Madrid. El Gobierno da 15 días a la familia Franco para que escoja dónde enterrarlo que no sea la Almudena.

Dolores Delgado avanza que la decisión definitiva de exhumación se tomará en un Consejo de Ministros si no hay acuerdo con la familia.

EL ESPAÑOL | DANIEL BASTEIRO | 15-2-2019

Ya está todo listo para exhumar a Francisco Franco y retirar sus restos del Valle de los Caídos. Así lo ha anunciado en la rueda posterior al Consejo de Ministros la ministra de Justicia, Dolores Delgado, que ha anunciado un plazo de 15 días para que la familia decida dónde enterrar sus restos, siempre que no sea en la catedral de la Almudena, en Madrid.

“Llegamos a la culminación de un expediente histórico, porque con él se da cumplimiento a algo con lo que se había comprometido el presidente Sánchez” con la ciudadanía española, ha dicho Delgado.

“No pueden ir a la Almudena” por “razón de orden público” y para cumplir la ley de la Memoria Histórica y evitar que la catedral se convierta en un lugar de “dignificación” de su persona o de la dictadura, ha dicho Delgado.

La ministra ha lamentado que “las demandas en algunos casos fueron un verdadero obstáculo”, en referencia a la familia Franco, que presentó hasta 14 recusaciones de los instructores del procedimiento.

El Gobierno asegura tener todos los escenarios previstos. El primero es que la familia Franco designe un lugar adecuado para la inhumación de Franco, con lo que se evitaría una exhumación unilateral por parte del Gobierno. Si no hay unanimidad en la familia o toda ella sigue queriendo la Almudena, el Gobierno tendría que decidir el emplazamiento definitivo, para cuyo traslado no hay fecha.

El anuncio ha sido hecho tras el segundo Consejo de Ministros del día, el ordinario, y una vez Pedro Sánchez ha anunciado la fecha de las elecciones generales, que se celebrarán el 28 de abril. La exhumación de Franco ha trufado toda el mandato de Sánchez, que anunció el traslado de los restos en junio, días después de ser elegido presidente. El presidente prometió no dejar la Moncloa sin sacar al dictador de la basílica atendida por religiosos benedictinos.

Su destino final no podrá ser el de la cripta de la catedral de la Almudena (Madrid), como era el deseo de sus familiares, porque el Gobierno considera que sería un riesgo para el orden público. Como prueba de ello esgrime un informe elaborado por la Delegación del Gobierno en Madrid que advierte de los peligros de convertir la Almudena en un centro de peregrinación para nostálgicos del régimen.

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