERC razona que al frente de las negociaciones está Joan Tardá, todo un referente, un puntal para las asociaciones que demostraría que no se trata de una cuestión del patrimonio del partido, sino que es “un asunto troncal”.

Además, explican que “otros muchos puntos importantes”. Ente otros, la implementación de una Fiscalía de Sala que “solo investiga, no denuncia”. También lamentan que no se exijan responsabilidades a la Iglesia por su papel durante la dictadura. Con todo, “hay conversaciones, pero tiene que dejar de ser una ley simbólica”.

https://www.elplural.com/politica/ley-memoria-historica-bloqueada-por-patrimonio-erc-nos-da-bastante-igual_286541102